capitulo: 1 lazos de hermandad

la tarde muestra inicios que será fría al verse el cielo nublado, en un pequeño cerro de un poblado a sus faldas sale una enorme roca, en esta se encuentra sentado un joven de aspecto alegre, cabello rebelde en color negro viste ropa deportiva,

se encuentra admirando el paisaje que ese lugar le muestra.

su tranquilidad es interrumpida por una dulce voz de fondo.

hola savia que estarías aquí.

una chica muy linda su cabello le llegaba a los hombros, este es de color castaño, vestía uniforme escolar, falda color azul cielo y una blusa blanca, el suéter lo traía colgando de su mochila de un solo tirante

aquel joven al verla se levantó de inmediato y descendió unos pasos de aquella roca para extenderle la mano y ella pudiese subir, aquella chica tomo de la mano al joven este dio un tirón para que ella pudiese subir ya al estar cercas se dieron un pequeño beso.

-Cómo supiste que estaba aquí? Daniela-

Ella, un poco sonrojada contesto.

- este es tu lugar habitual Roberto siempre bienes aquí, aún que fue casualidad el echó de encontrarte hoy -

volvieron a darse un beso después de separar sus labios los dos se sentaron.

- ¿Dónde está Juan Carlos? -

pregunto daniela mientras está ponía su cabeza sobre el hombre de Roberto.

- se supone que está en una reunión -

Sele se le hizo una gran mueca de felicidad a Daniela una ves que escucho eso

- entonces tenemos tiempo para estar juntos hoy-

Roberto jiro la vista hacia ella y le dio un beso en la cabeza

- párese ser que si. dime qué tal la escuela? -

Daniela estaba apunto de contestar pero fue interrumpida por el sonar de un celular, el cual venía del bolsillo de Roberto, este a continuación saco su móvil del bolsillo, pudo ver en la pantalla que se trataba de Juan Carlos.

- mira andamos hablando de él diablo y se manifiesta -

Daniela al ver en la pantalla el nombre de Juan Carlos se desapareció de su boca aquella sonrisa.

- no le contestes... Ho mejor si no quiero que te venga a buscar y desaprovechemos este momento, contéstale. -

Roberto así lo hizo contesto la llamada, salió una voz grave del aparato.

- que tal bro tengo buenas noticias, dónde te encuentras -

Daniela lo miro aún más disgustada, savia que no era culpa de Roberto, pero al parecer sería inevitable que ese día estuviesen juntos.

- ha...! enserio pues suena genial, me encuentro en la peña -

se podía ver qué Roberto igual se estaba desanimando por el hecho de que no podían estar más tiempo juntos Daniela y el.

- pues no te muevas de ahí ya estoy a minutos de llegar -

enseguida termino de hablar aquella voz, Roberto metió el móvil de nuevo en su bolsillo y tomó a Daniela por las manos.

- viene para acá lo mejor es que te vayas si te ve conmigo, esto terminará mal -

Daniela solo lo miro con desaprobación, e instintivamente lo beso, fue un beso tan pasional, como si ese beso fuera el último que se darían, una vez separándose ella comenzó a bajar, ayudada por Roberto para que está no fuese a caerse, llegaron a una pequeña vereda.

- bien si te vas por aquí él no podrá verte nos vemos después cuídate te amo -

ella comenzó a caminar por aquella vereda justo a tiempo ya que en ese momento, cuando ya por fin no se encontraba a la vista, un carro apareció sobre el camino de terracería que pasaba aún lado de aquel lugar, este era un carro lujoso un modelo charler en color rojo, se detuvo aquel carro aún lado de un gran árbol, se abrió la puerta del chófer, de este descendió un chico de pelo chino traía unas gafas oscuras, comenzó hacerle señas a Roberto, este comenzó a caminar asía aquel joven que le asia señas.

Ya estando cercas de él se podía ver mejor traía puesta una camisa blanca y un pantalón negro y botas vaqueras muy bien lustradas,

se quitó aquellas gafas oscuras se veía su rostro de un aspecto serio traía una sicatris en la mejilla izquierda.

el chico extendió la mano con el puño serrado Roberto hizo lo mismo y chocaron puños en un gesto de saludo.

- que tal bro -

dijo aquel chico, que al hablar se pudo Saver que esté era Juan Carlos ya que su voz era aquella que salía del móvil de Roberto.

