Un día soleado acabando de salir de la iglesia, me despido de mis amigos y allegados. Había terminado la reunión y quedábamos pocas personas.
Creí que sería un día como cualquier otro, pero un suceso que ocurrió esa mañana cambio mi vida para siempre...
—Oye Eva, amiga, ¿ya vas para tu casa?—Pregunta keren
—Así es, hoy vamos a almorzar con toda la familia, un primo esta de cumple... Pero ven acá, no me voy sin mi abrazo —Responde Eva acercándose y se abrazan fuertemente como cada vez que se despiden.
—Si si, entiendo, los fines de semana no hay amigas jajaja, es broma, te quiero amiga, que te valla bien, besos—Dice Keren jugando.
En eso voltea y se encuentra con otra amiga muy querida.
Eva va saliendo, se da la vuelta y nota a keren muy feliz hablando, piensa que es una amiga fantástica, se acercaba su cumpleaños y le tenía una sorpresa.
Esa tarde iba a recoger el regalo que le mandó a hacer exclusivamente a su amiga, mientras pensaba se escuchó un fuerte ruido que llamo su atención.
¡Era un automóvil que venía muy rápido en dirección a ellas!, Eva por un momento quedó en shock, pero reaccionó casi instantáneamente, ve que el auto va directo a su amiga muy rápido y sin pensarlo corrió hacia ella para salvarla.
—¡Keren! ¡Cuidado! — Gritó Eva corriendo desesperada hacia su amiga.
Keren no alcanzó a reaccionar al ver al carro dirigiéndose a toda velocidad frente a ella y sintió como su amiga la empujó muy fuerte lanzándole lejos pero aquel carro impactó a su amiga Eva.
Keren cayó al suelo golpeándose fuerte la cabeza, no pudo sentir el dolor del impacto, pero estaba muy aturdida.
— ¡Ay! me duele, yo ¿Qué, que pasó?, —¡Eva! —Grita mientras se trata de mover pero no puede y nota como todos corren hacia ella y su amiga.
El carro que atropelló a su amiga choco directamente con la pared más arriba y murieron los dos hombres que iban en él instantáneamente, el auto quedó hecho trizas, Eva se encontraba en el suelo, el auto al chocar a Eva la levantó muy alto y callo sobre su torso superior, al caer se quebraron sus costillas dando paso a qué sus pulmones se llenarán de sangre y no hubiera otro peor final que la muerte.
—A-amiga, estoy feliz de haber sido parte de tu vida, eres alguien excepcional, cuídate, no te culpes... Nos veremos pronto —Dice Eva antes de cerrar sus ojos para siempre.
—Keren da un grito muy fuerte—¡NOOO!, No, no me puedes dejar, ¡Amiga!, —Su madre quién está a su lado ve a Eva, llora porque también la quería mucho, pero se hace en medio para que Keren no la siga viendo, Keren siente impotencia, siente como su cabeza le quiere explotar, siente que su corazón está siendo aplastado, da grito desgarrador mientras trata de arrastrarse hacia su amiga —Mamá, suéltame, de-debo decirle que no me deje, ¡Ella no me puede dejar!
—Sólo. me digo a mí misma, no, no, no puede ser, ella no me puede dejar, no puede, la necesito, ¡es mi hermana!, noooo, —en medio de ese dolor, observa a la madre de Eva gritando mientras sostiene el rostro de su amada amiga —No, no mi pequeña no —Keren solo grita más fuerte y va perdiendo sus fuerzas, en sus intentos de seguirse moviendo va perdiendo el conocimiento, siente que su aliento desvanece, sus ojos pesan, y su corazón no aguanta la presión, cierra sus ojos, trata de abrirlos pero no puede. A lo lejos se escucha un sonido similar al de las sirenas o policías, no podía identificarlos, estando confundida por el golpe en su cabeza... dejó de luchar y cerró sus ojos pensando que todo había acabado.
—Abro mis ojos lentamente, se me dificulta hacerlo, trato de moverme pero no puedo, siento que mi cuerpo no me responde.
Trato de abrir mis ojos lentamente, veo a lo lejos una luz y hay una pared de techo blanco, un olor feo, trato de pensar donde lo olí antes, y caigo en cuenta de que es una sala de hospital, en eso alguien abre la puerta y se acerca a mí. Al verme despierta se impacta.
