El Ataque a la Capital Demoníaca.

Al día siguiente Muerte y Naskit salen de la ciudad para ir a la capital demoníaca.

—¿Estás preparada Naskit?

—¡Sí! —Naskit se sujeta de la espalda de Muerte.

—No Naskit, no iremos volando, está vez usaremos un portal de teletransportación.

—Bueno, yo pensé que te referías... Espera, ¿por qué no lo hicimos antes?

—Porque antes no estábamos en una ciudad de demonios, cada ciudad tienen portales para conectarse con cada ciudad del mismo país, en el caso de la capital demoníaca será un tanto diferente —explicó Muerte en un tono serio.

—¿Por qué será diferente? —preguntó Naskit con confusión.

—Porque para la protección de la capital demoníaca, tienen portales en su ciudades vecinas, para ser sincero, no se con cual ciudad cercana nos llevará éste portal.

Muerte sujeta la mano de Naskit y luego van a dónde está el portal, junto con unos demonios aventureros. Después de usar el portal, los llevan a la ciudad comercial de la capital demoníaca.

Al salir del portal, los demonios que estaban con ellos, se fueron felices por aparecer en la ciudad más cercana de la capital demoníaca.

—Supongo que tuvimos suerte ¿cierto Naskit? —Muerte voltea a ver a Naskit pero la ve vomitando— Ah, olvidé decirte que si lo usas por primera vez, te provocará náuseas.

Naskit frota su pañuelo por sus labios mientras dice:

En buen momento me lo dices...

Después de que Naskit se limpió la boca, voltea a ver al su alrededor y observa los árboles secos, toda contrucción echa por el hombre está totalmente destruido, sólo estaban los templos o edificios de demonios en pie y una larga fila de humanos esclavos.

—M-Muerte... —tartamudeó Naskit del asombro.

—Naskit, ni yo se lo que sucedió aquí —dio Muerte con un tono serio mientras frunce el ceño.

Naskit y Muerte se dirigen a la ciudad comercia, en absoluto silencio mientras ven todo.

En el medio de una multitud de esclavos humanos, un hombre le roba la llave a un demonio para liberar a su hijo, el hombre libera a varios de sus amigos incluyéndose para distraer a los guardias demonios y dejar escapar a su hijo.

Después de hacerlo el niño corre desesperadamente, viendo como su padre lo matan. Algunos guardias se dan cuenta de la huida del niño y lo persiguen, el niño llega a la entrada de la Ciudad Comercial, pero por suerte se topa con Naskit y Muerte.

Muerte lo detiene sujentandole del hohombro. A continuación le coloca un pendiente en la oreja que lo convierte al instante en un demonio.

Los guardias llegan al sitio.

—¿Vieron a un humano pequeño pasar por aquí? —preguntó un guardia.

—No... —responde Muerto secamente.

—¡¿Y ese niño que tienen ahí?!

Naskit se pone nerviosa, porque si los descubren comenzarán una batalla con todos los Demon de la capital.

—Es un demonio como lo vé, también es nuestro hijo —responde Muerte con una sonrisa.

—¡¡¡QUEEEEEE DIJOOOO ELLLLL!!! —gritó Naskit en su mente.

—Disculpe, no de vió irse muy lejos... —dijo el guardia mientras se aleja.

—Naskit, iremos a la taberna más cercana, éste niño debe tener mucha hambre.

—E-Está bien, Muerte.

Ellos van a la taberna más cercana, cuándo piden comida. Al traerle el plato a la mesa, el niño empieza a comer con desesperadamente.

—Muerte... Pediremos más comida.

Muerte se le queda viendo fijo al niño mientras que come.

—Está bien, pediremos más —dijo Muerte cerrando los ojos en un tono calmado.

Al pasar los minutos, luego de que el niño terminó de comer, tres platos enteros, se limpia los labios y suspira profundo, con la barriga bien llena.

—Ahora si nos disculpas, no iremos... —dijo Muerte mientras se levanta de la mesa.

—¡Espere señor! Le agradezco mucho su ayuda —agradeció el niño, juntado sus manos en forma de agradecimiento, mientras se le salen unas lágrimas.

—No llores jamás, no le demuestres a nadie de que eres débil... —dijo Muerte en tono serio.

—Muerte... —dijo Naskit mientras mira observa con tristeza.

—¡Fuí un esclavo desde que todo esto empezó! Mamá, papá, mis amigos... Todos están... ¿como quieres que esté? —dijo el niño molesto mientras llora.

—Muerte, no debiste ser tan duro con el —regañó Naskit a Muerte.

—Llevenme con ustedes por favor, ya no se que hacer en está vida, ya no tengo a dónde ir —dijo el niño mientras mira al suelo con profunda tristeza.

—¿Conoces la capital? —preguntó Muerte.

—¡Sí, ese enorme castillo, en dónde se encuentra ese demonio inmenso!

—¿Por casualidad conoces en dónde se encuentra la otra mitad de la Soul-Desert?

—¿Que es eso? —preguntó el niño confundido.

—Perdemos el tiempo...

—Ah sí, ¿será la joya que tanto proteje el demonio gigante?

—Entonces no serás de ayuda —dijo Muerte mientras sale de la taberna.

Mientras caminan en dirección a la capital demoníaca, Naskit comienza a hablar con el niño.

—No nos dijiste tú nombre —preguntó Naskit en un tono amigable.

—Diganme, Nanu —dijo en un tono triste.

—Me gusta tú nombre, Nanu.

—Oigan, ¿por qué quieren ir a ver a ese demonio?

—Lo vamos a destruir —responde Naskit en un tono alegre.

—¡¿QUE ESTÁN LOCOS?! —dijo Nanu asombrado— eh oído rumores de que el tiene de prisionero a un poderoso Samurái que se le enfrentó, para salvar a la capital. Pero el demonio lo derrotó y lo tiene de esclavo, en el fondo de los calabozos.

Muerte los escucha hablar mientras camina.

Horas después al llegar a la capital demoníaca, Muerte se detiene para ver la capital.

—Al parecer tiene un muro a su alrededor, está totalmente escoltada de demonios y de un dragón, que vigila en las alturas de la capital, sin duda alguna Katon hizo un buen trabajo en éste poco tiempo.

—¿Muerte como haremos, está repleta de demonios y de un dragón? —pregunta Naskit nerviosa mientras observa el muro gigante.

—Esperen, ¿no sabía que existían dragones? —dijo Nanu confundido.

—En el infierno si los hay —responde Muerte en un tono serio— basta de charlas, ustedes síganme.

A continuación Muerte corre hacía el muro de la capital, dejando atrás a Naskit y Nanu. Unos centímetros antes de llegar al muro Muerte da un salto tan grande que llega hasta el medio del muro y lo golpea con su puño, provocando que se abra una grieta enorme en forma de círculo, luego de un segundo de espera se destruye una gran parte del muro.

Todos los demonios que están dentro de la capital se asustaron al ver que el muro fue destruido.

¿Quién tiene tanto poder,, cómo para destruir el muro de doscientos metros? Se preguntaron los demonios mientras temblaban de miedo.

Muerte salta atravesando el muro y comienza a matar a cientos de demonios armados que se le atraviese en su camino, peleando con sus propias manos.

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