Casualidad O Destino
CAP 1
Norman esperaba ansioso en el restaurante la llegada de su jefe, hoy debía presentarle a un esposa si quería ese ascenso laboral, estaba nervioso. De pronto apareció una rubia despampanante con una blusa bastante descotada y unos altos tacones más parecía una dama de compañía que una esposa y se le sentó enfrente
- ¿quién eres? - pregunto Norman
- ¿Te burlas de mí? ¡Soy tu esposa! - le dijo con tono sarcástico - por cierto, cobro por adelantado
- Pero yo pedí una esposa - protestó Norman mientras reparaba en el atuendo de la mujer que tenía delante.
- Yo soy lo que pediste - le refutó la hermosísima rubia - ¿Quieres mis servicios o no? - volvió a preguntar un poco incómoda
Norman sacó dinero de su billetera y se lo extendió a la joven quien lo tomó con gran simpatía
- Puedes irte, no eres lo q busco
Sin decir más la joven se levantó y se fue y Norman quedó pensativo ¿Qué haría? perdería el ascenso que tanto deseaba si no le mostraba al jefe a una esposa.
Miró una y otra vez a todas las personas de restaurante y de repente una joven sencilla llamó su atención, ella, ella era la indicada, ella sería su esposa.
Norman se levantó para dirigirse a la joven y ofrecerle la vacante pero de repente su jefe entraba a restaurantes con pasos firmes se le acercó a Norma y este tuvo que disimular su nerviosismo
- Norman - le saludó con cordialidad mientras estrecha a su mano áspera. - ¿Cómo has estado?
- Muy bien señor Blakely - mostraba una sonrisa casi natural.
- ¿Dónde está su esposa? Muero de ganas por conocer a la dueña de tu corazón - bromeaba el jefe mientras buscaba visualmente a la "esposa" de su subordinado.
- Es ella - dijo con seguridad refiriéndose a una joven de unos 30 años, cabellos marrones y ojos color café.
La mujer alzó la mirada, estaba un poco desconcertada, no entendía lo q sucedía y su rostro mostraba dudas y asombro a la vez
- Perdón ¿De qué hablan?
- Ella es mi esposa, amor - siguió diciendo con seguridad - este es el señor Blakely, mi jefe
Norman guiño un ojo, como para que le siguiera la corriente
-¿Que sucede aquí? - preguntó una vez más la joven algo aturdida
En eso un jovencito de 12 años se acercaba a la mesa, miró a Norman y luego se giró a la dama
- ¿Mamá? - le preguntó dudoso
- ¡Pero si tienes un hijo! Eso no lo habías contado Norman - sonrió el jefe q al parecer no se percataba de la situación - Quiero saber más, vuelvo en unos minutos, iré al lavado.
Sin decir más el jefe se volteó camino al baño dejando a Norman frente a aquella mujer que lo miraba cada vez más desconfiada.
- Perdona, soy Norman Iglish, trabajo en un gran buffet de abogados aquí en Nueva York y ese señor es el socio mayoritario, me dará un ascenso en el trabajo y realmente lo quiero hace mucho, sería un gran escalón en mi vida profesional. Pero necesito una esposa para mostrar confiabilidad y compromiso. La verdad me e dedicado tanto al trabajo q me e olvidado de las relaciones a largo plazo.
En los ojos de Norman se veía súplica
- ¿Estás pidiendo q mienta por ti? - la joven lo miraba atónita
- La verdad es que sí, lo necesito, te pagaré por ello.
-¿Crees q el dinero lo compra todo verdad? Pues q pena, yo no me vendo. - fue la rotunda respuesta de aquella dama.
- Mamá - el niño le pedía con la mirada q lo considerara - Necesitamos el dinero en verdad - le dijo a Norman. - ¿Cuánto nos darás?
-¡Erick! No creo...- le regañaba cuando fue interrumpida por la llegada del jefe de Norman
- ¿Y bueno? ¿Podemos sentarnos?
Dicho y hecho, el señor Blakely se sentó a la mesa, hecho una mirada rápida a Norman y a la joven a seguían de pie mirándose fijamente
- ¿Sucede algo? - preguntó el señor Blakely inquisitivo
- No señor Blakely - sonrió sin quitar la vista a la joven, esperaba su respuesta
La joven se sentó, luego el chico y por último Norman, quien suspiró aliviado
Durante la cena los temas fluían agradablemente, la joven era muy dulce y sensata, su sonrisa era suave e irradiava luz... Norman no podía quitar sus ojos de aquel rostro tan expresivo y alegre. Por primera vez sentía color en su vida y no sabía porque.
Sonreía como bobo, la escuchaba atentamente, cosas que no pasaron desapercibidas para el jefe.
