Capítulo 15

¡Dios mío! Te ves absolutamente deslumbrante. ¡Bien, salgamos a la carretera!

Sin pedir permiso, Rea subió a bordo y se instaló en el asiento trasero. Chicas tan agresivamente directas como ella incomodaban un poco a Pradita.

"Señorita, por favor, ponte el casco", rogó suavemente.

"No es necesario. Quiero admirar el apuesto rostro de mi conductor. Con el casco, no podría verlo de cerca y de manera clara."

Rea dio una razón que Pradita encontró incómoda y que indicaba su naturaleza excesivamente dominante.

Tomando una respiración profunda, Pradita accedió a los deseos de Rea, aunque fuera en contra de las regulaciones. Conducía la moto a una velocidad lenta y conservadora de 20-40 km/h hacia los apartamentos de la ciudad de Cisauk, junto a la estación de tren Cisauk KRL.

Durante todo el trayecto, Rea hablaba sin parar, y todo lo que Pradita podía hacer era asentir en respuesta a su flujo de conversación. Diez minutos después, llegaron a los apartamentos de la ciudad de Cisauk.

Pero luego Rea hizo una solicitud que dejó a Pradita atónito: "¿Podrías subir a mi habitación y hacerme compañía durante solo una hora?" preguntó con los ojos llenos de lágrimas.

"¿Qué quieres decir, señorita?" Pradita se quedó boquiabierto, con los ojos muy abiertos. Se esforzaba por no tener pensamientos inapropiados acerca de su solicitud. "Necesito seguir trabajando, señorita".

"No te preocupes. Solo necesito tu compañía para charlar y te pagaré un millón por eso. Te prometo que no pasará nada inapropiado", Rea le aseguró solemnemente, alzando dos dedos como promesa.

"Vaya, un millón solo por una conversación. Esto debería contar como parte de lo que gano por mi misión, ya que aún no me han pagado," pensó Pradita para sí mismo con una sonrisa satisfecha.

Luego respondió a la oferta de Rea: "De acuerdo, señorita. Acepto un millón por una hora. Déjame simplemente aparcar mi moto".

Después de estacionar, se dirigieron a la unidad de apartamentos de Rea en el vigésimo piso, número 332.

Rea recibió a Pradita. Para su sorpresa, adentro había varias mujeres deslumbrantes, que parecían modelos internacionales. Los pensamientos de Pradita se volvieron amargos cuando sintió que podría convertirse en el blanco de un extraño juego de apuestas.

"¡Dios mío! ¿Por qué hay tantas mujeres preciosas aquí? ¿Voy a ser pasado de mano en mano como un juguete? Maldición, estoy atrapado en medio de esto".

Las nueve mujeres miraron a Pradita con interés, algunas lo miraron con ojos más lujuriosos. Rea les lanzó una mirada severa.

Estaban tomando té y chismeando, y Pradita se sintió intimidado por sus miradas.

Fue tomado de la mano y llevado al balcón, donde le pidieron que se sentara, mientras Rea iba a la cocina a prepararles té y pastel para disfrutar mientras charlaban.

Se sentaron uno frente al otro, Rea elegante, con las piernas cruzadas, y con una mirada penetrante le preguntó a Pradita: "¿Te gustaría convertirte en el Embajador de Marca de mi empresa de belleza?"

"¿Quieres decir, como un modelo promocionando tus productos y representando la imagen de tu empresa?"

"Sí, parece que no solo eres muy atractivo, sino también inteligente".

Ambos tomaron un sorbo de té. Pradita estaba inesperadamente entusiasmado con la idea de ser el Embajador de Marca de la empresa de Rea.

"Por supuesto, por eso no pediré dinero en efectivo por mi contrato. En cambio, me gustaría una remuneración permanente, digamos un 10% de participación en tu empresa. No soy modelo ni experto en estrategia empresarial. Sin embargo, puedo garantizar al menos un aumento anual del 10% en la facturación y ganancias de tu empresa..."

"¡Tonterías! ¡Lárgate!" Rea estalló en cólera ante la audaz propuesta de Pradita, dejando el prometido millón sobre la mesa, "¡Sal de aquí!"

Pradita sonrió ampliamente ante la indignación de Rea y recogió el millón que ella había prometido.

"Nunca compartiré la participación en mi empresa con nadie, sin importar las dificultades actuales", reflexionó amargamente Rea mientras observaba a Pradita dirigirse hacia la puerta de su apartamento.

......................

...Ocho horas después....

Pradita estaba exhausto después de trabajar como conductor de moto taxi durante ocho horas seguidas. La aplicación gojek en su smartphone UR Predacon nunca dejaba de sonar.

En ocho horas, completó 50 viajes cortos, todos dentro de la Ciudad BSD. Extrañamente, todas sus pasajeras eran mujeres, algunas solteras, otras casadas, algunas viudas.

Ahora, descansando en el suelo de la plaza de comidas del Aeon Mall, Pradita revisó su saldo en gojek, que mostraba unas ganancias totales de 5 millones.

"No está mal en absoluto, una ganancia de cinco millones en un día. La tarifa es solo de unos diez mil, pero las propinas de los pasajeros y los bonos de gojek por cumplir objetivos se suman", reflexionó Pradita mientras terminaba su comida en el KFC.

Su mirada se desvió hacia una mujer familiar discutiendo al lado del restaurante, junto al KFC.

Su compañero estaba furioso, agitando los brazos violentamente. Pradita se acercó justo cuando el hombre intentó abofetear a la mujer, pero Pradita lo interceptó.

Pradita torció con fuerza el brazo de Hiro y lo miró fijamente. "¡No lastimes a la nieta del abuelo Astra! De lo contrario, tendrás que vértelas conmigo".

La chica, Nira, rompió a llorar y rodeó con los brazos a Pradita, alimentando aún más la furia y los celos de Hiro.

"Te recordaré y te buscaré donde sea que estés". Hiro señaló el rostro de Pradita y amenazó antes de alejarse mientras marcaba un número.

"No deberías haber dicho eso. Hiro es imprudente y propenso a la violencia hacia cualquiera que perciba como cercano a mí", sollozó Nira.

"No me importa. El abuelo me ha protegido y ayudado; enfrentaría a mil Hiros en este mundo para asegurarme de que no te lastimen", dijo Pradita mientras aflojaba el abrazo de Nira.

"¡Vamos a casa!" Nira suplicó, secándose las lágrimas.

"Visitaré al abuelo una vez que termine aquí, lo prometo...".

"Pero, ¿no has resuelto tus problemas con tus padres y con Nabila?" Nira interrumpió, claramente molesta con Pradita.

En realidad, ella quería que Pradita volviera a la casa del abuelo Astra para poder disfrutar de su apuesto rostro todos los días.

"¡Vete a casa!" Pradita instó, empujando a Nira para que la chica de cabello castaño regresara rápidamente a la casa del abuelo Astra.

"Seguro que él está preocupado por ti. Mejor regresa a casa rápidamente después de terminar el trabajo. No te preocupes por mí".

"Sí, pero asegúrate de volver a casa una vez que hayas terminado tus asuntos".

Mientras Nira caminaba rápidamente hacia el ascensor que llevaba al estacionamiento subterráneo, saludó a Pradita.

"Debo terminar esta misión como conductor de un mototaxi en línea y ganar más dinero para comenzar una empresa. Destruiré a todos los involucrados en el asesinato de mis padres. Debo volverte poderoso", pensó Pradita ferozmente, apretando los puños con fuerza.

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