...
Aisha
...
*Eu* - ¡El tipo del auto!
*Hombre* - ¡Y tú eres la loca que casi arruinó mi auto!
*Yo* - ¿Arruinar tu auto?!
(¡Idiota! Casi nos atropella a mí, Alice y Allan, y está hablando del auto!)
Me dan ganas de golpearlo, pero recuerdo que necesito el trabajo y él es mi jefe, así que bajo la cabeza.
*Yo* - Soy la nueva empleada, mi nombre es Aisha, el almuerzo está en la mesa.
Me doy la vuelta y voy a la cocina.
*Hombre* - ¡Mi nombre es Bryan Mallías!
Grita desde la sala, cojo un poco de comida que dejé para mí y almuerzo. Cuando vuelvo a la sala, él ya no está allí, recojo los platos y los lavo. Por la tarde, preparo la cena y la dejo en el refrigerador con una nota, me voy, recojo a Allan en la casa de Helena y regresamos a casa.
*Yo* - ¡Llegamos!
Digo abriendo y cerrando la puerta, me siento con Allan en el regazo en el sofá.
*Alice* - ¿Cómo fue el primer día?
Dice Alice saliendo de la habitación.
*Yo* - ¿Sabes el tipo que casi nos atropelló ayer?
*Alice* - Sí.
*Yo* - Es mi jefe.
*Alice* - ¡Mentira! Ese...
*Yo* - Ridículo, arrogante.
*Alice* - Iba a decir guapo.
*Yo* - ¡Qué guapo ni qué nada!
*Alice* - Como si no te hubieras dado cuenta.
*Allan* - ¡Mamá, juega!
Pongo a Allan en la alfombra y le doy un carro.
*Yo* - Ni lo había notado.
*Alice* - Ya, como si no hicieras nada para no notarlo.
*Allan* - ¡Mamá!
Mi hijo me pide que juegue con él y me siento en la alfombra con él. Alice vuelve a la habitación y yo sigo jugando con él.
Por la noche decidimos salir a cenar, me baño, baño a Allan y nos vestimos.
Ropa, Aisha:
En el pequeño pueblo de Villa Colibrí, ubicado en las montañas de la sierra de Salaxisco, vivía un joven llamado Juanito. Juanito era un muchacho amante de la naturaleza y de los animales. Pasaba la mayor parte de su tiempo explorando el bosque y estudiando las diferentes especies de aves que habitaban allí. También le gustaba leer libros sobre la flora y fauna de su región.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Juanito encontró un pájaro herido. Era un colibrí de colores brillantes, pero tenía una ala rota y parecía muy débil. Juanito no pudo resistirse a ayudar al pobre animalito. Con cuidado, lo recogió y decidió llevarlo a su casa.
En su hogar, Juanito acondicionó una jaula para el colibrí y le ofreció alimento y agua. También le puso un vendaje en el ala dañada. El colibrí, aun en su debilidad, parecía agradecido y confiado en Juanito.
Dedicó mucho tiempo y esfuerzo en cuidar al colibrí. Le leía libros sobre su especie y las maravillas que hacían en su vuelo; también le enseñaba sobre las diferentes flores que eran importantes para su alimentación. El colibrí escuchaba atentamente y sus ojitos brillaban de emoción al aprender cosas nuevas.
Con el paso de los días, el colibrí fue recobrando fuerzas y su ala comenzó a sanar poco a poco. A pesar de la mejoría, Juanito no estaba seguro de soltarlo al bosque. Temía que el colibrí no estuviera completamente recuperado y algo malo pudiera sucederle.
Pero un día, mientras Juanito abría la puerta de la jaula para cambiar el agua del colibrí, el pajarito voló de un salto y salió corriendo por la ventana abierta. Juanito se quedó asombrado y feliz de ver cómo su pequeño amigo volaba libremente. Sabía que era hora de dejarlo partir y confiar en que el colibrí sabía cómo cuidarse por sí mismo.
Desde aquel día, Juanito continuó explorando y aprendiendo sobre las aves del bosque. Nunca olvidó la valiosa experiencia que vivió al cuidar al colibrí y siempre estuvo agradecido por tener la oportunidad de ayudar a un ser indefenso. El pequeño pueblo de Villa Colibrí siempre recordaría su historia y la bondad de Juanito.
*-¡Listísima!* respondió ella, mostrando su vestido nuevo de color rojo pasión y accesorios brillantes.
*Alice* - ¡Estamos guapas!
*Yo* - ¡Sí jajaja!
Salimos y cogimos un coche hacia el centro, dimos unas vueltas y fuimos a un restaurante, uno que tenía buffet.
Nos sentamos en una mesa y para no perder tiempo, fui primero mientras Alice se quedaba sentada con Allan, lo serví y llevé mi plato y luego empecé a servirme yo.
*Hombre* - Hola.
Me giro y veo a un hombre que aparentaba tener mi edad.
*Yo* - Hola.
*Hombre* - ¿Viniste a cenar sola?
