La propuesta

CAP 2

El central park estaba bastante concurrido en aquella zona, allí esperaba Cristina a su cita inesperada.

- Cristina, hola.

Su cuerpo se tensó un poco al verlo allí frente a ella, todo arreglado inmaculadamente.

Norman se sentó a su lado en el banco.

- Porqué me citaste aquí? Podíamos quedar en algún café cercano. - sonrió

- Prefiero al aire libre - disimuló - Estoy algo apurada, y supongo q también lo estés. ¿Dime q deseas?

- iré directo al asunto si no te es molestia

- por favor - le instó ella

- Se que necesitan el dinero y yo necesito de tu ayuda nuevamente en una semana. Dime qué precio debo pagar por tu compañía

El todo arrogante, ella toda orgullosa....

- No voy a mentirle, necesito el dinero, sí, llevo dos meses sin trabajo y es muy difícil aquí la vida, sobre todo con un hijo. Pero, a pensado usted q sucederá si le descubren in faganti?

- Pues la verdad, no. Pero no tiene porque suceder. Por favor Cristina, ayúdeme.

Cristina pensó por varios minutos, analizó la situación. Realmente estaba desesperada, solo contaba con unos pocos billetes en su cartera y ya la nevera estaba casi vacía. Inhaló aire y luego lo dejo salir despacio. Cerró los ojos para abrirlos súbitamente y clavarlos en el rostro viril de Norman.

- Está bien, lo haré. Iremos con usted a esa fiesta.

La sonrisa de Norman ocupaba casi todo su rostro. Realmente no sabía si la felicidad se debía a qué Cristina aceptara acompañarlo a la fiesta o si era porq tenía un motivo para seguirla viendo.

- Muchas gracias Cristina, realmente estaré en deuda con usted y Erick. - Norman apretaba las manos delicadas de Cristina entre las suyas, y el calor invadía su cuerpo mientras ella se ruborizaba.

- No lo hago por usted - dijo retirando bruscamente sus manos - lo hago porq necesito el dinero.

- Claro, ahora debo irme a la oficina. Le llamaré para almorzar. Necesitamos conocernos para q no ocurran contradicciones.

Sin esperar respuesta plasmó sobre la mejilla sonrojada de Cristina un beso y a pasos agigantados se marchó.

La mañana transcurría muy despacio para Cristina que caminaba con una taza de café de un lugar a otro de la pequeña sala de su apartamento. Estaba pensando si había hecho lo correcto cuando sonó el teléfono.

Corrió hacia el ansiosa y antes de alzarlo tomó una bocanada de aire para calmar sus nervios.

- Diga?

- Cristina? Soy Norman. Dime dónde te recojo para almorzar.

- Dime donde estarás y me reúno allí contigo.

- Pero...- Norman hizo una pausa de varios segundos - está bien para ti la comida italiana?

- Sí

- Pues nos podemos ver aquí en Bellini hacen unas pastas deliciosas.

- En 20 minutos estoy allí.

Y sin decir más colgó el teléfono.

20 minutos después....

Norman la vió entrar, llevaba el mismo abrigo del día anterior, bajo este una blusa de cuello estrecho color rojo vino y unos vaqueros ceñidos que marcaban muy bien unos glúteos redondos y unas piernas firmes y bien moldeadas.

Se puso de pie y agitó su mano para alertarla de su presencia. Cristina trago en seco al verlo tan inmaculado como siempre y caminó hacia él.

Ambos tomaron asientos, uno frente al otro.

- Podemos pedir? - le sonrió

Ella solo asintió con la cabeza

Con un gesto de la mano de Norman se acercó un camarero quien además de traerle una botella de vino trajo las cartas para realizar los pedidos.

Una vez pedido el almuerzo comenzaron a hablar del tema que los inmiscuia.

- Mi nombre es Norman Iglish Toruel, soy abogado...- comenzó a contarle lo básico de él - su turno señorita Cristina

Cristina sintió un poco de recelo, no podía abrirse así a quien acababa de conocer, era como desnudarse ante él... luego de pensar un rato comenzó a decir

- Cristina Arocha Balzano, madre italiana, padre norteamericano. Madre soltera, na de casa en estos momentos, tuve que dejar mis estudios al embarazarme de Erick - sonrió de un recuerdo - iba ser enfermera, me gusta mucho.....

