Una sombra.

La fiesta por la nupcias del príncipe terminaron al cabo de una semana, en la cuál el príncipe Alejandro no se hizo presente.

Los regalos llegaron en grandes cantidades y la única que estaba para agradecer y dar la cara era la pobre Melanie.

El último día sería la ceremonia del nuevo hogar, la reina les había otorgado el antiguo, simbólico y majestuoso palacio de Montwhite, un palacio que fue habitado por los primeros monarcas de Tulip Kingdom y que era inmensamente importante para la gente y la monarquía.

__Deberías ponerle un límite, ¡más que obvio que su majestad la quiere y tiene su favor!, si no ¿cómo explicas el que les haya dado ese palacio?.

Alejandro había ido a las afueras de Tulip Kingdom, específicamente a la casa de Dora Moldren. Estaba estresado y Cecilia no le estaba ayudando con sus ridículos reclamos.

__¡Por amor a Dios, eh estado toda una semana oyendo tus quejas, creo que será mejor que me vaya!.__Se levantó y comenzó a cambiarse.

Cecilia creyó que le diría que rechazaría el ofrecimiento de la reina y que le prometería como muchas veces antes, que ella tendría un palacio.

__No mi dulce amor, no te molestes conmigo, es solo que me mata la sola idea de saberte bajo el mismo techo que esa chiquilla ordinaria.

Alejandro no se molestó en responder y sin más se marchó.

Llegar al palacio de River Green y ver todos los regalos y presentes que los súbditos enviaron, le provocaron escalofríos. En verdad que la gente se volcó en detalles a la nueva princesa.

__¿De dónde vienes?.__Le preguntó su abuelo.

__Eh estado demasiado ocupado en la frontera con el reino de norte, algunos rebeldes intentaron robar las cosechas.

El rey chasqueo la lengua en desaprobación.

__No insultes mis canas y mis crujidos de articulaciones, en verdad soy más viejo que la muralla de Silverlake, ¿que hacías saliendo de casa de la señora Moldren ?.

Alejandro no tenía una buena mentira para decir.

__Su majestad, no me haga una pregunta con seguridad que le va a molestar la respuesta.

__Realmente espero que no vuelvas a ese lugar, de otra manera voy a expulsar a esas mujeres, me importa poco lo que tú y esa prostituta tengan, pero ahora eres un esposo , un jefe de familia y el señor de tu propio palacio, lo mínimo que tienes que hacer es comportarte a la altura.

__Yo no pedí eso...

__Eso lo sé, lo único que su alteza pide, es dinero y prostitutas, eso se lo dí a Melanie, ella es a quién vale la pena proteger.

El rey se fue , dándole la espalda a su nieto favorito, con un gran nudo en el corazón y en la garganta.

El príncipe subió furioso a sus habitaciones, no entendía el cariño enfermizo de los reyes y toda la gente hacia Melanie, no era más que una chiquilla regordeta y simplona, sin nada atractivo además de sus ojos. ¿En qué momento sus ojos le parecían hermosos?.

Alejandro empujó violentamente la puerta del dormitorio, para ver a Melanie completamente desnuda, saliendo del baño, mojada y llena de espuma.

¡¡Que hermosa!!, pensó para si mismo, no podía quedarse más tiempo mirando o sus pies le harían una mala jugada.

__¡Vístete y sal a mi despacho!.__Le ordenó.

Melanie entró en pánico, que tal que quería devolverla a su familia. ¿Que hice mal?, se preguntó.

Salió rápidamente, solo con una bata y su cabello cubierto por una toalla, sin una gota de maquillaje.

Tocó la puerta.__Pasa.__Le respondió una voz gélida.

__¿Que pasa?.__Le preguntó Melanie, con miedo en sus palabras.

__No habrá una luna de miel, pero le haremos creer a todos que sí, te quedarás en el palacio de Greendellville, no vas a salir en cuarenta días,¿entiendes?.

Melanie sabía que no tendría una luna de miel, pero no creyó que estaría a solas con él.

__Si es así como quiere que sea.

__Nos iremos al anochecer, prepara todo porque no llevaremos servidumbre.

__Pero, yo, ¿quién va a ayudarme?.

__Eso es tu problema.

Y sin más la echó de su despacho.

__No le digas a nadie Melanie, a nadie, no siquiera a Lord Humpring.

Eso fue más que una amenaza.

Los autos estaban listos, la excusa de Alejandro para no llevar servidumbre o escoltas, fue que deseaba estar muy a solas con su ahora esposa.

El camino a Greendellville fue super incómodo, la terracería hacía que el auto brincara violentamente.

Al llegar solo había una mujer mayor y un joven.

__Ella es mi esposa, pueden irse nos urge estar a solas.

La ama de llaves y el joven se despidieron apenas subieron el equipaje.

Melanie se sintió un insecto en ese gran palacio, era muy lujoso, con pinturas , grandes ventanas, habitaciones enormes , pero completamente vacío.

Esa noche, Alejandro despareció.

Y los días siguientes tampoco llegó.

Pasó una semana completamente encerrada, solo se levantó al baño y por agua , dejó de comer y por poco se muere ahogada en la tina, era una sombra más de ese palacio.

El domingo, amaneció muy soleado, abrió las ventanas y vió que el jardín estaba increíblemente hermoso, lleno de tulipanes, césped verde y un ciruelo cargado de fruta.

__No voy a morir aquí, quizá eso quiere, que muera y así no tener que vivir conmigo, no le daré ese gusto.

Se levantó y se vistió con ropa común, unos pantalones de mezclilla, una blusa blanca algo escotada, tenis y una coleta alta.

Se miró al espejo, nunca se había vestido así de casual , su madre la obliagaba a vestir elegante, muy formal.

Caminó hasta el pueblito, no tan lejano del palacio, se encontró con una especie de mercado, con un montón de puestos coloridos y gente haciendo intercambios de sus productos.

Se sentía demasiado libre , no había un guardaespaldas siguiendole o su madre delante de ella, estaba feliz.

Compró fruta y comida, con el dinero que gracias a dios, la reina le regaló en un sobre discretamente, antes de irse.

Casi al salir una el ama de llaves la saludó.

__Su alteza, que alegría verle aquí, pensamos que ya no estaban , el príncipe dijo que irían al lago del bosque, es hermoso en esta época.

__Eh, hola señora , no , mi esposo se fue a trabajar con unos... asuntos de estado, pero volverá pronto, con el favor de Dios.

Que gran mentira.

__Su alteza, quisiera saber si podemos ir a hacer la limpieza del palacio, en verdad que el príncipe dijo que no era necesario, pero si su alteza está ahí, debe estar limpio y ordenado.

Melanie pensó que si su esposo la había puesto ahí y ella era la princesa, pues debía hacer valer su título.

__Claro, de hecho necesito un jardinero, voy a hacer algunos cambios y también me ayudaría mucho si consigue una costurera.

Desde ese día , varios ayudantes iban cada semana a dar mantenimiento al palacio, Melanie estaba más cómoda que nunca y se hizo amiga del joven hijo de su ama de llaves, olvidando por completo que era una princesa y que estaba casada con un miserable.

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Comments

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

me gusta la historia

2024-05-12

0

Emma Sosa Gomez

Emma Sosa Gomez

la escritora solo está fantaseando en su novela. para mi gusto está muy bien

2024-04-13

1

Graciela Lahoz

Graciela Lahoz

En realidad todavía no se ni distingo en que época quiso la autora enfocarse.. buena historia pero en algunos diálogos muy confusos, veremos más adelante si se aclara..

2024-04-06

5

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