- dime no creo que la buena noticia que traías sea este carro o si -

Juan Carlos solto una risa burlona, mientras Roberto admiraba aquel carrazo.

- no para nada este carro más que nada sería el sello de un muy buen trato entre el señor Hernández y yo -

se hizo un breve silencio entre los dos y Juan Carlos prosiguió.

- pues bien amigo mío en la conversación que tuve con el señor Hernández negocie algunos términos sobre nuestro futuro por qué eso si le mencioné de ti ya que somos socios no es así, -

Roberto lo miro fijamente, sin ningún tipo de gesto

- y el atino en qué lo que yo le ofrecía era suficiente para otorgarnos un buen puesto en su organización, aún que el trato no está del todo terminado ya que el dará una fiesta en honor a los 18 años de Esmeralda ahí tendría cita la reunión verdadera en donde tu irás con migo, a esa reunión vendran dos invitados muy especiales, socios del señor Hernández, tu y yo expondremos que les entregaremos a Óscar dando las indicaciones de donde cuando y a qué hora -

Juan Carlos volvió a ponerse los lentes, Roberto seguía ahí parado solo viendo y analizando lo que le decía.

- entiendo entonces tenemos que ir a la hacienda del señor Hernández expondremos como entregar a Óscar a ellos pero que asegura que una vez echó eso nos darán un mejor puesto -

Juan Carlos se sentó sobre el cofre de aquel carro

- tu no te preocupes ya me encargue de eso desde asé unos meses cuando empecé a salir con su hija, gracias a eso he entablado una gran amistad con el señor, a si también hay otra cosa, obviamente ella me pidio asistir, pero me pidió llevar a un amigo ya que su prima que radica en Guadalajara vendrá de visita para su fiesta pero su novio no pudo venir con ella así que va a necesitar compañia como vez -

- no puedo hacer eso -

Juan Carlos lo vio muy asombrado con la respuesta que le dio.

- como es eso posible esto es parte de los negocios tenemos que estar más servas de ellos y que más yo con esmeralda y tú con su sobrina, además ha de ser un bombón aquella chica quien sabe igual y te agrada, y pues tu no tienes novia -

Roberto cruzo los brazos.

- claro que tengo novia aún que no la conoces y no puedo hacerlo -

al oír eso Juan Carlos solto una carcajada.

- aver amigo está bien tienes novia pero ella no se enterará de igual manera tienes que asistir ya que tenemos que ir a esa reunión los dos, te repito tómalo como parte del negocio no podemos quedar mal -

Roberto se quedó pensando lo que Juan Carlos le decía, a Roberto no le interesaba, ya que él tenía sus propios planes, pero por otro lado no podía levantar sospechas a sí que.

- ok está bien solo lo hago por eso por negocios entendido -

- bien, que bien pues que así sea -

Juan Carlos extendió la mano y le dijo a Roberto

- lazos de hermandad -

Roberto lo miro e igual extendió su brazo dándose un apretón de manos.

- si claro lazos de hermandad -

- bien vamos tenemos que celebrar yo invito unas cervezas súbete además tengo que ir a ver a Daniela -

los dos subieron al carro y se pusieron en marcha, no avanzaron demasiado cuando apareció Daniela frente a ellos, Juan Carlos descendió del carro lo más rápido que pudo.

Roberto se quedó ahí viendolos después de unos minutos se acercaron al carro Roberto se pasó a la parte trasera del carro para que Daniela ocupará el asiento del copiloto, Roberto y Daniela fingieron un saludo como si no se hubieran visto horas antes.

Juan Carlos entendió el carro y avanzaron asta llegar enfrente de una tienda.

- vale pues espere me voy a comprar no tardo-

Juan Carlos descendió del carro para ir a comprar las cervezas, Juan Carlos apenas cerró la puerta Daniela de inmediato volteo a ver a Roberto.

- haber que es eso de que vas a ir a una fiesta a conocer auna chica -

le dijo molesta Daniela a Roberto, percatando se al mismo tiempo que Juan Carlos no regresará.

- tranquila yo no soy como el yo te quiero bien si voy a ir a esa fiesta es únicamente por los negocios además como sabes eso -

Daniela no quitaba la mirada de roberto

- pues bien le di vuelta a la cuadra y me escondí dónde no me vieran escuché todo -

Roberto la miro fijamente y extendió una mano para tocarle la mejilla

- tranquila, amor de verdad solo será cuestión de negocios no te preocupes -.

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