Sin percatarse hablaron durante dos horas y media

- el tiempo pasa volando - exclamó Cristina al ver su reloj de pulsera, se puso de pie, tomó su bolsa y su abrigo se despidió con un gesto y salió a toda prisa

Norman no le detuvo, el también debía volver a su oficina, no sabía q tenía aquella mujer, aquellos ojos q le atraían tanto....

Al volver a la oficina su jefe le esperaba

- Señor Blakely! - exclamó algo sorprendido al verlo. Cerró tras sí la puerta y se sentó frente a su buró - ¿En qué lo puedo servir?

- Es curioso Norman, para ser un hombre casado no veo aquí foto de su esposa - decía mientras observaba todo a su alrededor.

Norman sonrió

- Señor, mi vida profesional y la personal no se mezclan, aunq e recibido regaños por exagerar con la primera

Blakely sonrió a gusto

- Toda la razón amigo mío....sabes? Anoche hablé tanto de su esposa en casa, que hice enojar a la mía.... así que mi esposa quedó curiosa y desea conocer a la suya...

Norman enmudeció, su mentira crecía.

- No debió elogiarla tanto señor, Cristina es muy sencilla

- Para ser la esposa de uno de los mejores abogados de Nueva York, sí, si que es sencilla...y educada... pero creo que se apresuraron en tener un hijo...que edad tenías cuando nació?

- Ammm...no señor Blakely, no soy el padre biológico de Erick, pero es como si lo fuera . Estamos muy unidos.

- A que Escuela privada asiste el muchacho? Ya tiene pensado a qué universidad irá?

- Puessss...no señor, la verdad no hablamos de ese tema aún.

El señor Blakely se puso de pie, miró por el amplio ventanal del rascacielos donde se encontraban las oficinas, metió sus manos a los bolsillos de su pantalón y luego de mirar al vacío unos minutos (que a Norman le parecieron interminables) se volteó y le dijo

- Te espero mañana en la noche en mi casa Norman, así Alis conoce a tu esposa y a mí me deja en paz un rato.

Y sin decir más, palmeó uno de los hombros de Norman suavemente y salió.

Norman palidecio, ahora que haría?.... Cristina aceptaría?...

Llamó al teléfono pero saltó el contestador.

Iba a dejar un mensaje, pero no, mejor iba en persona....

Dios! No sabía dónde vivía! Se maldicio por ello, caminó por la oficina...que haría...

Alzó otra vez su celular y marcó a Cristina

- Hola, soy Cristina, deje su mensaje después del tono...piiiiip...

Otra vez el contestador

- Cristina, soy Norman otra vez, debo verte, por favor llámame.

Luego de este mensaje pasó una hora cuando recibió la llamada, era Erick

- Señor Norman, soy Erick, mi mamá anda haciendo unas compras para la cena, siempre va al Walmart Supercenter que está en la 2100 88th St, North Bergen..si se apresura puede traerla a casa.

- Gracias hijo

Se apresuró al salir y en efecto allí estaba de salida del mercado.

-Cristina! - le llamo mientras iba hacia ella. - te ayudo con las compras

- No hace falta, es poco y va liviano

- insisto - y agarró las bolsas y se dirigió a su carro. - perdona no pregunté ¿Tienes carro?

- No, lo vendí hace unos meses

- ok, te llevo entonces

- no, no hace falta

- pero yo lo deseo así, además, debo contarte algo

Por el camino le contó sobre la conversación que había tenido con el señor Blakely en la tarde y Cristina iba muy callada, ese juego iba a resultar peligroso.

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Comments

America Lopez

America Lopez

me gusta esta historia

2024-04-15

1

C Matacruz

C Matacruz

se enamorarán 🤔 y Erick está feliz ayuda mucho a su mamá 🤔☺️😁😱😝😏🙃🙂😜😯😉😄😛

2024-02-17

1

Melisuga

Melisuga

Terminarán enamorados, eso es casi seguro, pero imagino que más de una situación incómoda o divertida les ocurrirá en el interín.

2023-07-01

2

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