Los pasos que daba Yuuki cada vez se le hacían más pesados y gélidos, llevaba siguiendo a Hinoko durante un rato completamente desorientado. Todo lo que había vivido recientemente en el departamento de Leonell se le repetía en fragmentos, incluso a ratos intentaba negarlo y cambiar las cosas.
—Ellos no estaban juntos, seguramente Naoki por algún motivo fue a verle...- se mentía— pero Naoki no pasó la noche en casa... tal vez ella se sintió mal y solo le cuidó...
La voz de Hinoko estaba de fondo, le hablaba de un viaje que había hecho antes de conocerle y tenía que ver con la nieve y no sabía que más. Quería creer que Leonell solo estaba molesta por cómo había reaccionado con su hermano y por eso ella le había tratado así.
La recordaba acariciando su miembro, y respondiendo a sus besos. No era posible que ella no sintiese algo por él, es más, lo había reconocido en su momento. Aunque había dicho que ella sentía atracción por ambos y a Naoki le quería de una forma distinta... poco a poco volvía a la realidad —... ella estaba a medio vestir y él también...- sé dijo, mientras intentaba aceptar que ella, por algún motivo, lo había dejado de lado y había preferido a su hermano.
—Llegamos- ella le tomó la fría mano y lo hizo entrar a un cálido restaurante. Allí se sentó a su lado y le sobó las manos, no se había percatado pero las tenía casi moradas del frío y el rostro lo sentía palpitar al reaccionar con el calor del local.
No había consuelo, solo quería que Leonell estuviese allí y le aclarase todo.
—¿Qué me podría aclarar?... que le gusta el imbécil de mi hermano...
Apretó los puños, pero sus manos se sentían adoloridas, se dio cuenta que Hinoko le miraba con lástima, como si en verdad pudiese estar sintiendo lo que él.
—Lasaña por favor— ordenó, sin siquiera consultar con él y se acomodó en su hombro sin dejar de sostener sus manos. No estaba en sus cabales realmente, se sentía algo adormecido y en negación. Se percató recién que estaban en un lugar público y que aquellas muestras eran mal vistas.
—... Hinoko chan... nos están viendo...- sé animó a decir a la vez que se movía hacia el lado, acomodándose en el asiento y viendo como un mesero se acercaba a arreglar su mesa.
A decir verdad, nadie les miraba feo, seguramente lucían como una pareja adolescente, como todas las veces que les juzgaron por estar juntos. Sabía que pronto tendría que enfrentarse a todo el salón y mentir diciendo que era novio de aquella chiquilla.
—Yuuki kun... mi padre quiere que nos juntemos a cenar en un restaurante el lunes por la noche.
Yuuki no dijo palabra, seguía serio y ensimismado, en estos momentos no le importaba nada más que Leonell y lo que había sucedido. Sacó su celular por si acaso ella hubiera vuelto a estar en línea, pero ni siquiera había revisado los mensajes.
Nunca se había sentido tan mal, no sabía cómo lidiar con el dolor que estaba consumiéndole en su interior. Era una mezcla de un vacío en su pecho, con la sensación de caer lentamente hacia un abismo sin fin, además, cada minuto que pasaba, más cansados iba sintiendo los brazos y las piernas, probablemente por haber golpeado a Naoki.
—El día lunes según Takahashi kun, el salón va a intervenir con lo que pasó con Mitsui kun... Estoy preocupada.
Aquello le distrajo de su caída interior. —Es cierto, y mamá fue citada a hablar con el director... De todas formas, dije que estábamos saliendo, mantendré aquel discurso, no te preocupes...
Ella le esbozó una sonrisa y se dispuso a comer, pero Yuuki no tenía hambre, se iba quedando cada vez con menos fuerzas y sentía profundos deseos de irse a casa. Hinoko le obligó a probar bocado, ella también lucía preocupada, ya que el rostro de Yuuki estaba pálido e inexpresivo.
Salieron del local y caminaron durante un par de cuadras, ella le tomaba del brazo y le cuidaba. Sabía que no podía dejarle solo o sería darle chance de deprimirse. Tenía miedo que volviera a intentar lanzarse al tráfico, o quisiera hacerse daño.
—...Yuuki kun- dijo con la voz más dulce que pudo— Quiero regalarte unos guantes, ¿Me acompañas a la tienda?
—... bien
Fueron hasta la tienda, glamurosa y elegante, le compró unos suaves guantes negros y aprovechó de probarse un hermoso abrigo café.
—¿Dime Yuuki, me queda bien este?
Ella se veía realmente linda, Yuuki asintió y luego de comprarlo, ella le invitó a ver una película. No quería en verdad, no se sentía de ánimos de seguir fuera de casa, rechazó la invitación y se despidió de Hinoko. Ella decidió acompañarlo a casa, quería cerciorarse que Yuuki estuviese a salvo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 117 Episodes
Comments
Valentina DavilaTuesta
por cierta parte considero que Yuuki e Hinoko serían una linda pareja /Slight/
2024-01-23
3