Owen
El teléfono en mi oreja está caliente de todo el tiempo que llevo intentando hablar con Sirah y solo me manda a buzón. Resoplo todo molesto y frustrado, Charlie al otro lado de la habitación me mira en silencio. Intento una vez más y está de nuevo apagado o desviado o no sé. No sé cómo funcionan los teléfonos, solo los uso. Una idea se me cruza por la cabeza como iluminándome. Busco en mis contactos y ella responde al segundo timbre.
—¿Owie? —Danielle responde, suena demasiado cansada. —¿Está todo bien?
—¿Qué quieres decir?
—Bueno son las once de la noche y tú estás llamando desde la más lejana punta del país. Espera... ¿la punta más lejana es Nueva York o Los Ángeles? No importa. ¿Qué tal todo?
—Maravilloso, todo es maravilloso. —Grito con más euforia de la que tengo y Charlie levanta una ceja, me giro para ignorarlo. —¿Y ustedes cómo van?
—Owen, esta es la conversación más forzada que hayamos tenido y estoy incluyendo esa vez que te dije que me gustabas. —No sé cuántas veces le he pedido perdón por hacerla sentir incómoda con mi respuesta de ese día y aun no me siento bien por más que ella diga que no importa. —Dime de una vez que sucede. —Sigue hablando antes de que me desvíe del tema.
—¿Por qué Sirah no me responde? —Creo que Danie se ha desmayado, algo azota del otro lado del teléfono, escucho pasos y un pequeño grito. —¿Danie? ¿Estas bien? ¡Danie!
—¿Hola? ¿Owen? Quítate de encima Danielle. —La suave voz de Sirah está en la bocina haciendo que mi corazón se quede mucho más tranquilo. —Lo siento, debí responder antes. No pensé que llamarías a Danie.
Parece que lo siente porque llamé a Danie y ella me la ha pasado y no porque no ha respondido por días. Siento a Charlie sentado a un lado mío, parece mi papá a punto de atraparme haciendo algo que no debía. Me revuelvo incómodo en mi lugar y lo empujo.
—¿Está todo bien Sir? —Charlie se pega de nuevo a mí para escuchar. Que terco es.
—Oh sí, es solo que... —Está dudando, así que está a punto de inventar algo. —Amm, no sé. Todo está bien, de verdad. Muy bien, sí. Estoy convencida de que está bien.
—¿Está evitándote? —Charlie pregunta con la intención de que ella también escuche. Lo empujo una vez más y gruño.
—¿Owen? ¿Quién está ahí? —Ella me pregunta confundida. —Ya cállate Danielle. —Creo que no soy el único con quien está hablando. —Mira no estoy evitándote, han sido dos semanas duras, de locos ¿de acuerdo? —Oh no, ahora está más que molesta. —Tengo un trabajo nuevo y paso mucho tiempo en él. A veces solo no respondo la llamada de nadie.
—No tienes que explicarme nada Sirah. —Ahora yo también estoy enojado. ¿Por qué? —Solo quería saber si estabas bien.
—Estoy malditamente bien. No entiendo porque deben preguntarme lo mismo todos los días. Estoy bien y lo estuve ayer y lo estaré mañana. —Está gritando contra el teléfono, pero sé que también le grita a Danie. —Dejen de tratarme así.
—¿Tratarte cómo? Por si no lo habías notado me importas y es algo que te pregunto siempre que hablo contigo. Desde siempre. No es algo que me haya inventando de un día para otro. —Escucho gruñidos frustrados del otro lado, algo que Danie dice intangible y como al final se tira a la cama y aprieta un peluche chillón de nuestra amiga.
—Lo sé, créanme que lo sé. Lo siento. —Suelta el aire en un frágil suspiro. Se queda callada un largo, muy largo rato. Puedo imaginarla sentada en la cama de Danie, mientras la morena le arregla el cabello con cariño. —¿Sigues ahí?
Su pregunta temerosa me parte el corazón, Charlie me pregunta si está llorando. Mi cabeza se mueve en una afirmación.
—Sigo aquí. No iré a ningún lado. —Como me gustaría de verdad estar con ella.
