La Regla De Un Secreto.
Era la noche de máscaras, una fiesta que se da anual en el club más exclusivo del país, los jóvenes de la alta sociedad y algún otro amigo cercano se dan está cita para poder ser parte de la exclusiva elite de alta gama, cuando la fiesta ya había comenzado una camioneta todo terreno rosada se paró frente a la entrada del club, cualquier persona pensaría al verla que se bajaría un hombre de ella porque a pesar del color era un carro digno para un hombre, si tuviera otro color sería hasta para un militar, pero no, de allí se bajó una hermosa chica pelirroja con un hermoso vestido negro el cual le hacía resaltar su bella piel blanca, hermosas curvas, el rostro tapado completamente con una máscara plateada la cual solo dejaba ver sus labios rojos, venía acompañada de dos chicas más, una de ellas más joven cabello negro, vestido rojo antifaz del mismo color, la otra chica una rubia con vestido blanco y máscara del mismo color.
- No podemos decir nuestros nombres mientras menos nos descubran mejor.
- Tu cabello te delata. (comenta la rubia)
- Claro que no, esperan a una pelirroja llena de rizos no una cabello liso con un tierno moño. (contesta la cabello negro)
- Eso es cierto para comenzar, yo me llamaré como mi tía, Athenas, Tú (señalando a la cabello negro)serás Artemisa y tú (señalando a la pelirroja) Afrodita.
- Ok, me gusta.
Las tres chicas entraron al gran salón todo era máscara y misterio, cada persona que allí estaba usaba una máscara, hasta los mesoneros así servían, en medio del baile la pelirroja sintió una mirada muy fuerte y giró su mirada hacia la fuerza magnética que la llamaba.
Allí estaba él, vestido completamente de blanco con una copa en su mano, la máscara solo permitía ver sus ojos, ya que tenía tapado hasta los labios, la chica quedó impregnada de esa mirada, ninguno volteó no se supo cuanto tiempo pasaron así, pero un fuerte empujón logró que la chica retrocediera y volteara su rostro: "Chica ten más cuidado".
- Y tú no estés atravesada donde no deberías.
- Afrodita no vale la pena. (Afrodita volvió a mirar hacia la dirección donde estaba aquel misterioso hombre pero él ya no estaba allí) ¿A quién buscas?
(Mirando hacia todas las direcciones) A nadie, no vale la pena.
La fiesta continuó, la sensación del momento era el trío de diosas, que no dejaban de bailar Afrodita sentía la mirada en su espalda y cuando volteaba él no estaba allí, así llegaron casi a la media noche hasta que la pelirroja se cansó: "Athenas voy afuera necesito respirar un poco de aire fresco".
- Ok te alcanzó en un rato
- Ten cuidado con Artemisa está muy pegada con ese chico y su mamá nos mata si le pasa algo.
- Si mamá, pierde cuidado.
Afrodita sube las escaleras, en el segundo piso se dirige a un salón privado cierra la puerta y se va al balcón a respirar profundo, pensó en quitarse la máscara pero escuchó la puerta del salón abrirse así que permaneció como estaba, al voltear se encontró con el hombre que había visto temprano, el chico venía con su máscara blanca hacia donde estaba ella.
- ¿Qué haces aquí sola? (una voz profunda y varonil)
- Estoy respirando un poco, ¿Y tú qué haces aquí?
- Acosarte...
- ¿Perdón?, no creo que aún haya nacido el hombre que sea capaz de acosarme nuevamente.
- ¿Cómo te llamás?
- ¿El nombre real o el de esta noche?
- ¿Cuál me quieres dar?
- Para eso son las máscaras para estar en el anonimato, así que me llamo Afrodita ¿Y tú?
- El caballero blanco.
- ¡Guao!, me gusta... Bueno caballero ya tengo que irme.
- Ok, mejor así puedo seguir viéndote sin que me veas.
Afrodita giró sobre su propio eje pero tropezó con la mesa que allí estaba y perdió el equilibrio pensó que se golpearía muy fuerte contra la puerta de vidrio pero unos brazos fuertes la sujetaron quedando ambos frente a frente, si él no hubiese cargado máscara de seguro su nariz tocará la de ella, Afrodita pudo ver la mirada más intensa y fuerte que jamás había visto, él sintió que la conocía que algo lo unía a ella pero no entendía por qué.
- ¡Que rico aroma tienes!, eres bellísima.
- ¿Cómo sabes que soy bella si mi máscara está tapando todo mi rostro?... ¿Me puedes soltar por favor?
- ¿Y si no quiero hacerlo?
- Por favor, Suéltame no quiero hacerte daño.
El chico de la máscara blanca la suelta y levanta las manos en señal de inocencia y derrota, ella respira profundo e intenta salir. cuando da dos paso él la toma del brazo: Por favor baila conmigo.
- ¿Y tu pareja?
- ¿Mi pareja?
- Sí, la chica de rosa que ha estado junto a ti toda la noche... Me imagino que es tu pareja.
- ¿Me has observado?, por favor disimula un poco que te gusto.
- Por Dios, madura mejor me voy.