- Norman, veo que estás muy enamorado de tu esposa - al escuchar esas alegres palabras la joven se ruborizó - haz formado una familia muy hermosa, tienes un hijo inteligente y maduro, lo han educado muy bien, y tú esposa, ¡Q decir de ella! - expresó con alegría
- Muchas gracias por sus halagos señor Blakely - estrechó la mano al jefe - realmente soy muy afortunado de encontrarlos.
Dijo mientras miraba agradecido a la joven y a su hijo.
- Espero verlo mañana en la oficina, y verlo acompañado de su familia la semana próxima en la fiesta.
- Si señor, será todo un placer.
Norman se despidió de si jefe, volvió para pagar la cuenta y la deuda con la joven, de la cual no conocía aún su nombre.
- Muchas gracias...- quedó esperando q ella le dijera el nombre, pero su hijo se apresuró
- Cristina, mi mamá se llama Cristina - dijo con una enorme sonrisa
Cristina lanzo a su hijo una mirada de regaño, tomó su bolsa y hizo ademán de irse cuando Norman le detuvo por su antebrazo
- Espera Cristina, tengo una deuda contigo y si no te parece mucho mi atrevimiento, deseo que me acompañes a la fiesta de la oficina.
- ¿Quieres q siga mintiendo por ti? - está vez no puedo ocultar su enojo - Pues no lo haré, ya no más, me e sentido muy mal al tener a hacerlo por tu egoísmo.
- Por favor, comprenda la situación en la que me encuentro.
- Siiii, ya veo cuál es su situación...cree que el dinero lo compra todo, y por supuesto, ambiciona tener más poder...
- No, no es así
- Ah no? Expliqueme entonces por favor
- Deme la oportunidad de hacerlo
- Suelte mi mano, déjeme ir, y no, no tiene que pagarme
Sin decir más, Cristina se dirigió a la puerta principal del restaurante mientras tanto el joven Erick había tecleado en el teléfono móvil de Norman su número de contacto.
- Así podrás convencerla - le dijo al devolverlo y salió tras su madre.
Esa noche Norman no pudo conciliar el sueño, solo pensaba en aquella sonrisa y el brillo de aquellos ojos color café. Se volteaba en la cama, miraba el reloj, se sentaba, volvía acostarse... pero no dejaba de pensar en Cristina.
En un apartamento el tercer piso de un edificio de condominios, una sencilla Cristina, vestida con pijama de algodón, trataba de leer un libro, sin mucho éxito diría yo...de vez en vez recordaba aquellos ojos suplicantes de color verdes, aquella barba bien cuidada y los labios que está trataban de ocultar...hacia mucho no tenía un hombre a su lado...por eso se impresionó. Se trataba de convencer .
La mañana llegó, los rayos del cálido sol atravesaban los vidrios del ventanal de la habitación lujosa de Norman, sonó la alarma, la apagó y luego de esperar unos segundos en la cama, se dirigió a la ducha.
Por otro lado una Cristina preparaba apresuradamente unos huevos para el desayuno de su hijo mientras que a la vez buscaba en la nevera que guardar en el loncher.
- Mamá, ya estoy listo
- Erick, desayuna ese serial que puse sobre la mesa, ya casi están listos los huevos.
- ¿Que buscas? - pregunto curioso su hijo mientras la observaba de cabezas en la nevera.
Dió un portazo a esta y sacó los huevos de la sartén.
- Solo que cojo para preparar hoy tu sandwich
- Mamá, no tenemos mucho, llevas dos meses ya sin trabajo... así que cualquier cosa me vendrá bien.
- Hay hijo mío - suspiró con tristeza - hoy saldré de nuevo, algo encontraré.
- Mamá, y si aceptas lo que te ofrece Norman?
- Jamás! - dijo rotunda - mentir no es bueno, siempre la verdad sale a la luz.
- Pero es algo, necesitas el dinero - reprochó su hijo
- termina de desayunar, ya me encargaré yo del resto.
Norman salió de la ducha, se alistó para ir a su trabajo y ya listo para salir, miró su móvil...por un momento dudó de realizar aquella llamada, pero luego decidió hacerla.
Ring, ring, ring ..
- Diga - se escuchó al aurricular una voz aterciopelada
- ¿Es Cristina?
- Si, quien es?
- No cuelgues por favor, soy Norman Iglish.
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Comments
C Matacruz
jajajaja jajajaja si lo va a ser la esposa de Norman 😝
2024-02-17
1
MALÚ 2834
ya estaba yo pensando,,que desayuno era ese😂😂
2024-01-17
0
Melisuga
Interesante comienzo.
Cristina tiene muchísima, si no toda, razón: las mentiras tienen patas cortas. Norman no se ha dado cuenta de que el puesto que está obteniendo se tambalea sobre la fragilidad de una mentira tan grande como tener una esposa y un hijo adolescente.
2023-07-01
2