—Lo siento, no debí gritarles, ni ignorarte porque sí lo estaba haciendo. —Charlie se mueve incómodo de tener razón. —Pensé que sería más fácil, pero no lo es porque te extraño demasiado y todos los días quiero levantarme y salir corriendo a tu casa y quedarme ahí hasta que regreses. ¿Qué tan patético es?
—No lo es, porque me siento igual. No sé como antes pude pasar tanto tiempo separado de ti. —Me levanto porque de verdad no quiero que Charlie escuche esto, pero él viene detrás de mí. —Sirah, ha sido el mes más horrible sin ti y no quiero ponerme dramático, pero desearía que todo desapareciera y fuéramos tú y yo.
—Debí decírtelo cuando te fuiste porque lo sentía, debí responderte y por eso también lo siento. No estaba lista para decírtelo, pero realmente lo sentía. De verdad lo sentía y aún lo siento. —Estoy confundido, ha dicho muchas veces la palabra "siento" y me he enredado un poco. Charlie por el contrario tiene una cara que me asusta.
—¿Decirme qué?
—También te amo. —También me ama. Oh Dios, que buen día para estar vivo. —Te amo Owen Joyner y lamento no haberlo dicho antes. —Charlie revolotea por toda la habitación. —Eres el mejor amigo que he tenido y te amo.
Oh, algo dentro de mí se deja caer cuando escucho que me ama y que soy su mejor amigo. Cuando se lo dije claro que lo sentía y claro que hablaba de ella como mi amiga, pero ahora solo siento que me ha golpeado el estómago. Ni siquiera entiendo porque está siendo todo tan difícil, las cosas se han revuelto de una manera que nunca esperé.
—Tú también eres mi mejor amiga Sir y como te dije, volveré contigo. —Charles detiene su baile cuando me escucha decir eso y regresa corriendo a escuchar. —Volveré y hablaremos de esto ¿de acuerdo?
—Está bien Owen, puedo esperar por ti el tiempo que sea necesario.
Para empezar no sé a qué me refiero con "esto" y agradezco que no pregunte. Que diga que puede esperar por mí me da una esperanza que no sabía que quería. De verdad ¿qué rayos está pasando? Cómo sea sé que pedirle que lo haga es mucho, así que debo buscar una forma de que todo esto que está pasando en mi cabeza y mi cuerpo completo lo asimile.
—Nunca te pediría algo así. Estará bien si no lo haces, no voy a enojarme. —Mi corazón dice que no sea idiota. —Todo tiene su tiempo correcto.
—Lo sé. —No lo estoy siendo porque ella de verdad merece ser libre y feliz.
—Así que un empleo nuevo. ¿Fotografía? —Pregunto ya para cambiar el tema que tanto nos ha confundido.
—Oh sí, es todo lo que he soñado Owie. —Danielle y ella me han llamado así toda la vida y son las únicas a las que se lo permito. —Tengo muchas oportunidades.
Sirah sigue hablando de lo que ha hecho estas dos semanas por dos horas en las que Charlie se queda a mi lado escuchando, llega un momento en el que Sirah decide poner el altavoz para que Danie también hable y hago lo mismo. Charlie comienza a hablar como si se conocieran de siempre. Hasta la una de la mañana que Danielle nos manda a dormir a todos porque debe madrugar. Al colgar me siento mucho mejor, no puedo creer que estuve dos semanas sin saber de ella.
—Así que por eso actuabas como actuabas. —Dice entre risas Charlie. —Quiero decir que fuiste un caos completo toda este tiempo.
—Fueron semanas largas y me estaba acostumbrando. —Evito darle una respuesta concreta. Charlie finge que me cree. —¿Qué te pareció?
—¿Sirah o Danielle?
—Ambas. —Sí ambas, pero más Sirah.
—Danielle es muy divertida y creo que es buena escuchando. —Tiene toda la razón, Me quedo callado esperando que hable de Sirah. Él también se queda callado.
—¿Y bien? —Sacude los hombros. —¿Sirah? —Si no le agradó me voy a sentir destrozado. Charlie me importa de verdad.
Charlie comienza a reír como desquiciado. Lo detesto.
—Owen, Sirah es tal como la describiste. —Ajá ¿eso qué significa? Debe notar la pregunta en mi cara porque sigue sonriendo como loco. —Eres un tonto. La adoro. —Me abraza, es cómodo tener un amigo como él.