- Baila conmigo, solo un baile, una canción y te perdono que me hayas acosado durante toda la noche y aquí intentaste besarme.
- ¡Que descarado eres!, mejor me voy porque no quiero terminar en la jefatura.
Afrodita sale del privado y se dirige hacia el salón principal cuando llega al final de la escalera comienza un baile lento y de pronto es tomada de la mano mientras que alguien la llevaba directo al centro del escenario que se acababa de desahogar, cuando vió a quien la llevaba era él, quiso soltarse pero no hubo oportunidad una luz los iluminaba mientras que todas las demas luces de la sala se apagaron, una voz en off: "La dama Afrodita junto al caballero blanco serán los protagonistas de este baile llamado Cenicienta, un aplauso por favor"
- Yo no quiero bailar contigo, por favor Suéltame.
- Ya estamos bailando preciosa, por favor dame una oportunidad, yo solo quiero bailar contigo.
- No... no me llames preciosa, ya todos nos están viendo, solo baila sin hablar para que todo termine más rápido (Afrodita respiró profundo y decidió terminar el baile sin hablar y mucho menos mirar al molesto compañero de baile).
Mientras tanto él no podía quitarle los ojos de encima, algo sentía por esta chica, era como un imán que no lo soltaba por más que quisiera hacerlo, respetó la orden de no hablar, cuando ella cruzaba su mirada él le guiñaba el ojo, ella solo volteaba y veía a otro lado, los corazones de esta pareja latían con el mismo ritmo impidiendo un poco mantener a raya los nervios que sentían.
Al fin la canción culminó y los aplausos no se hicieron esperar todos los presentes sintieron la tensión, pasión y nervios de los protagonistas, Afrodita dejó la pista del baile casi corriendo y detrás de ella se fue él siguiéndola.
- Espera, espera.
- ¿Qué?, ¿Qué? Ya baile contigo, por favor déjame en paz.
- Solo quiero... Discúlpame por favor solo... solo quiero... es que tú...
Él la siguió hasta el patio trasero del club cuando de pronto la tomó del brazo la giró para tenerla frente a frente, se levantó un poco la máscara y besó sus dulces labios rojos, el mundo se detuvo entre ellos, Afrodita solo pudo responder al beso, el brazo que le quedaba libre lo paso por el cuello de él hasta abrazarlo mientras que él la abrazaba por la cintura, el beso fue apasionado e intenso, sus lenguas se acariciaron lentamente y ninguno quería dejar de besar, pero un segundo de lucidez de Afrodita la hizo empujar a su besador, el caballero mantuvo su agarre en la cintura y pegó su frente con la de ella sin abrir los ojos, los dos permanecieron con los ojos cerrados, hasta que él rompió el silencio: Nunca había besado a nadie así.
- Yo... yo...
- ¡AFRODITA!
La voz de Artemisa se escuchó en todo el patio, la chica observó con picardía como su acompañante era abrazada por ese misterioso chico: Ya es hora vámonos.
Afrodita salió corriendo sin mirar atrás, no sabía si escapaba o simplemente corría para poder llegar a tiempo, el caballero de blanco solo pudo observar cuando ella se iba, se acomodó su máscara que ahora estaba en su cabeza, miró hacia abajo y había algo brillando en el césped, se agachó y lo tomo era un hermoso dije con una media luna en medio de cuatro letras una G, una A, una L y una J cada una de ella echas en hermosas piedras: "Huye ahora hermosa Afrodita pero con esta joya juro que encontraré a la gema más grande".
Afrodita corrió hasta donde estaban Artemisa y Athenas las tomó de la mano y salió como huyendo del baile, un trío de cenicientas corrieron hasta llegar al todo terreno rosado, cuando ya estaban lejos del club se despojaron de las máscaras para respirar un poco mientras se reían de la manera como salieron de la fiesta mantuvieron la incógnita y el secreto hasta el final.
- Luna, ¿Quién fue ese chico que bailó contigo?
- No tengo la menor idea de quién es pero... pero me ha hipnotizado.
- No es necesario que lo digas, en ese baile se dijeron tantas cosas y al mismo tiempo no dijeron nada.
- Beba, por favor que nadie se entere
- Tranquila prima, nadie se enterará como siempre, solo se lo diremos a Whitney, hasta el abrazo que se estaban dando en el patio del club.
- ¿Qué?, ¿Estaban abrazados? (Beba miró hacia atrás donde iba sentada Carol y le afirmó con la cabeza).
- Perfecto así será, solo Whitney se enterará y ya cerrado el tema.
Las chicas siguieron conversando de la fiesta hasta que Luna se dió cuenta que Carol iba muy callada.
- Carol, ¿Por qué vas tan callada?
- Han pasado 3 años desde que Whitney dejó de hablar, y aún no podemos descifrar como ayudarla, y lo peor de todo es que ya con esta fiesta se inicia la temporada navideña y por lo visto mi hermano tampoco vendrá este año.
- Carol, no, esta noche no hablaremos de él, hace más de 7 años se fue para no volver más, así que no lo esperes.
- ¿Tú ya no lo esperas Luna?
