Alessandra Ginebra.

Alejandro no apartó la mirada de Melanie, las lágrimas salían de sus hermosos ojos de miel.

__Se que pedir perdón está de más, pero...__Se arrodilló ante ella, quién sostenía el cuchillo en la mano, fácilmente podría clavarlo en su cuello o en la espalda, pero se quedó estática, sin respiración y con una corriente invisible que azotó su corazón de tal forma que comenzó a latir incontrolable.

__No quiero tus disculpas, no quiero nada de ti, excepto que te vayas.

__¿Puedes al menos escucharme, un instante?.__Dijo Alejandro luchando por no tomarla y envolverla en papel de oro, meterla en una caja y llevarla de vuelta a Tulip Kingdom.

La pequeña niña volvió a la sala.__Mami, quiero un maní y a mi oso.__Al pasar junto a Alejandro, le miró de una forma tan curiosa, poniendo los ojos en blanco y arrugando la nariz, gesto que Melanie hacía cuando algo le molestaba.

__Vuelve con Nidia, te prometo que no tardaré.__No contaba con que su hija fuera a hacer una rabieta. Comenzó a llorar y se sentó en el sillón mirando fijamente a su madre, quién estaba a punto de tener un ataque nervioso.

La niñera trató de llevarla con ella , pero fue completamente inútil.

__¡¡Ginebra!!, ve a tú habitación con Nidia, ahora estoy contigo.__La bebé sabía cuándo su madre estaba molesta, pues solo entonces le decía ese nombre.

__¿Le nombraste a mi hija, como una bebida alcohólica?.__Le reclamó Alejandro.

Melanie lo quería fuera de su casa, así que comenzó a arrojar lo que encontró a su paso, ya fueran los juguetes de la niña o un salero.

__¡¡No es tu hija y se llama igual que la esposa del rey Arturo!!.

Uno de tantos objetos dió en el blanco, bueno en la frente de Alejandro, un especiero de porcelana, dejando una herida abierta y un chorrito de sangre. El asistente intervino rápidamente.

__Majestad, debe recibir ayuda...

__Sal Ismael, la reina fugitiva va a arreglar su desastre.

Melanie odiaba la sangre más que a cualquier otra cosa, le provocaba vomitar y mareos, por eso , en cuanto vió la herida y olió la sangre, se desvaneció.

__¡¡Bien valiente para querer matarme, pero débil con la sangre que me hace derramar!!.

Ismael se debatía entre romper el protocolo y correr a llamar un médico, pero cada vez que quería dar un paso Alejandro le ofrecía una de sus miradas congelantes.

Levantó a una muy desmayada Melanie, su cercanía le provocó escalofríos, después de tanto tiempo ella todavía le recordaba los hermosos campos de tulipanes, el canto de las aves, un desayuno delicioso y claro, esas noches que parecían no tener fin.

Melanie despertó confundida, miró a su alrededor, suplicando en su mente que todo hubiera sido una pesadilla. No vio a nadie y tampoco había un desastre, no estaba el hombre que le robó la tranquilidad, ni el otro gorila tonto.__Tal vez lo soñé.__Se dijo.

Se levantó muy despacio, le llegó un ligero olor a sanitizante, fue hasta la habitacion de su hija, nada preparó a Melanie para lo que vió.

Alejandro estaba en el piso, con un montón de muñecas, lleno de gliter y estampas de Minnie mousse, con las uñas de un color rosa chillante.

__¿Por qué sigues aquí?.__Preguntó un poco molesta. Un poco por qué la imagen frente a ella le dio más bien ternura.

__Bueno, quizá es que no pude dejar a mi ex, tirada, sin consciencia y a mi hija sola con ese hermoso barniz de uñas y a lady Barbie tomando el té sin Ken.

Melanie suspiró, vió que Alejandro llevaba una bata de toalla en lugar de su camisa, y una venda atada alrededor de su cabeza.

__Y ¿dónde está Nidia?.__Dijo interrumpiendo un brindis con las Barbies.

__Muy amablemente se ofreció a lavar mi camisa, en verdad que para ser una herida pequeña, me sacó una escandalosa cantidad de sangre.

Ella rodó los ojos.

__Tu te lo buscaste, todavía no entiendo por qué sigues aquí, en fin , despídete de mi hija y no se te ocurra hacer una tontería o te voy a.__Le hizo una cortada imaginaria a su cuello, no se necesitaba ser un sabio para comprender lo que le estaba advirtiendo.

Salió rápidamente a su habitación, ya no podía hacer nada por huir o por ocultar a su hija, la niña era tal cual una copia exacta de Alejandro, el cabello quizá era el razgo que había heredado de ella, pero absolutamente nada más. La nariz respingada, la estatura más grande que un niño promedio, muy inteligente para su edad.__Eso lo heredó de mí, por qué su padre es un gran cabeza hueca.__Masculló entre dientes, mientras doblaba una sábana.__Hasta la forma tan particular de pedir las cosas la había heredado de el y que decir de ese extraño lunar en la pierna izquierda que Alejandro tenía, la pequeña lo replicó y según sabía, la reina era el molde original de ese lunar.

