—Bueno, entonces tendrás experiencia —dijo con una sonrisa.
Estaba congelado en mi lugar, lo miraba disfrutar solamente de mis expresiones y eso era bueno, ¿no? Eso podría significar que no me matará.
—¿Me matarás?
—Cállate, o lo haré ahora mismo.
Tenía mucho miedo. Quise comenzar a llorar, pero sabía que todo sería peor si lo hacía.
—Bueno. Aún no sé si te mataré, todo depende si me complaces, debo comer un poco.
Ante lo que dijo, acercó rápidamente su rostro a mi cuello y me mordió con fuerza. Nunca antes sentí tanto dolor, era como si me clavaran una estaca en el pecho; sin embargo, después de unos segundos, el dolor pasó para ser reemplazado con placer puro. Creo que eso fue un detonante peligroso, ya que el vampiro se volvió salvaje. De repente, mis manos ya estaban atadas con mi corbata y segundos después…
—¡Detente!
La agonía apenas comenzaba, el vampiro no pensaba detenerse hasta alcanzar el clímax; no obstante, conforme pasaban los segundos, mi cuerpo sentía un cosquilleo en cierto punto donde él golpeaba. Pero no, no puedo sentir placer, él estaba profanando mi cuerpo. Apreté mis dedos hasta que quedaron blancos y grité a los cielos por ayuda. Aunque conocía bien la respuesta: no iban a ayudarme.
—En los cielos no hay nadie, niño.
Lo escuché decir. No hubiese sido tan vergonzoso si mi cuerpo no demostrara el placer que estaba sintiendo, lo sabía, porque él me miraba de esa manera tan molesta.
—No puede ser que con tan poco estás tan motivado.
Dijo burlándose y dándole golpes a mi excitación. No sé si porque estoy ebrio, pero siento que todo es muy mágico. Era tan extraño como placentero y justo ahora quería terminar, pero no quería ganarme sus burlas… Y no lo pude evitar. Él estaba satisfecho, al parecer.
—No te mataré hoy —Resopló y se acomodó a un lado.
Al fin la agonía terminó. Y me sentía triste.
—¿Me dejarás ir? —pregunté.
—Es posible. Allá hay ropa y lo necesario para que te limpies. Vete cuando termine la tormenta.
Miré a ese vampiro cuando se vestía y me ordenaba como si nada, como si no hubiera pasado tan buen rato como ahora. Supongo que después de tantos años comenzó a olvidar los sentimientos.
Apenas reparé en el exterior cuando me trajo, no me percaté de la tormenta que se desató. ¿Tanto tiempo tardamos? Cuando me trajo no estaba lloviendo. Creo que no me podría pasar nada más extraño que esto, pero me equivoqué, de pronto él me besó la frente y desapareció ante mi vista. Gemí por todo lo que estaba sucediendo, sigo sin creer que me haya dejado tan pronto como alcanzó el placer. Estaba en una cabaña perdida en quien sabe donde, ni siquiera sé si es de alguien.
Me levanté dispuesto a encontrar el baño, pero lo que sentí fue un dolor en la espalda que se extendió a la cadera y en todo el cuerpo. De verdad que ese vampiro fue muy bruto conmigo, ni siquiera midió su fuerza, no creo aguantar otro asalto de estos. Acto seguido me miré en el espejo. Lo que vi me dejó en shock. Esas marcas las iba a llevar para siempre, solamente espero que nadie me pregunte acerca de eso, porque no sabré qué decir.
Había leído en la biblioteca algunos libros acerca de vampiros, solamente para pasar el tiempo y en uno de ellos mencionaba que pueden leer la mente. Este vampiro pudo hacerlo, ¿no? Por eso parecía adivinar lo que pensaba. Otra cosa, ellos pueden borrar la mente y manipularla, eso sería catastrófico. ¿Cuántos no han sido víctimas de este ser del infierno?
Espero no me agarre como alimento cada que él quiera, porque no quiero morir, quiero ser un artista muy famoso algún día. Aunque… No me arrepiento de esto, al menos ya sé algo más que nadie más sabe.
Suspiré y salí de la cabaña, noté que ya estaba amaneciendo. No se podía ver muy bien el sol debido a los altos árboles que cubren el cielo. Comencé a caminar hacia donde brillaba el sol, dándome cuenta de que estaba en la carretera, solamente espero que pase algún taxi. No ayuda en nada la resaca que tengo.
Al menos tuvo la decencia de no llevarme hasta donde no existe civilización. Esa cabaña estaba en el bosque más cercano a la zona de bares, por lo que no me tomó mucho tiempo llegar a casa. Me sentía hambriento y cansado, quería dormir un poco. Lo único malo es que debo ir a clases ahora mismo.
En el castillo Sinclair.
Leland.
—Ya sé lo que dirás, ¿bien? No quiero escucharlo —dije tapando mis oídos.
—No son horas que vengas, ¿comiste al menos? —reclamó Min.
—Ya, déjame tranquilo.
—Claro, eso se nota por tu ropa y ese asqueroso olor a humano.
—¡Basta! ¡Soy tu amo! ¡Sabes perfectamente que seré uno de los grandes sabios y también tu rey!
Comencé a caminar hacia mi habitación, tratando de ignorar a ese idiota.
—No me hagas reír, tú solo eres un mocoso inmaduro. —Gritó Min.
—Inmaduro o no, tú eres mi perro.
No obstante, sentí un jalón que me tiró al suelo. Miré con furia a ese tonto.
—¡Suéltame!
Me apretó el cuello con fuerza brutal, no podía apartarlo.
—Ahora, volverás a ser mío.
Me alzó con solamente una mano y me llevó a mi habitación.
De nuevo ahí, como la última noche, donde terminé gimiendo su nombre.
—Estuviste con un humano. ¿Quieres que te recuerde quién manda aquí?
El mayor arrancó mi ropa y ató mis manos dejándome sin poder escapar.
—Ahora verás, mocoso.
Sujetó mi largo cabello y lo jaló hacia atrás, dejando mi cuello a la vista… y mordió sin compasión.
Min era un general, solamente eso, y pretende estar con alguien como yo, lo cual es imposible. No quiero pensar en eso, no más, no ahora. Los sabios no lo perdonarán, ha profanado el alma del futuro rey.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 99 Episodes
Comments