Médico - Aisha/Voltei - Autora

Aisha...

Durante la hora del almuerzo, todos los empleados van a la cocina para comer, pero decido ir a la habitación de Bryan, subo las escaleras y entro sigilosamente para que su padre no me vea, no quiero buscar problemas, pero estoy segura de que él se lo contó.

*Yo* - Hola Bryan, ¿podrías hacerme un favor?

Cojo mi celular y comienzo a grabarlo.

*Yo* - Habla Bryan, di algo.

Silencio.

*Yo* - Entonces, aprieta mi mano.

Cojo su mano, siempre grabando, así si hace algo tendré pruebas.

*Yo* - Haz cualquier cosa, jefecito, ¿qué tal abrir los ojos? Esta sería la mayor prueba que podrías darme.

Una vez más no hace nada, hasta que siento un ligero apretón en mi mano y giro la cámara hacia ella.

*Yo* - Eso, aprieta de nuevo.

Él aprieta de nuevo y termino de grabar.

*Yo* - Así está bien, Bryan, ahora sería genial que te despertaras, ¿no?

Hablo acariciando su cabello.

*Yo* - El mundo es tan cruel, ¿no es así? Adiós, jefecito.

Le doy un besito en la frente y salgo de la habitación, bajo y me quedo frente a la oficina del Sr. Mallías.

*Yo* - Allá voy.

Llamo a la puerta y él me pide que entre, abro.

*Yo* - Con permiso.

*Sr. Mallías* - ¿Qué quieres?

*Yo* - Grabé, grabé cómo él apretaba mi mano, ahora usted tendrá que creerme.

*Sr. Mallías* - ... Enséñame.

Me acerco a su escritorio, reproduzco el video y le acerco mi celular, juro que vi sus ojos un poco vidriosos, pero fue tan rápido que no estoy segura.

*Sr. Mallías* - Llamaré al médico, puedes salir.

*Yo* - Err, ok.

Voy hacia la puerta y antes de salir veo que está marcando un número en el teléfono, cierro la puerta y voy a la cocina a almorzar esta vez, me siento junto a los demás que ya estaban terminando su comida.

*Dudu* - ¿Dónde estabas?

*Yo* - Fui... A probar mi punto.

*Vitória* - ¿Esto tiene que ver con el Sr. Bryan?

*Yo* - Sí.

*Matilda* - ¿Y lo conseguiste? ¿Probar tu punto?

*Yo* - Sí, grabé cómo él apretaba mi mano.

*Gilberto* - Entonces, ¿se está despertando?

*Yo* - Creo que sí, pero no estoy segura.

*Matilda* - Espero que sí.

*Yo* - Yo también...

...

Estamos preparando la mesa para la cena cuando veo a un hombre con bata saliendo de la casa.

*Yo* - No lo vi entrar...

Digo para mí misma.

*Matilda* - Ah, cierto, cuando fuiste a arreglar el baño este hombre llegó y se dirigió directamente a la oficina del Sr. Mallías, un tiempo después salieron juntos de allí y subieron.

*Vitória* - ¿Será el médico? El que el jefe te mencionó, Aisha.

*Yo* - No lo sé, pero parece.

Terminamos de poner la mesa y unos minutos después el Sr. Mallías y Sara estaban cenando en la sala, mientras que la Sra. Mallías cenaba en su habitación, como en los otros días, según lo que supe, ella estaba deprimida.

Cuando el Sr. Mallías se levantó, lo seguí hasta la oficina y llamé a la puerta.

*Sr. Mallías* - Pasa.

Abro la puerta y entro, cerrándola detrás de mí.

*Yo* - Con permiso, señor, yo... Err...

*Sr. Mallías* - Habla.

*Yo* - Sé que no es asunto mío, pero...

*Sr. Mallías* - El médico que salió de aquí temprano examinó a mi hijo.

*Yo* - ... ¿Y qué dijo, señor?

*Sr. Mallías* - ...

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