__Se ha dormido, ¿será que podemos hablar sin que me rompas algo más en la cabeza?.__Le habló, interrumpiendo sus pensamientos.

__¿Tengo opción?, espera en la sala.__Repuso ella.

__Vaya, todavía guardas esa foto....

__Dios, deja de invadir mi espacio, me asfixias.

Era una vieja foto de el grupo de amigos, Frederick, Gustav, Melanie, Lorie hermana de Gustav, Jenny hermana de Alejandro y Alejandro, cuando estudiaban en el Royal college de River Green.

Salió un tanto incómoda, "te querrá quitar a Ginebra", le susurró una voz en su cabeza, ella la sacudió con fuerza, jamás dejaría que Alejandro se llevara a su hija, así tuviera que irse al otro lado del océano.

Aparentemente, Alejandro estaba tranquilo, aunque la realidad era que moría por decirle a la niña que el era su padre. "Mi papi está en un viaje muy largo, no va a volver hasta que yo sea mayor", le había dicho mientras jugaban, eso hizo que Alejandro pasara la saliva y le supiera a ácido.

__¿Y bien, que quieres?, no quiero que te quedes y no necesito un sermón, tampoco disculpas y mucho menos que trates de culparme por lo que sea que te haya pasado, ¿de acuerdo?.__Dijo levantando un poco la voz.

__Si está bien, no grites ella está dormida.

__Duerme como tú.__Dijo Melanie, forzando la palabra.__Es un tronco una vez que toca la cama.

__Tiene un bello nombre y ese acento italiano que podría derretir hasta el más duro de los metales.

Bueno, al menos esta vez no había dicho que el nombre era una bebida. Tener que lidiar con ese hombre ya le estaba pasando factura, tenía sueño y luchaba por mantener los ojos abiertos.

__Melanie, gracias.__Estaba a punto de llorar, bueno al menos eso se podía ver, ya si lo hacía por aparentar ser un hombre distinto, eso ya no lo podía saber.__Gracias por Alessandra Ginebra, mi princesa de Montwhite...

Melanie se levantó, el nombre que tantas veces le había pronunciado a su hija, ahora sonaba en los labios de su padre, el rey de Tulip Kingdom, el reino que su hija creía que solo eran cuentos de princesas.

Se preparó un café, pues intuía que esa conversación sería larga y muy tediosa.

__¿Cómo diste conmigo?, fueron muchos años de tranquilidad absoluta...

__Un ticket de compra, la dirección, Milán, el comprador, Frederick Lindt.

Contuvo la respiración, ¿sabía que Fred estaba con ella?.

__Mmm, todo un detective.__El sonrió.

__Lo seguí por meses, hasta que me trajo aquí, jamás esperé encontrarte, sospechaba que él estaba haciendo algo indebido, últimamente ya no utiliza su cuenta de la casa real y tiene mucho más dinero que cualquier Lord o lady millonarios en el país, pero resulta que Lord Frederick Lindt tiene un tesoro invaluable, uno que no le pertenece y que además no lo comparte con quienes merecen saber de ese tesoro.__Dijo mientras la miraba con los ojos vidriosos.

Sintió ganas de golpearlo de nuevo, pero todavía tenía el estómago revuelto y no deseaba convertir su casa en una escena del crimen.

El silencio se hizo largo, Melanie Humpring no tenía las palabras adecuadas o educadas para expresar su sentir, sonaría como una verdadera loca donde le dijera toda la sarta de groserías que le venían a la mente.

Alejandro notó como poco a poco relajaba los hombros, su expresión enfurecida cambió a una más ligera.

__Estoy dándome cuenta de lo inapropiado que es esto, durante todo este tiempo, nunca sopesé la idea de tener que discutir contigo otra vez, mucho menos que supieras de mi hija, estoy cien por ciento segura , que ahora vas a encontrar la manera de querer quitármela porque, ¿que otra razón te mantiene aquí?, no me sorprende en lo absoluto, pero no voy a dejar que veas a mi hija otra vez , te vas a conformar solo con saber que existe, que su madre la va a proteger más que a su vida y que a pesar de todo , ella tiene una ligera idea de quién es su padre, te irás y nunca mas vas a volver, por qué de ser así, me iré mas lejos todavía y ten mi promesa que nunca volverás a saber de mí, será como si nunca hubiese existido.

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Comments

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

siper buena la historia

2024-05-12

0

Anonymous

Anonymous

Jajajaja que oso….

2024-04-04

4

Maritxu

Maritxu

la situación se está complicando y terminará cediendo en algunas cosas... me preocupa la loca de Cecilia y la madre de Alejandro, otra loca más 🙊🤭🙊🤭🙊🤦

2024-03-30

7

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