CAPITULO 12

REENCUENTRO.

ROSA.

El día más esperado llego, estaba en el pasillo esperando, mi madre fue ingresada a cirugía desde temprano de pronto se escuchan pasos y frente a mi esta mi hermana, me sorprendió verla, desprendía una hora diferente, se notaba con más seguridad y madurez, tenía una elegancia indescriptible esta vestida con las mejores marcas, venia acompañada de un hombre.

Me acercó a ellos y saludo respetuosamente, el hombre se presenta como el marido de mi hermana, quedó deslumbrada con la belleza de aquel hombre de ojos azules y tez blanca, nunca me imaginé que se casaría con un millonario y menos extranjero y la verdad me alegro mucho, se lo duro que fue para ella dejar la casa embarazada, siempre supe que es infeliz de su novio la dejaría sola.

- Hola hermana tiempo sin verte, como has estado quiero agradecerte por lo que has hecho por mamá ahora está mejor, sé que no tenías por qué hacerlo, pero aun así lo hiciste y además estás aquí, ella se pondrá feliz de verte te hemos extrañado mucho.

- Yo estoy muy bien y sí estoy aquí es porque me preocupan, por más mal que se haya portado conmigo sigue siendo mi madre y en un momento así no la puedo dejar sola y mucho menos quedarme de brazos cruzados sin ayudarla.

- Yo sé que tú eres muy buena persona a diferencia de nosotras, te pido que me perdones por no ser buena hermana, no sabes lo mal que me he sentido estos años, lo siento y no te preocupes, esta vez no seremos un problema para ti después que mamá se recupere nos podemos ir de tu vida y no volver a molestar.

- Bueno ya veremos, por ahora esperemos que mamá salga de la cirugía y que todo salga bien ya tendremos tiempo de sobra para conversar.

- Hace un rato se la llevaron, el médico me dijo que tardaría al menos 3 horas toca esperar acá afuera, se pueden sentar ahí yo voy por un café en estos días no he dormido bien y tengo algo de sueño quieren que les traiga algo.

- No te preocupes ya nosotros comimos y estamos bien, ve tranquila.

Sali del lugar porque sentía mucha pena moral con mi hermana, ni yo misma me perdono pasaron lo que paso y la verdad no sé cómo mirarla sin sentirme culpable, las horas pasan demasiado lento, me senté un poco alejada de ellos y veo a Valery dar vueltas de un lado a otro, me acerque y trataba de calmarla, pero no podía ella estaba muy intranquila al igual que yo.

Después de 3 horas aún la puerta de la sala de cirugía seguía cerrada, todos estábamos preocupados, la cirugía demoró más de lo previsto, tu vimos que seguir esperando, el médico salió y apenas lo vimos fuimos a preguntar la tensión de todos era notable más porque el miedo a perderla.

- Valeri hablo primero, doctor díganos cómo salió todo, cómo está mi madre en este momento.

- La cirugía fue todo un éxito, su madre está bien, pudimos extraer la masa cancerígena que tenía, gracias a dios sin dificultades, ahora está estable y vamos a pasarla a una sala de cuidados intensivos mientras se recupera de la cirugía y a una habitación para que puedan verla, la cirugía demoro un poco más, pero pudimos quitar todo la masa, por ahora solo queda esperar para iniciar el tratamiento con las quimioterapias y si me permiten, debo llenar el papeleo.

- Gracias doctor, muchas gracias esperemos entonces para poder verla.

Me alegro mucho saber que mamá está bien, no pude evitar darle un abrazo a mi hermana, ella me correspondió, al principio la sentí incomoda, pero poco a poco noté como su cuerpo se relajaba, ella y su marido fueron a la cafetería por un café, pero volvió rápido y me dijo que iría a ver a sus hijos me acabo de enterar que tengo 4 sobrinos y muero por conocerlos, pero sé que no es momento, la pobre se ve que está bastante agotada, me imagino que no ha descansado, me dijo que me traería de comer y le pedí que no se preocupe yo como algo después lo importante es que ella vea a sus hijos.

Me quede sola así que baja a la cafetería a esperar que me avisen del traslado de mamá y a informarle a Sofia de todo, ella me llamo temprano y a estado al pendiente de la salud de mi madre, hablamos un rato y me dijo que pasaría en la noche así que volví al piso donde estaba mamá para esperar que la trasladen.

Horas más tarde......

Cuando mamá de quedo instalada en la habitación, entró primero, sé que Valeri desea verla tanto como yo, pero debo prepararla para el reencuentro, mi hermana se quedó afuera con su esposo, veo a mi madre despierta y apenas me ve sonrió, la abrase con cuidado de no lastimarla y la llene de besos.

