Italia.

"Tres años después."

Alejandro tomó un vuelo a Italia, teniendo mil preguntas en la cabeza. Había seguido por meses a Lord Frederick, cada paso que daba y a dónde viajaba tanto, pero Frederick era más inteligente y siempre tenía a su primo dando vueltas sobre el mismo sitio.

Hasta ese día. Frederick dejó caer accidentalmente un ticket de compra, con el nombre de una joyería "Cartier" y la dirección en Milán, Italia. Así que lo siguió cada día de ese mes, hasta que Frederick se fue de viaje, otra vez.

Desde hace mucho tiempo las cosas en Tulip Kingdom se habían calmado un poco, la reina logró que el parlamento aceptara un periodo de prueba para que el país pudiera adaptarse a los cambios de una república independiente.

En esos años, la familia real se esforzó por acercar a la gente, se mostraban más unidos y allegados a su pueblo. Pero estaban al borde de la extinción como realeza.

Cecilia Moldren tenía una casa hermosa, pero no era un palacio, algunas veces vendía sus propias fotos a la prensa en donde se veía al rey convivir con su pequeño, un niño de tres años y meses.

El avión aterrizó en Milán.

Alejandro apresuró el paso para no perder a Frederick Lindt.

Notó que se subió a un lujoso auto y se perdió entre el tráfico normal de la ciudad. Lo siguió en un taxi que por momentos perdía de vista al auto de Frederick, minutos más tarde estaban en Varenna, entre calles estrechas y empinadas, con muchos edificios antiguos como si estuvieran en el siglo pasado.

__¿Que escondes Frederick, que rayos escondes?.__Se dijo mientras bajaba del taxi.

Su asistente se había quedado en Milán con sus maletas, mientras esperaba las órdenes para saber a dónde ir y que hacer.

Frederick se estacionó en una calle empedrada, cerca de una casa de varios pisos, tenía una cantidad de flores por doquier y era la más colorida del lugar.

Lo que Alejandro vió a continuación lo dejó completamente paralizado, sin respiración y con un extraño picor en las orejas y ojos.

Una niña de aproximadamente unos tres años o más, bajó las escaleras de la mano de una mujer, preciosa, era blanca, cabello castaño rizado y largo igual que la madre, bien vestida y muy risueña, la pequeña le tendió los brazos a Frederick, quién la levantó por sobre sus hombros y la llenó de tiernos besos.

Todo eso frente a la mirada tierna de la dama.

__¿Melanie?, no, no, no, ella no puede ser, ¡¡ella no puede ser!!.__Se repitió varias veces.

No tenía una visión más clara de la mujer, pues el cuerpo de Frederick le tapaba un poco la vista y también el hermoso cabello de la niña.

Además, la mujer era delgada, curvilínea pero muy delgada en comparación con la Melanie que él conocía, tenía el cabello largo , más largo que cuando la vió esa última vez, vestía un top negro que llenaba con sus prominentes pechos, un pantalón ajustado en color verde y un cárdigan largo que cubría sus hombros y la espalda. Nada que que ver con la vestimenta que la princesa de Montwhite solía usar, vestidos rectos , elegantes, serios y sobrios.

La chica notó que una sombra estaba detrás del auto y se lo dijo a Frederick.

Alejandro no tuvo más opción que correr hacia un pasillo estrecho para lograr esconderse. Vió pasar el auto y al fin salió de su escondite.

__Toma un taxi a Varenna estoy en el hotel "La grande piazza", búscame.__Le ordenó a su asistente.

Subió a la habitación que le dieron, era pequeña pero lujosa, llena de pinturas renacentistas y accesorios medievales.

Comenzó a buscar entre los medios locales en nombre de Melanie Humpring, no halló nada.

Tecleó el nombre de Frederick Lint, la búsqueda resultó, pues había un montón de fotos y reportajes con su nombre.

Buscó y buscó, hasta que dió con unas fotos en particular que llamaron su atención.

Era Melanie embarazada, siguió más abajo de su laptop y encontró una en dónde se veía mejor y su rostro no estaba pixelado. Era ella sin duda, embarazada y hermosa, tan perfecta que una lágrima salió de sus ojos.

__¡Embarazada!, y viendo las fechas, tenía solo cinco meses después de que la eché de River Green, ¡¡eres un imbécil Alejandro, un completo imbécil !!.

Pero en todas las fotos , siempre estaba Frederick,

Incluso había una imagen que le dolió hasta el alma.

Melanie sostenía a la bebé, mientras Frederick le daba un tierno beso en la mejilla.

__¿Cómo es posible?, Melanie con ese niño creído, de todas los escenarios posibles, este es el que nunca jamás imaginé...mi Melanie con una hija, una hija que podría ser mía.

Al parecer Melanie trabajaba en una empresa que pertenecía a Frederick, se dedicaba al diseño de interiores y exteriores, la empresa era una reconocida firma de arquitectos.

__Melanie Humpring, al fin te encontré.

Era de noche y salió a las orillas del lago Como, toda la vista era increíble salido de un sueño o de un corto de película romántica.

Entró a un restaurante cerca de la casa en donde encontró a Melanie, pidió una copa de vino, en Italia es tradición el vino así que no iba a dejar pasar la oportunidad.

Vió pasar por el ventanal el auto de Frederick, dejó la copa y salió a ver más de la mujer que hasta entonces, todavía no podía creer que fuera ella.

Tal cual lo pensó, Melanie salió del auto con la niña en brazos, no le quedó la menor duda, era ella , la Melanie llenita se fue , para dar paso a una escultural mujer, vió su cara , esos hoyuelos que lo volvieron loco, ese cabello rizado y sus hermosos ojos miel.

¿Que hizo?, nada , esperó hasta que subieron por esas escaleras angostas , se quedó inmóvil y con la mente en blanco. Tratando de procesar lo que acababa de ver.

Miró hacia arriba, donde supuso que estaría el piso de Melanie, la luz estaba prendida pero la altura le impedía ver con claridad.

De pronto dos siluetas salieron al balcón, una de ellas estaba de espaldas a la calle y la otra parecía abrazarle, luego un beso.

El corazón de Alejandro se partió, pensó en subir corriendo por ella , pero ¿que le iba a decir?.

Tal vez mataría a Frederick por su atrevimiento, eran familia, no compartían apellidos, ni siquiera sangre, pero eran familia, crecieron juntos y hasta que terminaron la escuela es que dejaron de ser amigos. No era como si Melanie hubiera echo su vida con un extraño, eso hubiera sido menos doloroso, pero era Frederick, el siempre recto y bien portado niño que solo daba alegrías a la familia real, si lo era suficientemente doloroso, el estaba ocupando su lugar como padre de esa niña, por qué sin preguntar, sin una prueba, Alejandro supo enseguida que esa hermosa niña era suya, nunca dudaría del honor de Melanie, dudaría de Dios a veces , pero nunca de Melanie Humpring.

Entró de nuevo al restaurante, pidió tantas botellas de vino , recordaba con cada trago sus días felices con Melanie, la misma Melanie que besaba a Frederick Lint en el balcón de esa casa que tal vez compartían.

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Comments

Erika Pérez Ac

Erika Pérez Ac

WTF, cómo decir lo dudaría d DIOS y no d Melanie,todo ser humano es mentiroso e hipócrita y una en finidad d malas palabras,pero x dios es q seguimos en éste mundo

2024-04-18

6

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

Aleandro la embarrates

2024-05-12

0

Filiberta Barragan

Filiberta Barragan

Está mal interpretando a Melany y Frederick

2024-04-29

0

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