No te perdonare

La habitación se quedó en silencio, solo el grito de Martin se escuchaba por toda la mansión, Marina decide dar la vuelta y entrar por la puerta.

-Duque, déjenos prepararla, vaya a conocer a su hijo.

Martin sale del cuarto y en la pequeña sala está la joven que le daba de comer a su hijo, pero ahora lo carga otra mujer, está viendo hacia el balcón y lleva puesto un traje negro.

-Duque, disculpe estaba llorando, tenga tómelo en sus brazos

-Gracias.

Para Martin era una mezcla de sentimientos, que iba a ser él con un bebé, tenía que regresar a la frontera, solo lágrimas salen de sus ojos.

-Todo estará bien exelencia, debe descansar.

-Quien eres?

-Soy Marina capitán de las rosas, excelencia cuando llegamos todos ya había sucedido, solo pude rescatar al joven maestro, la partera lo llevaba al bosque para matarlo, ella dijo que bajo amenaza, pudimos comprobar, pero ella dejó que la duquesa se desangrara, si la hubiera tratado a tiempo duquesa seguiría viva.

-La dejo morir.

-Si mi señor cuando llegamos el bebé tenía algunas horas de haber nacido, lo siento mucho.

-Donde está, donde están esos malditos, la voy a matar con mis propias manos.

-En el calabozo, al capitán lo mate yo por traición, el dejo el palacio sin protección, los soldados están bajo investigación, hay una lista en su escritorio, así como el informe, el Ducado está resguardado por las rosas, solo que no podemos quedarnos, nuestras órdenes son ir a la frontera.

-Entiendo, Solo deme un día, yo también debo regresar.

-Disculpe? ¿Pero, pero el bebé, señor?

Martin salió de la habitación, sin contestar, Marina se quedó con el bebé en brazos, solo se lo dio a la joven y fue de tras de duque que vaya que camina rápido porque tuvo que correr para alcanzarlo, en el calabozo pasa con cada uno de los involucrados, la mayoría son sirvientes que son sentenciados a servir en las minas por años.

-No, clemencia mi señor, fuimos amenazados.

-Entonces debieron hablar, por su culpa mi hijo crecerá si su madre, incluso él estuvo a punto de morir, nunca los perdonaré.

Al llegar al calabozo del final, vea a Sofía toda sucia, llena de moretones y sentada en una silla vieja, sus manos están atadas y cada uña de sus uñas han sido arrancadas, solo no grita del dolor por qué Marina le dió un sedante que le duerme los nervios de las manos.

-Te di mí confianza, has matado a tu hermana, como pudiste.

-No Duque, yo, yo soy inocente, ella miente por qué está celosa de mi.

-Porque estaría celosa, entre ella y yo había un trato, jamás te lo dijo, era lista, pero tú la traicionaste a ella y a mí, ahora pagarás por tu pecado.

-No, esa mujer me ha torturado, por favor saqueme de aqui, mi padre se molestará.

-Tu padre, crees que me importa tu padre, le mandaré dinero que es lo único que le importa, si la capitán te torturó estoy agradecido, le daré una buena recompensa

Sofía tembló al escuchar sus palabras, no podría convencerlo, pero no le diría que esa mujer es a la que tanto ama, poco a poco el sedante pierde efecto y empieza a sentir dolor.

-Marina, vete yo me encargo.

-Si señor

Marina salió de ahí, los gritos no se hacen esperar, después de un rato, Martin sale y va a su cuarto, no sabe que hará, se baña y come algo, va en busca a su hijo, lo cambia de habitación para que la joven que le da de comer este comoda, le informan que el cuerpo está listo, solo queda llevarlo al mausoleo familiar.

No puede creer que tiene que enterrarla, tenía un vida por delante, una joven que tenía sueños, pero nació en el mundo equivocado, ahora espera y reza que en su otra vida sea libre como las aves.

-Señor, todo está listo

Le decía el mayordomo, gracias a él todo estaba preparado, la noche ha sido larga, solo algunos nobles lo acompañan por la mañana, el mausoleo está un poco retirado, pero acostumbran caminar los pocos nobles que llegaron acompañan al cortejo, mientras que desde el balcón Marina está en el cuarto de bebé, solo lo carga por qué lloraba.

-Que tienes, extrañas a tu mamá, sabes que tengo un don con los niños, tengo muchos sobrinos, unos en especial que pudieron ser tus hermanos, son igual de llorones que tú, pero son bonitos, tú serás como tu padre no debes llorar, sé que tu madre no estará, pero tu tía Marina hoy te va a abrazar mucho.