El alivio que siento se nota cuando relajo mis hombros con un suspiro. Era muy importante que ellos se agradaran y con el inicio que tuvieron no era muy prometedor. Debo ahora preguntarle a Sirah. Suspiro.
—Ella te gusta bastante ¿cierto? —Volteo la mirada hacia mi amigo, creo que le han salido dos cuernos en las mejillas.
—No, Sirah no me gusta. —La voz me sale como una octava más arriba. —Somos solo amigos, los típicos vecinos que se hacen mejores amigos.
—¿No te gusta? —Niego. —¿Y tú le gustas a ella?
—No lo creo, Siempre me ha llamado mejor amigo. Si alguien te gusta no lo llamas así. —Charlie asiente con lentitud. Suelto aire que no sabía que estaba conteniendo. —Me gustaría ir a verla, quisiera abrazarla al menos una vez más para seguir trabajando tranquilo.
—Que cosas más románticas dices, tal vez deberías darle ideas a Jeremy para que le escriba su canción a Carolynn.
—No te puedes tomar nada en serio. —Lo golpeo con la almohada. —Hablo en serio Charlie. ¿Escuchaste que lloraba?
—¿Es por su hermana?
—Stella solo era dos años mayor que ella. Iban juntas a todos los lugares que podían y cuando enfermó el mundo de los Lennox se detuvo. Intentaron de todo, pero a Stella le dolía mucho respirar. ¿Cómo vives tranquilo sabiendo que una de las personas más importantes para ti sufre cada segundo?
—¿Qué tenía? —Pregunta en un hilito de voz.
—Cáncer de pulmón. Nunca voy a olvidar el día que lo diagnosticaron. Sirah y yo esperábamos en su Jeep afuera del hospital, habíamos llegado tarde porque ella debía atravesar toda la ciudad por sus prácticas. Hablamos por todo ese rato de las fotografías que deseaba tomar y como haría que Stella fuera su modelo. —Me siento en el Jeep una vez más. —Cuando salieron de ahí los Lennox tenían la cara blanca y Stella lloraba como nunca la había visto. Charlie si hubieras visto la cara que puso Sirah al saberlo... mi corazón se partió.
—Lo siento mucho Owen. —Niego. —¿Sufrió mucho?
—¿Stella? —No espero que responda. —Los últimos meses fueron una tortura. Ella solo tosía sangre, no podía comer y el dolor en el pecho era tan insoportable, que nunca encontró las palabras para describirlo. Perderla hizo que Sirah se sintiera muy mal, el primer mes fue horrible. Para toda la familia y para la mía también, mi hermana era muy amiga de ella quizá no tanto como Sirah y yo, pero...
—Es por eso que no querías venir. —Charlie al fin entiende porque me negaba a dejarla.
—Creo que si me hubiera quedado ella nunca me lo hubiera perdonado. Y también creo que en el fondo deseaba que me quedara.
—Te ama lo suficiente como para verte triunfar, es algo muy bonito de su parte. —No lo había visto de esa manera. —Y tú la amas tanto como para no pedirle que te espere.
—Solo no quiero ser egoísta y pedirle algo así.
—Se aman Owen ¿no puedes verlo? —Claro que la amo, tal vez no como él está dando a entender, pero lo hago.
Charlie se acomoda para dormir, se nota cansado y con toda la razón del mundo el día ha sido tan largo en las grabaciones que solo debimos llegar a dormir. Me alegra que no me reproche por hacerle perder horas muy valiosas de sueño, nunca me lo reclamaría tampoco o eso creo.
—La quiero mucho Charlie. —Digo al final porque los sentimientos por ella me desbordan. —Creo que mi vida no sería la misma sin ella y de verdad la extraño.
—Lo sé Owie.
—Vuelve a llamarme así y tendrán que buscar un nuevo Luke. —Lo golpeo en el brazo con el puño.
—Auch. —Se ríe a pesar de que no fue tan fuerte. —Hay que dormir, mañana será un día pesado.
Charlie se duerme al finalizar la frase. Salgo de su habitación y llego a la mía con el corazón satisfecho y por primera vez desde que llegué no tengo que dar mil vueltas para dormirme rápido.
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