Viaje

Transcurrían los días y las semanas, supuestamente eran novios, siempre que podían se hablaban y se contaban de las cosas que hacían. Sus trabajos les llevaba mucho tiempo, por ese motivo se veían muy poco, las pocas veces que se veían era para hablar un poco, disfrutar de una comida o un café. Pero Lina no veía la hora de repetir aquel momento donde se había perdido en la pasión, ya quería repetir aquel tipo de encuentro que habían tenido con Jose Maria, anhelaba sentirlo muy dentro de ella, quería una vez más subir y bajar de las estrellas. Era la primera que se había entregado a alguien y se quedó con deseos de más. Una tarde estando en su trabajo él la escribió.

Jose Maria- Hola amor, quería avisarte que voy a viajar a la Quiaca por unos días- Le decía mientras pensaba en alguien más.

Lina- ¿Cuándo te vas a ir?, te voy a extrañar- Ella algo rara le preguntó.

Jose Maria- Me surgió un pequeño trabajo, me voy el lunes, también te voy a extrañar amor.

Lina- No vamos a poder despedirnos amor, pero bueno espero te vaya bien y a tu vuelta nos veremos.

Jose Maria- Nos vamos a estar escribiendo, y también te voy a extrañar amor.

Lina- Ya me dijiste que me vas a entrañar, pero bueno cuídate mucho.

Ella se puso algo triste porque tendría que esperar por un tiempo para qué volviera a vivir otra experiencia sexual a causa de su deseó, no tuvieron una despedida como ella quería, ella se quedó con deseos de él. Para satisfacer su deseo ella tendría que esperar hasta que él regrese del viaje que iba a realizar.

Jose Maria no solo se iba de viaje por trabajo, sino que también se iba a encontrar con una novia que él tenía haya, Lina jamás se imaginó de esto. Ella creía que él únicamente a ella le pertenecía, jamás imaginó que él tenía otra relación a distancia.

Cuando él llegó a su destino fue a ver a su mamá y a saludar a su hermana, pero antes él ya había quedado en verse con la novia que tenía ahí, así que después de estar un rato con su madre y su hermana se fue a ver con Ruth.

Quedaron en verse en la pequeña plaza que había en el pueblo, Ruth estaba emocionada por ver a su novio después de mucho tiempo.

Ruth- Hola mi amor, pensé que jamás volverías- Con un fuerte abrazo y un beso le recibió.

Jose Maria- No sabes la falta que me hiciste amor, te extrañe mucho- Le decía mientras tomaba de su mano y se iban caminando.

Ruth- Yo te extrañé mucho más.

Jose Maria- Me alegra mucho verte, y si te vienes haya conmigo.

Ruth- No es fácil amor, sabes que estoy estudiando y quiero terminar mis estudios.

Jose Maria- Pero aya puedes hacerlo amor.

Ruth- Es muy tentador lo que dices, pero no puedo dejar a mi madre, sabes que tiene una enfermedad y quiero cuidarla. Y si más bien vos te quedas aquí.

Jose Maria- Amor, para mí tampoco es fácil, pero seguro ya se nos va a ocurrir algo, porque yo te amo y quiero estar contigo.

Ruth- También te amo mi amor.

Juntos se fueron a dar una vuelta mientras hablaban y disfrutaban de su encuentro.

Pasaban los días y Lina no tenía noticias de él, ningún mensaje, ninguna llamada, ni nada. La tristeza se apoderaba de ella, la angustia de querer saber de él hacían que sus días fueran difíciles y largas, le costaba mucho concentrarse en su trabajo, los estudios y las cosas que tenía que hacer, lo único que deseaba era saber de él.

Ella en poco tiempo se había acostumbrado a él, ahora que él no estaba se sentía extraña, le gustaba contarle todo lo que le pasaba, él era como su diario. Ahora que no estaba se sentía sola y aburrida. Él hacía que ella tenga con quién matar su aburrimiento. Ya no aguantaba más así que le escribio.

Aun recuerdo nuestro primer encuentro, extraño esos besos cálidos que nos dimos esa mañana, extraño sentir tu piel desnuda sobre la mía, donde estás amor, te necesito, mi cuerpo necesita del tuyo y perderse en ese abismo y hacerme sentir que solo soy tuya, vuelve amor que te extraño.

Lástima que ese mensaje no lo leyó él primero, cuando Lina le mando ese mensaje Jose Maria estaba con Ruth, minutos antes habían hecho el amor, Ruth tomó su celular y leyó ese mensaje, ahí tuvieron una pelea.

Ruth- Porque esta mujer te mando ese mensaje, ¿estás saliendo con ella?- Enojada y confundida le preguntó.