- Me alegra mucho verte bien mamá, como te sientes.

- Adolorida, pero estoy bien, el doctor me dijo que todo salió muy bien y que con un par de sesiones de quimio terapia podía librarme del cáncer.

- Eso es muy bueno, suspiro antes de decirle algo más.

- Que pasa hija, porque ese suspiro o es que el medico dijo algo mas y me lo estas ocultando.

- No es eso mamá, Valeri esta afuera y quiere verte, miro su reacción y sus ojos se cristalizan al instante.

- Llorando, de verdad vino, no me estas mintiendo.

- No llores mamá, eso te puede afectar, mi hermana no querrá verte en ese estado.

- Esta bien me calmo, pero hazla pasar, quiero ver a tu hermana y poder pedirle perdón por todo el mal que le cause.

- Bien, pero promete no hacer locuras, acabas de salir de cirugía.

Salgo de la habitación y miro a mi hermana, le digo que puede pasar, mamá la está esperando, ella miró a su marido, respiró profundo y entró a la habitación.

NARRADOR

Cuando Valeri ve a su mamá, sintió muchos sentimientos encontrados no sólo tenía tiempo sin verla, está estaba totalmente cambiada, mucho más delgada, demacrada y además se notaba la tristeza en su rostro, no era ni la sombra de aquella mujer altiva y dominante que recordaba, no tenía brillo en los ojos, era como ver a otra mujer.

- Hola mamá cómo te sientes.

- Bien Valeri, gracias por todo, no quería ser una molestia para ti, me disculpo contigo hija, sé que no he sido una buena madre que te he fallado muchas veces, fui desconsiderada contigo y aun así tú siempre me apoyas te pido mil disculpas (llorando) no merezco que estés aquí.

- No llores mamá, tranquila es mi deber como tu hija, no podía dejarte sola en una situación como ésta a pesar de todo eres mi mamá y muy en el fondo de mi corazón te perdono, no soy rencorosa y la vida me ha regalado felicidad, no quiero tener rencor en mi corazón.

- Pero hija, te trate muy mal y después te utilice para seguir con mis vicios no tengo perdón de dios.

- Te perdono, aunque no te entiendo, tú debiste protegerme se suponía que debías cuidarme, pero preferiste ser más mujer que madre, deja de llorar, no importa ya lo que pasó, pasó y quedará en el pasado de ahora en adelante nos enfocaremos en el futuro., te informo que me encargaré de que no te falte nada.

Que tengas todo tus medicamentos una enfermera y una casa digna, pero no me pidas más allá de lo que puedo darte, todavía hay heridas que sanar y no te quiero en mi vida aún, aunque te perdono eso no quita el daño que me causaste, me dejaste muchas veces me engañaste, recupérate primero y después ya veremos qué pasa, tenemos muchas barreras que superar juntas.

- ( llorando) hija lo siento sé que mis palabras no van a cambiar nada, pero de verdad estoy arrepentida, he cambiado por fin toque fondo y reconozco mis errores del pasado, está enfermedad me ayudó a valorar los cosas y a ver que con las únicas personas con las que cuenta son ustedes, mis hijas, hoy te prometo que de ahora en adelante voy a ser una mejor persona y madre y estoy dispuesta a esperar que me quieras en tu vida.

- Cuando esté lista mamá, créeme que te lo hare saber.

- Por favor hija, cuéntame de tu vida en estos años, tu hermana me contó que te casaste nuevamente, que vives en Alemania y que acabaste de tener hijos, si me lo permites me gustaría conocer a mis nietos, sé qué ahora no me quieres cerca, pero si más adelante me lo permites, me gustaría cargarlos y consentirlos, bueno si me dejas, te aseguro que lo que menos quiero es molestarte en nada.

- No te preocupes mamá, cuando estés mejor los conocerás, te prometo que cuando el medico lo autorice.

- Gracias hija de verdad te lo agradezco, tu hermana y yo estamos viviendo bien, ella tiene un trabajo con eso podemos pagar un lugar y todos nuestros gastos, sé que tú estás pagando esta clínica, no te voy a pedir más, tampoco quiero ser una carga para ti, ya has hecho demasiado, esta vez no quiero cometer los mismos errores del pasado.

.

- Mamá, no soy yo la que está pagando tu tratamiento, es mi esposo, eso para él no es nada, los gastos médicos y todo lo demás, tómalo como un regalo o como quieras, pero déjame ayudarte sé que vives en un apartamento que no es muy bueno para ti y menos en tu estado, por favor acepta la ayuda que les ofrecemos, por ahora recuperate que eso es los más importante.

