Capítulo 11

Soy Rodrigo Ocampo, soy un empresario de 29 años, hace un par de años mis padres murieron en un accidente aéreo y herede una gran fortuna junto con mi hermana de 20 años, nos llevamos muy bien y trabajamos duro para mantener el negocio familiar en la cima.

Estuve casado por dos años con clarisa, una chica de 22 años, daba la vida por esa mujer pero ella solo buscaba mi dinero.

Ya tengo un año soltero y he sanado completamente, ella se volvió a casar y es lo último que supe de ella.

Tengo negocios en España, nueva York y Londres.

Hoy debo volar a Madrid, una de las empresas está teniendo problemas y debo ir personalmente a encargarme de eso.

Ya en el aeropuerto iba tan apurado y distraído que no me fijé y tropecé con una chica la cual terminó con el café que se estaba tomando derramado en su blusa y su escote.

Elisa: mira lo que hiciste imbécil!

Rodrigo: lo siento señorita no la vi, tenga una servilleta!

Elisa: pues deberías fijarte la próxima vez, no necesito tu servilleta (odiosa)

Rodrigo: ya le dije que lo siento, son cosas que pasan.

Elisa: ya déjalo, con tu permiso.

Está chica se alejó y quedé como idiota mirándola, tiene la mirada más dulce y tierna del mundo, aún cuando se portó grosera quedé idiotizado con esa belleza natural que tiene.

Después de vagar un rato en el aeropuerto llegó la hora de abordar, busque mi asiento y al ver a la chica ahí dibujo una sonrisa en mi rostro.

Rodrigo: creo que estás sentada en mi asiento preciosa

Elisa: estás equivocado y mi nombre no es preciosa no seas tan condescendiente conmigo.

Eduardo: me disculpo entonces.

Azafata: señor tome asiento que estamos próximos a despegar.

Rodrigo: lo haría pero la señorita está en mi asiento.

Elisa: él señor está equivocado mire este es mi asiento

mire mi ticket y mi rostro enrojeció, pude sentir como se calentaban mis mejillas al darme cuenta que este hombre tenía razón, yo estaba en su asiento.

Elisa: vaya cuanto lo siento yo no me fijé bien(cambiándome al asiento de al lado)

Rodrigo: no te preocupes, son cosas que pasan.

Me senté a su lado y el aroma de su cabello era exquisito.

Rodrigo: un gusto me llamo Rodrigo(acomodandome a su lado)

Elisa: mucho gusto (cortante)

Rodrigo: ya que preciosa no es tu nombre puedo saber cuál, aunque preciosa te va excelente.

Elisa: mira Casanova pierdes tu tiempo conmigo, un imbécil rompió mi corazón e hizo que odie a todos los de su género así que en serio en serio pierdes tu tiempo.

Ella se pudo sus audífonos y cerró sus ojos y me ignoro.

Reí en ciertos momentos cuando ella me miraba de reojo y disimulaba.

Unas horas después ella se quedó dormida, así fue mejor, podía contemplarla sin restricciones.

Sin darme cuenta también me quedé dormido.

El resto del vuelo fue tranquilo, me desperté con su cabeza reposando en mi hombro, aproveche de perderme en el dulce olor a flores de su Cabello.

Rodrigo: (pensando) que pasa contigo Rodrigo, está chica no quiso decirte ni su nombre y aquí estás idiotizado con su dulce aroma, pero es que es tan linda, podría pasar horas contando las pecas de su espalda, vamos Rodrigo que pasa contigo. Tengo que saber tu nombre preciosa.

No resistí más y acaricie su mejilla, ella comenzó a despertar y antes que se diera cuenta fingí estar dormido, ví como rápidamente se acomodo, diría que hasta se sonrojó al verse dormida en mi hombro, saco una toallita húmeda de su cartera y limpio su rostro, no había ni una gota de maquillaje en ella, es perfecta y natural pensé.

Rodrigo: despertaste bella durmiente!

Ella no dijo nada, rodó sus ojos a otra parte mientras metía un caramelo de menta el su boca.

Rodrigo: puedes regalarme uno?

Ella me lo dió con recelo, un rato después ya habíamos aterrizado, mi cinturón de quedó atorado así que ella bajo antes que yo y pensé "maldición"

En el piso donde ella estaba sentada ví una pequeña libreta y no dude en tomarla.

La azafata me ayudó con el cinturón y baje rápidamente con ls esperanza de hallarla en la terminal pero fue en vano, no pude verla.

Subí a un taxi y en el camino abrí la libreta y comencé a leer.

Diario de Elisa...

......Hoy conocí a un chico, es muy lindo y creo que le agrado, es el más apuesto del mundo, mi tía Hanna me dice que tenga sexo con el pero yo no podría hacer algo así, soy virgen y quiero entregarme por amor .......

Pase algunas páginas

......Ya tengo dos meses de noviazgo con Eduardo, me siento ls chica más afortunada del mundo, él me ha pedido hacer el amor pero yo no estoy lista para eso, necesito estar segura de su amor .......

Sabía que estaba mal leer algo tan privado pero ls curiosidad me ganaba cada vez que leía una página.

......Nueve meses de novios y aún no siento la seguridad de entregarme a el, lo amo, es el amor de mi vida pero no soy capaz de hacerlo aún, él a veces se enoja cuando me lo pide y lo rechazó, mi mejor amiga Chelsea me dice que no haga nada por complacer a Eduardo que lo haga cuando esté lista y segura pero mi tía Hanna dice que debo estar con él o sino el buscará a alguien más......

Por alguna razón sentí coraje de que un hombre le pida sexo a una chica que está así de enamorada, y de la tía ni hablar.

Pase varias páginas sin leer hasta que una llamó mi atención.

......Hoy me entregué a Eduardo, quisiera decir que fue mágico y especial pero no lo sentí así, tal vez idealice como sería mi primera vez pero no fue para nada como lo imaginé, el fue frío, brusco, poco paciente y hasta rudo pero de igual, no sentí nada, tal vez por los nervios pero no sentí ni una chispa de deseo .........

Es un miserable pensé, como pudo tratar así a una chica que le está entregando su intimidad por primera vez.

...**Solo he estado con Eduardo tres veces y aún no siento nada, lo amo con la vida, tal vez haya algo mal en mi....

Hoy ha sido el peor día de mi vida, hoy clavaron un puñal en lo más profundo de mi alma, hoy descubrí que el hijo que espera mi tía Hanna es de mi no vio Eduardo, me siento usada, engañada y Burlada, hoy murió la Elisa Maldonado buena, nunca nadie volverá a herirme nadie me verá llorar hoy renaci como una mujer fría, fuerte y vacía**...

Estaba atónito por la magnitud de traición que estaba plasmado en esas líneas, ahora que la recuerdo había una gran tristeza en sus ojos, por las fechas en sus escritos todo es muy reciente, tengo que volver a verla, debo hallarte Elisa Maldonado...

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