Jose Maria- No es nadie importante amor, no tienes por qué preocuparte.- Intento calmarla y convencerla que estaba equivocada.

Ruth- ¿La conoces?

Jose Maria- Si la conozco, es una compañera de la secundaria, y vive haya también, pero está algo loca, no le des importancia.

Ruth- ¿Se vieron?- Insistía en que el hablara de ella.

Jose Maria- No amor como crees, sino, no estaría aquí contigo, vengo desde tan lejos para estar unos días contigo mi amor. Te amo solo a ti.

Ella se dejó convencer por él, y disfrutaron de los días siguientes que tenían adelante.

Mientras tanto Lina no obtuvo ninguna respuesta al mensaje que le habia enviado, después de tanta espera un día le llegó un mensaje de él, pero el mensaje que llegó no lo había escrito él, sino alguien más, el mensaje decía:

Lamento mucho haberte ilusionado, yo amo a otra persona y ahora estoy con esa persona, la amo mucho y está esperando un hijo mío, por favor ya no me escribas más.

Golpe duro para el corazón de Lina, se sentía tonta, usada, sentía dolor. Ella no sabía si contestar o no a ese mensaje, decidió no contestar nada. Ella estaba esperando una explicación, pero después pensó un poco y se dijo, ¿para que?, si esto ella sabía que pasaría tarde o temprano. Lo malo fue que ella se había hecho ilusiones, y es más se dio el tiempo de fantasear muchas cosas. Sintió un poco tristeza porque su juego del amor había durado muy poco. Ella una vez más quería tener intimidad con él, quería entregarse, y aprender cosas con él, ella no tenía experiencia con el tema sexo y quería aprender más, quería una vez más sentir esa sensación excitante que le provocaba.

De repente un día cuando estaba en la facultad le llego otro mensaje, donde decía.

Jose Maria-Hola amor, ¿cómo estás?.

Cuando lo vio se dijo, ¿que pasa?, ¿por qué me escribe como si nada ahora?, entonces ella contestó.

Lina- Estoy confundida.

Jose Maria- ¿Porque estás confundida?.

Lina- No lo se, dime vos.

Jose Maria- Te explicaré cuando llegue.

Lina se quedó pensado en todo lo sucedido, ella sin darse cuenta se había enamorado un poco de él, pero le costaba aceptarlo, ella quería negarse a sí misma ese sentimiento que sentía, realmente lo extrañaba y no veía la hora de que él llegue.

Llegó el día de su llegada quedaron en verse, pero cuando se vieron fue difícil para ella saludarlo como siempre lo hacían con un beso en los labios.

José Maria- Veo que estás enojada, bueno hablemos...- Le dijo al notar su rostro diferente, con una seriedad en su voz.

Lina- Aquí no, vamos a un hotel, ahí te escucharé todo lo que tengas que decir, no quiero hacer drama en la calle, mejor que sea en privado.

Jose Maria- Bueno vamos.

Se dirigieron al hotel, ella seguía sus pasos, los dos en silencio caminaban, ella se sentía enojada y triste, una mezcla de sentimientos la invadía. Cuando llegaron al destino, el pago él preció de la habitación y se dirigieron para haya, cuando entraron ella no pudo contenerse más, le tomó del rostro con sus manos y le besó locamente, él la tomó en sus brazos y correspondió al beso. Se empezaron a quitar la ropa sin medida ambos y juntos cayeron en la cama, una vez más ella se estaba entregado a él, sin permiso y sin decir ninguna palabra, sus cuerpos una vez más estaban ardiendo en pasión, a ella le gustaba sentirlo, cuando él la penetraba ella sentía que estaba en los cielos y no quería bajar de ahí. Cuanto anhelaba este momento ella, si esta sería la última vez que lo vería tenía que disfrutarlo y vivirlo una vez más, sus cuerpos sudaban por todos sus poros, una descarga de adrenalina era lo que Lina necesitaba antes de escuchar lo que no quería escuchar.

Ella ya venía con un presentimiento por el caminó, su instinto femenino ya le alertaba lo que venía, así que antes de que se frustre más de lo que ya estaba, la decisión que tomó era entregarse una vez más, después ya no importaría en que terminaría la cosa, esa tarde ella quería irse satisfecha por haber tocado su piel, su cuerpo y todo de él.

Esa tarde ella se entregó a él de una manera tan diferente, no fue como la primera vez que estaba algo nerviosa, esta vez estaba más segura de lo que haría y más decidida. Después de entregarse ya no le importaba mucho lo que él tenía para decir, obviamente se debían una explicación, pero antes de eso ella quería una vez más sentir su cuerpo junto al suyo. Porque estaba claro que después de eso ella tendría que tomarse un trago amargo y antes de eso ella prefirió otra cosa.

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