Capítulo 8

Eduardo...

Después que Elisa se fue subí a mi auto, conduje como en loco hasta su casa, no podía creer que todo esto estuviera pasando, cómo diablos fui a enredarme con su tía, llore todo el camino, he engañado a Elisa con varias mujeres pero la amo demasiado, aquellas solo era para pasar el rato.

Toque la puerta y abrió su madre

Julissa: hola Eduardo, como estás, te sientes bien?

Eduardo: como está suegra, por favor necesito hablar con Elisa!

Julissa: ella no está cariño, si quieres pasa y la esperas.

Eduardo: no suegra gracias, seguro está en la casa de Chelsea, iré hasta allá!

Julissa: pasa algo muchacho?

Eduardo: no puedo perder a Elisa señora, debo ir por ella.

Deje a mi suegra en la puerta y volví a subir al auto, mi teléfono no paraba de sonar, era Hanna así que lo apague, inmediatamente llegue a la casa de Chelsea pero no estaba si auto así que espere un rato.

Casi dos horas después ví llegar a Chelsea, baje rápido de mi auto con la esperanza de que Elisa estuviera con ella pero no fue así.

Eduardo: Chelsea dime dónde está Elisa(tomándola del brazo)

Chelsea: no me toques imbécil, no se a donde se fue Elisa y si lo supiera no te lo diría, como pudiste hacerle algo así miserable.

Eduardo: maldición dime dónde está, tu no sabes cómo ocurrieron las cosas y lo arrepentido que estoy.

Chelsea: pues con arrepentirte no cambias el daño que le causaron tu y la zorra esa, ahora largo...

Elisa...

Mi hermano me ayudó a calmarme, le conté todo el estaba furioso, me consoló y me convenció de ir a casa hablar con mis padres.

Llegamos ya de noche a casa

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Julissa: hija al fin llegas, me tenías preocupada que pasa porque tienes los ojitos así? tu novio a venido tres veces a buscarte, se pelearon?

Carlos: mamá no la atosigues, Hanna está en la casa?

Julissa: si llego hace unos minutos pero no la ha salido ni a comer, por favor mis niños díganme qué pasa?

Elisa: pasa mamá que esa zorra está embarazada del que hasta hoy fue mi novio, mi adorara tía Hanna se revolcaba con Eduardo! Donde está esa cualquiera Hanna, tía Hanna ven aquí ahora mismo(gritando)

Enrique(padre de Elisa y hermano de Hanna): que pasa? que gritos son esos mi princesa?

Carlos: iré por Hanna, tenemos un problema familiar bastante serio aquí.

Mi hermano subió por Hanna, un par de minutos después lo escuché gritar pidiendo una ambulancia.

Carlos: mamá llama una ambulancia (bajando con Hanna inconsciente y sangrando en sus brazos)

Julissa: dios mío qué le pasó ?

Carlos: corto las venas de sus muñecas pero aún vive, vamos al auto.

Ver a mi tía así y no sentí nada, solo odio quería terminar con ella y así con su traición.

Mis padres y mi hermano subieron a Hanna al auto y se fueron.

Me quedé completamente sola en casa, sentía irá, rabia rencor, incluso lo sentí hacia mis padres porque nada les importo más que la traidora de mi tía, ignoraron mi dolor, mi tristeza y es algo que nunca les perdonaré.

Esa noche sentí que algo en mi interior de quebró, llore sola hasta que me cansé.

Elisa: hoy murió la Elisa Maldonado buena, noble, dulce, la más imbécil y estúpida de las mujeres, nunca nadie volverá a herirme lo juro.

Mire la fotografía de Eduardo y mia en mi mesita de noche y la tomé con furia

Elisa: te juro que te ame Eduardo pero jamás te perdonaré que me hayas causado este dolor, te burlaste de mi, de mi inocencia, del amor puro que te di, me entregué a ti y me heriste (llorando pero furiosa) este amor lo sacaré de mi corazón aunque sea lo último que haga, te voy a odiar toda mi vida, eres el peor de los hombres.

Rompí la fotografía y con ella mi amor por Eduardo, me duché y me acosté ya no podía llorar solo odiar a mi tía y al traidor. Baje por un vaso de agua, eran cerca de las once de la noche, el timbre sonó, ni siquiera sentí miedo de abrir la puerta a esa hora, abrí y ahí estaba el más miserable de los hombres.

Eduardo: mi amor necesitamos hablar(tomándola entre sus brazos)

Elisa: te escucho, quiero saber exactamente qué se siente acostarte con la tía de la mujer que supuestamente amas (mirada llena de furia pero serena)

Eduardo: te amo con la vida niña bonita, perdóname, fui un idiota al caer en los juegos de Hanna, te juro que no siento nada por ella.

Elisa: sabes ustedes los hombres son tan básicos, no sientes nada por una chica pero te revuelcas con ella.

Eduardo: cometí un error y me arrepiento

Elisa: un error? un error se comete un vez y tu fornicaste con mi tía muchas veces lo oí de tus labios (alzando ls voz)

Eduardo: fui un imbécil lo sé, te ruego que me perdones bebé, yo estaba ebrio cuando ella se me insinuó, se metió a mi habitación y se desvistió, yo como imbécil no resisti.

Elisa: entonces todas las veces te acostabas con ella ebrio!

Eduardo: ya luego tenía miedo de que si la rechazaba ella te contaría todo no quiero y no puedo vivir sin ti.

Elisa: aparte de todo lo que me hiciste eres un miserable al pedirle que aborte s un inocente.

Eduardo: Elisa tu sabes quién es Hanna, no creo que esa criatura sea mia.

Elisa: que se sintió el día que te revolcaste con ella cuando yo me fui de la fiesta, luego me entregué a ti y al rato con ella otra vez, apuesto que te sentías el más macho del mundo, puedo verte riéndote de mi ese día!

Eduardo: no bebe no es así

Elisa: no quiero volver a verte, puedes ir al hospital a ver cómo está Hanna y tu hijo, ls muy cobarde intentó acabar con su vida, nunca en tu vida vuelvas a buscarme por ti daba la vida, ahora solo hay odio.

Él lloro pidiéndome perdón de rodillas, pero yo no sentía nada más que odio, me sentía llena de rencor, entre a mi casa y ahí lo deje.

Me acosté y Chelsea me llamo

Chelsea: vaya nena al fin contestas cómo estás?

Elisa: mejor que nunca Chel, ls única diferencia es que ahora tengo un corazón de piedra, nunca nadie volverá a lastimarme (fría y cruel)

Chelsea: Eli nena no hables así, conmigo puedes llorar, desahogarte.

Elisa: llorar? no Chelsea nunca en mi vida nadie me veta llorar de nuevo, de ahora en adelante nunca seré la burla de nadie, llorar? por quien? por ese par de ratas ninguna lágrima más saldrá de mis ojos(llena de odio)

Chelsea: Elisa por favor no actúes así tú no eres como ellos, me estás preocupando

Elisa: tienes razón no soy como ellos, seré peor...

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