Después del funeral, Martin solo observa desde el balcón a Marina, carga al bebé, como va el cuidarlo si tiene que volver a la frontera, no tiene familia y la familia de su esposa no es opción, cuando su suegro se entere, querrá meter sus narices sus asuntos con el pretexto de que él no puede estar con él.

Entra despacio al cuarto porque Marina está sentada en una mecedora con el bebé, se quedó dormida con él, una joven doncella lo saluda.

-Mi señor ambos se durmieron, no quise despertarlos, la señorita ha calmado al joven maestro por qué no deja de llorar, solo con ella está calmado.

-Tráeme algo de comer, yo me quedo con ellos.

-Si señor.

Martin solo veía a Marina dormir con el bebé en brazos, solo se sentó en el sillón no quería despertar a ninguno de los dos, él estaba por dormir, pero la voz de Marina lo despertó.

-Duque a qué hora llego, termino el funeral.

-Si, ella ya está en el mausoleo familiar.

-Lo siento mucho, quiere cargarlo.

-No deja que duerma, ordene de cenar quieres que te pida algo.

-No excelencia, estoy bien, que paso con esa mujer.

-Sufrirá la misma agonía que mi esposa, se desangrara gota a gota hasta morir, cuando muera sera mandada con y familia, avisaré al Emperador, debemos volver a la frontera.

-Pero excelencia y él, con quién lo dejará.

-No lo sé, 🥺 necesita a su mamá, yo tengo que volver, mi mayordomo buscar a una niñera y a otra nodriza, debe tener dos para no debilitar a la joven que le está dando de comer, su hijo también es pequeño.

-Mi señor es muy pequeño, no puede dejarlo.

-Pero no sé que hacer, algún consejo, también puedes quedarte y cuidarlo, la sirvienta dice que contigo no llora

-jaja, no excelencia, yo tengo que llegar con el Emperador, debo ir con las rosas, soy su capitán.

-Entonces buscaré niñeras, no hay más remedio.

Marina pone al bebé en una pequeña cuna, se despide y va a organizar el viaje, no puede creer que Martin lo deje solo, pero tiene razón él debe estar en frontera, pero se quedará solito.

-Capitán, le sucede algo?

-No, solo me quede pensando.

-Está todo listo, debemos partir mañana.

-Si, y está todo preparado.

Martin ve el movimiento a lo lejos, ellas se preparan y él debe hacer lo mismo.

-Mi señor, he buscado a una niñera, vendrá mañana.

-Que esté preparada para viajar, cerca de la frontera está la casa del barón Marlonni, pediré que ahí lo puedan cuidar, no puedo dejar que se quede solo.

-Señor, usted evitaba esa Baronia por qué el barón tiene una hija que ahora que sepa lo de la Duquesa entra dispuesta a cuidar del bebé.

-Si, pero no puedo dejarlo aquí solo y tampoco llevarlo hasta el frente de batalla.

-No pienso volver a casarme.

-Señor necesita ayuda.

-Quiere que haga que otra mujer cuide de mi hijo, nadie lo va a querer como su madre, permitir la entrada de otra mujer aquí sería un error, ella querrá tener a sus propios hijos.

-Puede haber alguna que si lo quiera.

-Todas buscan el estatus, unir familias, crear alianzas, mi hijo es un estorbo para ellos, si tengo que ir a la guerra, como podré confiar en que lo cuiden, lo podrán proteger, solo su madre daría la vida por él, incluso yo.

-Señor... No sé que decirle, tiene razón en todo lo que dice, pero no puede estar solo, debe darse la oportunidad de enamorarse, no puede seguir pensando en ella, no sabe dónde está.

-Mi vida parece una novela trágica, fui abandonado por mi primera esposa, ahora soy viudo 🥺, ella me creerías que está más cerca de lo que pensé.

-Heeee usted sabe donde esta.

-No me hagas caso, prepara todo para el viaje, las nodrizas viajarán también, ofrecerles un buen pago para que acepten.

-Si señor.

Martin toma a su hijo en brazos, se había despertado

-Dormiste bien, sabes una hermosa mujer te cargaba, sentí envidia, ella piensa que puede engañarme, pero desde que la vi, esos ojos azules jamás los olvidaré, ella piensa que si, su voz cambio un poco al igual que la mía, pero tu pequeño me llevas la delantera, sigue con ese plan que dices la conquistamos 😉 debes poner de tu parte, una vez la deje ir, pero está vez dios me la ha regresado, te ha salvado esa es la gran prueba, lamento lo de tu madre, te juro que te amaba, te amara dónde quiera que esté.

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