— ¡Por Dios!, despertó, ¡Qué bueno!— Doctor, doctor, la señorita Díaz despertó —Dijo la enfermera saliendo del lugar.
Luego entra de nuevo con un señor, al parecer es el doctor, me mira muy feliz. Trato de hablar pero se me dificulta mucho hacerlo y sale solo un hilo de voz.
—Cálmese señorita Díaz, vamos despacio, el solo hecho de que haya despertado es un milagro— Enfermera, contáctese con la familia y dígales que despertó — Dice el doctor a lo que la enfermera asiente y sale serrando la puerta.
—Señorita Días, ¿me está escuchando claramente? —Pregunta mientras observa las máquinas a mi lado que me monitorean.
—S-sí, sí, se-señor —susurro—Yo, ¿porque dijo que es un milagro que desperté? —Noto un silencio de su parte que me extraña. Y luego veo que se prepara para responderme.
—Señorita Díaz, usted lleva más de un mes en estado de coma, y según los estudios que le hicimos todo indicaba que iba a quedar en estado vegetativo o con muerte cerebral, ¡pero como ve, usted es un milagro viviente!, ¡despertó!, la felicito por ser tan valiente y resistir hasta el final —Dice entusiasmado
¿Qué?, ¿un mes? Como es posible, yo-yo, —¡Eva! Doctor, ¿Dónde está Eva?, mi, mi-mi amiga donde está, yo —mis lágrimas no dejan de descender al recordar lo sucedido y siento como mi pecho me pide aire, quiero gritar, pero me siento muy débil.
El doctor al verme en ese estado me dice que me tranquilice, pero no puedo, debo ir a verla, necesito ver que esté bien, tal vez esté en este hospital, recuerdo que tenía mucha sangre —Doc-doctor, ¿Eva está en este hospital?—Digo abruptamente y desesperada, pero Seguido de mi pregunta viene un largo silencio por parte de él
—No, no, no, ella no puede estar... Nooo, por-por favor doctor, dígame que ella está bien —busco fuerzas para levantarme, pero mi cuerpo no me quiere responder, me golpeo las piernas para que reaccionen en mi desesperación pero el doctor me toma con fuerza de los hombros diciéndome que necesito reposar y tranquilizarme.
—Yo -yo necesito ver a Eva—Digo eufóricamente, necesitaba verla, ella no pudo haber muerto, prometimos estar siempre juntas, era mi mejor amiga, era mi hermana...Mis sentidos flaquean y solo escucho vagas voces a mi alrededor pero yo solo pregunto— ¿Por qué?
—No, ella no murió ¿verdad?, ella está bien ¿cierto?, Doctor, diga algo.
-Veo fijamente al doctor con lágrimas en mis ojos, el solo me mira con un silencio estremecedor, coloca sus manos sobre mis hombros y me confirma lo peor causando un cataclismo en lo profundo de mi ser —Lo lamento señorita Díaz, ella no resistió, pero—Veo al doctor, pero solo observo sus labios moverse, mi vista se vuelve borrosa, y a mi mente solo vienen momentos junto a mi amiga, amaba comer helado junto a ella, ¿Por qué? ¿Por qué se fue?, no, noooo.
Me desespero y comienzo a gritar, en medio del dolor siento mi corazón demasiado grande, es una presión que me asfixia, mis piernas no me responden, y mis lágrimas no me dejan ver, escucho al doctor hablarme, pero no entiendo lo que me dice, solo pienso en Eva, mi mejor amiga, ella, ¿murió?, me pregunto a mí misma y no logro respirar, luego siento como mis ojos me pesan y pierdo el conocimiento, al cerrar los ojos mis lágrimas se deslizan por mis mejillas... Recuerdo antes de desmayarme solo poder preguntar
—¿Por qué ella?.
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Comments
Calo
ok Keren un dolor muy grande tienes y lo pero cuando te culpes por lo ocurrido
2024-11-22
1
Rosa María Corrales Pèrez
Espero que Keren reaccione antes la muerte de su amiga
2024-08-07
0
Eylin Moya Taly
Capítulo estremecedor /Grimace//Grimace/
2024-08-01
0