- Hace dos años cuando por fin hablé con él por teléfono, después de escuchar como hablaba y se expresaba de nosotros, cuando no le importó por todo lo que pasamos y como quedó Whitney, después de eso me di cuenta que él ya no es el mismo niño que se crió con nosotras que ya no vale la pena esperarlo, así que no, Carol no lo estoy esperando, ya no más... (Luna respiró profundamente mostrando una gran decepción y tristeza en su mirada) perdí muchos deseos esperando que volviera ahora mis deseos y anhelos solo son para que Whitney se recupere.
Llegaron a la Villa Hua, la cual prácticamente era una urbanización privada casi ciudad con jurisdicción propia, Luna dejó a cada chica en su casa y continuó a la principal, hoy quiso dormir en casa de sus abuelos Hua, donde hace más de 3 años vive también Whitney, entró con sigilo para no despertar a nadie pero cuando llego a la pata de la escaleras se llevó un gran susto.
- ¡LUNA!
- ¡Aaaah!, abuelo me asustaste. ¿Qué haces aquí?
- Aquí vivo desde hace 43 años. ¿Y tú qué haces aquí?.
- Aquí vivo desde que volví con mi mamá cuando tenía 4 años más o menos.
- Ah sí es verdad, ¿Quién fue?
- ¿Quién fue qué?
- ¿Quién fue el culpable?
- ¿De qué?
- De ese brillo nuevo que tienes en tu mirada, ¿Quién es el culpable?
- ¿Cual brillo abuelo?... Creo que estás dormido?
- Ok, no me cuentes, no confíes en mí, ve a dormir, que dentro de unas pocas horas te llamaré para desayunar.
- ¿Y tú no vas a dormir?
- Sí, subo contigo, tu abuela debe estar extrañandome.
- Abuelo mañana es sábado, no tengo universidad puedo dormir un poco más.
- Pero mañana, les tengo una sorpresa a todos, así que ya todos saben que los quiero aquí en el gran comedor, bien temprano.
Charlie y Luna subieron abrazados, luego él le dió un tierno beso en la frente cuando estaba en la puerta de su habitación, ella entró y apoyando su espalda en la puerta se dejó llevar por el pensamiento, ese chico misterioso le robó su segundo beso en la vida, la chica no podía creerlo, se había besado con un perfecto desconocido el cual tenía la mirada más intensa jamás dirigida hacia ella: "Solo he visto esa mirada en mi abuelo cuando mira a mi abuela o en mi tío Mateo cuando mira a mi tía Mari pero nunca hacia mí, nadie nunca me había visto así"
Esa madrugada, Luna decidió echarse un baño antes de tratar de dormir, mientras tanto en un hotel exclusivo de la ciudad un apuesto joven jugaba con el dije de media luna,lo paseaba entre sus dedos pensando en esa chica, sus labios, sus ojos, su piel, la fuerte conexión que sentía por ella no la había sentido jamás: "Debo conocerte, debo saber quién eres, Afrodita, Afrodita ¿Qué hechizos me echaste en ese beso? no puedo sacarte de mi cabeza.
La puerta de la habitación se abrió, apareció una chica cabello negro, morena de ojos verde, con unas curvas peligrosas en una bata blanca ajustada que le hacía contraste con la piel y lo llamó: ¡Yan!, ven a dormir no quiero conocer a tu familia mañana con unas ojeras espantosas.
Yan se levantó de la mesa y una luz lo iluminó por completo, es un hombre joven,cabello negro bien cortado, nariz perfilada, ojos achinados y expresivos, labios rojos y mandíbula gruesa, es la perfecta imagen de Charlie con algunos rasgos de Wes su otro abuelo, la piel blanca y un cuerpo perfecto con gran elegancia se dirije hacia la chica con pasos lentos pero seguro.
- ¿Qué importa si te ven fea? Solo estaremos unos días por la herencia de mi abuelo Wes y luego nos iremos para nunca más volver aquí.
- Sean unos días o 100 años pero igual no me quiero ver fea, tu familia es muy famosa y hermosa no quiero desencajar porque tú no me hayas dejado dormir, además aún no te perdono que hayas bailado con esa tipa y te hayas perdido por un tiempo con ella.
- Ya te dije que no sé quién es, pero ya olvida eso ni siquiera la volveremos a ver.
Yan se llevó a la chica a dormir, pero esa noche no quiso hacer nada con ella solo se acostó y la abrazó para luego perderse en sus pensamientos, en aquellos ojos negros azabache que le robaron el alma, ese aroma particular el cual aún estaba impregnado en su piel, la chica no se dió cuenta que el dije lo guardó con mucho recelo mientras pensaba la A debe ser de Afrodita pero la G, la L y la J... ¿Quién eres Afrodita?
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Updated 172 Episodes
Comments
Mayra Jimenez
Que buen comienzo
2024-09-30
0
Diorkis Palencia
y comienzo con la segunda /Kiss//Kiss/
2024-05-31
1
Alejandra Rodriguez
Me gustó este primer capítulo. Espero los siguientes, sean atrapantes como éste.
2024-05-04
2