Después de ese momento de tensión, Valeri se sentía más relajada y empezó a contarle de sus hijos, le dijo los nombres y le conto parte y su vida con su ahora esposo, mientras Rosalía reía por lo que ella le contaba de sus nietos la puerta se abrió dejando ver a un hombre muy alto y elegante, las dos centraron su atención al hombre y Valeri sonrió al ver a su marido.

- Hola señora Rosalía, mi nombre es Timote Vladimovith soy el esposo de su hija y padre de sus nietos, me alegro que esté mejor y deseo su pronta recuperación, quiero que sepa que su hija no está sola, además de eso de ahora en adelante me haré cargo de usted para que también esté tranquila.

No lo hago por usted si no por ella, soy muy directo al hablar haré que no le falte nada, ya tengo todo listo para que siga en tratamiento tengo una enfermedad y una mensualidad para sus gastos como sabrá su hija se va conmigo a mi país, pero eso no quiere decir que la vamos a dejar desamparada.

- Agradezco mucho todo, no sé cómo le voy a pagar por cuidar de mi hija, sé que no merezco su amabilidad, pero también tengo claro que lo hace por ella, le doy gracias a dios, porque le dio un buen esposo a mí Valeri alguien que la ama la cuida a ella y a sus hijos, espero que siempre los proteja a todos, lamentablemente yo no lo pude hacer, no se imagina lo que me arrepiento por no estar con ellas cuando más me necesitaron, mi hija es una gran mujer y de muy buen corazón.

- No se preocupe así lo haré, ella es el amor de mi vida y lo voy a cuidar siempre, aunque Valeria no es mía la quiero como tal, para mí ellas son todo, espero que se recupere pronto y pueda salir de esto.

- Gracias, deseo que sean muy felices juntos.

Llegó a la habitación Rosa con comida para todos, Valeri no quiso comer, pero Timoteo la obligo, tenía que recuperar fuerza, en todo el día no había comido nada por estar al pendiente de su madre, por la tarde después de dejar todo arreglado decidieron regresar a la casa los niños los extrañaron mucho más a su mamá, no los había amamantando en todo el día.

Rosa se quedo cuidando de su madre y Sofia llego a hacerles compañía. Los días siguientes todo pasó con normalidad a Rosalía la dieron de alta después de una semana, Rosa y Valeri la instalaron en la nueva casa, ella intento negarse, pero no le dejaron opción, era una casa grande y bonita, también tenía una enfermera que se encargaba de sus medicamentos y un auto para que pudiera ir a sus quimioterapias, Timoteo arreglo todo, Valeri al principio no quería aceptar, ella quería pagar con su dinero los gastos de su madre, pero terminó cediendo como siempre su esposo tenía sus mañas para convencerla.

Por el momento la vida de todos parecía tranquila, Rosa al tener ayuda con su madre se centró en buscar trabajo, aunque en la casa tenia todo no se quedaría sin hacer nada, todas las tardes después de llegar con su madre de terapia se ponía a enviar hojas de vida a todas las paginas que encontraba en internet.

Días antes de regresar a Alemania con sus hijos y su esposo, Valeri paso a la casa de su madre con ellos, la casa se volvió animada con los niños y la tía y abuela estaban felices de al fin conocerlos, Rosa y Valeri aprovecharon para conversar mientras su madre y Timoteo cuidaban a los niños, rosa insistía en disculparse por lo que paso hace 10 años y Valeri le pedía pasar la pagina eran hermanas y se querían mucho.

Después de la cena la familia de 6 se despidió, salían temprano al día siguiente y querían descansar antes del largo viaje de regreso, Rosalía lloro un poco al despedirse.

- No llores mamá, nos volveremos a ver, te prometo venir en unos meses.

- Lo se hija, pero igual me afecta, tenia años sin verte y solo pasaste unas semanas conmigo.

- Estaremos en contacto, ya tienes mi número, no llores más o no me podré ir.

- Esta bien, pero puedo pedirte un abrazo, se que aun no me perdonas del todo, pero le regalarías un abrazo a esta vieja llorona.

- Claro que si mamá, sabes que te quiero mucho.

Rosa se unió al emotivo abrazo, después de abrazos y lágrimas se despidieron a pesar de todo eran una familia que se quería y se apoyaba en buenas y malas, Rosalía le dio su bendición a su hija, esa a la que tanto había lastimado y la que le enseño una lesión que no olvidaría jamás........

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