*Yo* - No.
*Hombre* - ¿Novio?
*Yo* - No lo sé.
*Hombre* - "No sé"...
Me encojo de hombros y termino de coger mi comida y me dirijo hacia mi mesa.
*Hombre* - Entonces, ¿tienes novio?
*Yo* - Ya dije que no lo sé.
*Hombre* - Vaya.
*Yo* - Mira, voy a sentarme y cenar con mi amiga, adiós.
Iba a darme la vuelta y el hombre coge mi brazo.
*Yo* - Suelta.
*Hombre* - Solo quiero tu número, ¿qué te parece?
*Yo* - No.
*Hombre* - Entonces te doy el mío.
*Yo* - Vaya, eres insistente.
*Hombre* - Solo cuando quiero mucho algo.
Me mira de arriba abajo y me sonríe.
Suelto mi brazo y voy hacia la mesa.
*Alice* - Casi voy allí.
*Yo* - No hacía falta.
*Alice* - Lo sé, por eso no fui, sé que te puedes cuidar sola.
*Yo* - Tuve que aprender...
Me quedo en la mesa con Allan mientras Alice va a servirse.
*Yo* - Hola amor, ¿vamos a comer?
*Allan* - ¡Sí!
Corto su comida, que son unas frutas, y le doy una cuchara.
*Yo* - ¿Está bien?
Asiente con la cabeza y sigue comiendo, lo miro durante un rato.
(Qué bien que te tengáis.)
Empiezo a comer y unos segundos después Alice ya estaba en la mesa comiendo.
Después de que terminamos, esperamos el coche fuera del restaurante.
Allan empieza a llorar y me doy cuenta de que se ha "ensuciado" el pañal.
*Yo* - Voy a cambiarlo.
*Alice* - Deja que lo hago yo.
*Yo* - Pero...
*Alice* - Lo haré yo, no hay problema.
*Yo* - Está bien entonces.
Ella coge a Allan en brazos y van al baño del restaurante mientras yo espero fuera.
*Hombre* - ¿Ibas a irte sin despedirte?
El hombre de antes aparece a mi lado y me asusto un poco, ya que no ha desistido y estamos en la calle.
*Yo* - Erm...
*Hombre* - Ven a dar una vuelta conmigo.
Coge mi brazo y empezamos a andar un poco.
*Yo* - No puedo, tengo que esperar a mi amiga y mi hijo.
*Hombre* - ¿Hijo? ¿Con tu edad ya tienes hijo?
Empieza a reírse.
- Por lo visto, eres otra p*t@.
*Yo* - ¡No soy...!
Cuando iba a hablar, él me mira con una cara enfadada y me asusto aún más.
*Yo* - Suéltame.
*Hombre* - Ya dije que vamos a dar una vuelta, tu amiga cuidará de tu hijo.
Cuando iba a empezar a andar otra vez, alguien le da un puñetazo y cae al suelo, me tapo la cara y veo quién le ha golpeado.
*Yo* - ¿Tú?
*Bryan Mallías* - Eso es.
...
Bryan
...
*Mujer* - ¡El del coche!
*Yo* - ¡Y tú eres la loca que casi arruina mi coche!
*Mujer* - ¿Arruinarte el coche?
Ella piensa un poco y baja la cabeza, se presenta y se va a la cocina, yo grito mi nombre y me siento a comer.
(No puedo creer que la haya encontrado de nuevo.)
Empiezo a comer y vaya, ella cocina muy bien, saborea la comida y se va de casa, tengo que volver al trabajo, paso el día trabajando y cuando llego a casa no hay nadie.
Subo a mi habitación, me cambio de ropa y bajo, voy a la cocina y veo una nota en la isla.
**Nota:
"La cena está en la nevera, caliéntala en el microondas durante dos minutos para que esté a la temperatura adecuada, no te olvides de la salsa, hasta luego 😜**."
(Dibuja bien emojis.)
Hago lo que dice la nota y me como mi cena, de nuevo está genial, después de cenar recibo una llamada.
*Yo* - ¿Hola?
*Jonas* - Ven a mi casa, he comprado una videoconsola nueva.
*Yo* - Ya es tarde.
*Jonas* - Deja de ser aburrido, te estoy esperando.
Antes de que pueda decir algo, él cuelga, así que cojo las llaves de mi coche, me pongo unas zapatillas y salgo tal y como estoy.
Ropa:
Cuando me detuve en el semáforo de camino a la casa de Jonas, vi a una persona familiar en frente de un restaurante, entrecerré los ojos y vi a la tal Aisha al otro lado de la calle. Me sonreí para mí mismo, pero la sonrisa se desvaneció cuando vi a un hombre tirando de su brazo. Sin pensarlo mucho, estacioné rápidamente mi coche y crucé la calle. Llegué allí y golpeé al hombre en la cara, quien cayó al suelo. Miré a Aisha, quien se llevó la mano a la cara y me miró.
*Aisha* - ¿Tú?
*Yo* - Así es.
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