Cap 5 - Mañana seremos libres.

Durante el largo viaje, Anette no se sentía triste, aunque estaba lejos de su casa y en un lugar desconocido para ella, contrario a deprimirse o asustarse, se sentía viva, y aunque no llevaba ropa de noble, había sido bien tratada por la gente en todos los pueblos en los que habían estado.

Dado que ya se encontraban muy lejos y próximos a llegar al puerto, decidieron que se detendrían en el pequeño pueblo portuario y dormirían esa noche en una pequeña posada, esta sería la primera vez que no dormirían en la carreta. Estando dentro del cuarto, María se acercó a su señorita para saber cómo estaba, dado que casi no había hablado durante todo el viaje y la joven sirvienta estaba inquieta.

-Señorita Anette, ¿se encuentra bien?

-Es extraño, María. Esta es mi primera vez tan lejos de casa, pero no me siento triste, tampoco siento nostalgia.

-No es de extrañar, usted no recibía buen trato de parte de la señora Mabel, no puedo creer que ella sea su madre.

-De hecho, no lo es; Mabel no es mi madre, me aferré a ella porque extrañaba a mi madre y al principio fue tan amable conmigo y luego fue tan malvada y cruel, pero en ocasiones de nuevo era cariñosa, en realidad nunca supe si me odiaba o me quería. Yo quise creer que le importaba al menos un poco y caí en su manipulación.

-Lo bueno es que ya está lejos de ella. Dijo María con felicidad.

-No creí que tendría el valor para alejarme, gracias por esperarme María.

-Señorita, ha sido usted para mí una verdadera amiga y aunque no tengo mucho que ofrecer mi granja será su casa.

-María, con tu amistad y buen trato me basta, no es como si no estuviera acostumbrada a trabajar duro, y por favor ya no me trates de manera formal, ya no soy una noble, ahora soy una plebeya igual que tú.

Terminada su charla decidieron salir al mercado y a conocer un poco más del pueblo, además tendrían que averiguar a qué hora salía el primer barco rumbo Asdod, país del cual provenía María.

En el mercado hicieron la compra necesaria para su viaje, también compraron telas para hacerse nuevos vestidos, tan pronto llegasen, pues, los que tenían ya estaban algo viejos y gastados. Disfrutaron de los diferentes platillos típicos de aquel pintoresco lugar y regresaron nuevamente a la posada para descansar.

-En Asdod estaremos seguras, tu familia no sabe que ese en mi lugar de origen y es improbable que nos busquen allí.

-Eso espero, María. No quiero ser hallada, en realidad me siento mucho mejor ahora que he dejado ese horrible lugar.

-Cuando intenten buscarnos, estaremos muy lejos de aquí, para cuando lleguen al puerto ya nos habremos ido, les llevamos dos días de ventaja gracias a Jonás.

* Y ¿si Jonás nos traiciona? Preguntó Anette con algo de preocupación.

-No lo hará, Jonás irá con nosotras a Asdod, él también es de allí, es un viejo amigo de mi padre y vino a este reino para buscarme y traerme a casa.

-De verdad, lamento no haberme decidido a escapar antes, María. Por mi culpa tuviste que retrasar tu viaje.

-Mi querida señorita Anette, es verdad, pero no me arrepiento de haberla esperado al fin y al cabo aquí estamos y mañana seremos libres.

Esa misma noche, mientras Anette y María descansaban en la posada, Mabel, Cassandra y Cassius estaban terminando de ordenar a la servidumbre en qué lugar poner sus cosas en el nuevo ducado.

-Madame, acaba de llegar una carta para usted. Dijo Bruna en voz baja mientras le pasaba en secreto una un rollo de papel.

-Gracias Bruna, no sobra recordarte lo que ya sabes. El ama de llaves asintió y se retiró del lugar, ella era la mujer de más confianza que tenía Mabel, ya que ella misma la había traído para reemplazar al ama de llaves anterior, además ella conocía ciertas cosas del pasado de Bruna con lo que podría hundirla si la traicionaba.

Abrió la carta y encontró un contenido que pareció disgustarle demasiado «Estos inútiles» En la carta, los hombres que ella había enviado para buscar a Anette le decían que habían encontrado las huellas de lo que se cree un carruaje y que preguntando en varios lugares, pero nadie había visto tal carruaje salir del Marquesado además se habían encontrado con hombres del Duque Paul y eso les había impedido seguir recaudando pistas.

Por su parte, el ahora Duque Dummont no podía estar tranquilo, caminaba en su despacho de un lugar a otro esperando noticias del paradero de su hija y estaba impaciente esperando que los hombres que había enviado le dieran alguna información. Entre tanto, uno de sus subordinados llegó.

-Disculpe la tardanza, mi señor, hemos encontrado pistas sobre el paradero de la joven. Al momento le entregó un reporte que decía: Al parecer los presuntos secuestradores se la llevaron en una carreta, hay personas del pueblo que dicen haber visto la carreta salir del mismo por la puerta, este que va hacia ciudad Monnart ya enviamos a varios hombres a investigar, le enviaré un reporte tan pronto como obtenga más información.

El Duque se sintió un poco más intranquilo, si él hubiera estado más pendiente de su hija, no la habrían secuestrado. Sin embargo, una duda lo asaltaba y era el hecho de pensar quién podría haber decidido secuestrar a su hija si ella no tenía contacto con nadie, fue ahí donde empezó a sospechar que algo no andaba bien y decidió callar la información recibida y no contarle nada a su esposa hasta que estuviera seguro y su mente se aclarase por completo, aunque se sentía mal por sospechar de su amada, una voz en su conciencia le juzgaba y le impedía hablar del tema con ella.

Estando ya entrada la noche un mensajero que provenía del castillo les entregó una Carta, esta ka recibió el Duque en presencia de su esposa y sus hijastros, por lo cual la leyó y luego de leerla detenidamente dijo a todos.

-Recibiremos visitas mañana, el príncipe heredero y el Archiduque de Asdod vendrán a tomar el almuerzo con nosotros.

Escuchar esto puso una alegre sonrisa en la cara de Cassandra, tal vez esta vez el príncipe le haría caso o por qué no, el Archiduque se habría interesado en ella ya que este la había saludado con cortesía durante el banquete y ahora que su hermanastra estaba perdida no tendría competencia alguna.

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Quiero disculparme con ustedes por no actualizar seguido, he estado bastante ocupada y también tuve un bloqueo creativo, agradezco de antemano su comprensión.

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