Airén despertó lentamente de nuevo, abrió sus ojos y observó el techo. Los movió de un lado a otro sin siquiera mover su cuerpo, se fue sentando lentamente mientras en una esquina se encontraban Lucifer y Baalzephon observando lo que hacía. Cuando Airén giró la vista a la pared de enfrente, corrió hacia ella.
— Mamá, llorando y tocando el rostro con sus manos seguía diciendo: "¿Qué haces aquí? Te extraño tanto, regresa por favor".
Se fue deslizando por la pared y siguió llorando con la cabeza metida en las rodillas. Después se recostó en el piso en forma fetal para seguir llorando y hablándole a su mamá. Lucifer estaba en shock, pensando nuevamente en todo lo que pasó hace 18 años.
— Lucifer, perdí al bebé.
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde estás para ir por ti?
— Tu gente me atacó y sufrí un accidente. Dios me permitió vivir para decirte lo que pasó, así que de ahora en adelante no quiero volver a saber de ti. No quiero que me busques porque te odio. Por tu maldita gente perdí al bebé. Adiós.
Aquellas palabras retumbaban año con año, creyendo que había perdido a la hija fruto de su amor con Elena. Pero ¿por qué mintió? Si su hija estaba ahí llorando, se levantó y se acercó a ella. La tomó en sus fuertes brazos y su hija lo miró, pero por extraño que le pareciera a ella, se sintió protegida y se acurrucó más en el pecho de su padre.
— Tranquila, pequeña, estás a salvo ahora —decía Lucifer con voz cariñosa.
Se recostó recargado en la cabecera de la cama con su hija todavía en sus brazos. Literalmente no le pesaba, al contrario, sentía una opresión en el pecho al ver a su pequeña niña golpeada y muy delgada. La abrazó fuerte, dándole besos en la coronilla, mientras su hijo miraba consternado aquella imagen.
— Si te vieran mis hermanos, dirían que tú no eres el mismo padre —dijo Baalzephon en tono sarcástico.
— Pues espero que no salga de ti.
— ¿Sabes quién es entonces? Si es nuestra hermana.
"Sí, hace 18 años conocí a una italiana hermosa de 40 años. Ella es y será la única mujer que he amado, por eso me tardé tanto tiempo en regresar porque no quería dejarla. Ella sabía que era yo y no le importó. Cuando por fin pudo embarazarse, yo tuve que dejarla sola y me dijo que alguien de mi gente la atacó, perdiendo a la bebé. Y pensé durante todos estos años, y mírala aquí, mi Elena tuvo una niña, y lo acabo de confirmar al poner la foto de ella ahí. Es mi hija, tu hermana, y será la próxima en ocupar su lugar como el octavo miembro del inframundo", dijo Lucifer.
"Pero padre tiene que demostrar su fuerza como nosotros y no ser derrotada en un año", comentó alertado.
"No me importa", contestó Lucifer mirándolo a los ojos molesto.
"Pues tú mismo pusiste las reglas y las tienes que cumplir, o quieres que todos se te vengan encima por no cumplir tus propias normas".
"Maldición, se irá cuando se reponga. ¿Quién más sabe que está aquí?".
"La tienes que sacar de aquí ahora padre, y el único que sabe solo Balban".
"Solo nosotros sabremos dónde la llevaremos, y tú serás su guía, ¿entiendes?".
"Pero padre, ¿por qué tanto por ella? Tiene que salir por ella misma si quieres que sobreviva aquí".
"No me importa. La cuidarás, sí o no", lo miró con ojos suplicantes.
"Está bien padre, la cuidaré", dijo resignado.
Después de eso, se trasladaron a una casa que compraron para ella por manipulación. Con el poder de Lucifer, logró sanarla y quitarle los moretones del rostro y el cuerpo, dejando ver por fin ese rostro hermoso. Se quedaron en la habitación hasta que ella despertara.
Airén se despertó nuevamente y vio a dos hombres en aquella habitación pintada en color blanco con azul pastel, con una gran ventana que daba a una fuente dentro de la casa, con un jardín lleno de flores de muchos colores. En la habitación había cuadros de flores, la cama tenía sábanas de color blanco, las cortinas eran de color azul cielo con rayas blancas. Aquellos hombres estaban sentados en dos sillas que formaban parte del comedor dentro de la habitación.
— Por fin has despertado. ¿Te sientes mejor? - dijo Lucifer mirándola con voz dulce.
— Sé quién es usted - dijo Airén serena, sin quitarle la vista a Lucifer.
— Así que sabes quién soy.
— Sí, es usted mi padre. Mi mamá me enseñaba fotos de ustedes cuando seguían juntos. Al parecer, los años no han pasado por usted, porque abandonó a mi madre y ni siquiera la buscó en su lecho de muerte.
— No es como lo imaginas. ¿Sabes realmente quién soy?
— No, pero sé que hay personas diferentes a los humanos - dijo Airén, levantando la vista y simulando recordar lo vivido apenas un día.
— ¿Puedes decirme cómo eran esas personas que, según tú, son diferentes? - le preguntó Lucifer, acercándose y tomando su mano, que ella aceptó.
— Cerrando sus ojos para recordar más vívidamente aquel recuerdo, dijo: "Se veían muy altos, con ojos rojos y colmillos, con sangre saliendo de sus bocas".
— Ellos fueron los que te atacaron hace un día.
— Sí, y no solo hace un día. También recuerdo que cuando tenía 8 años, nos atacaron a mí y a mamá. Ella me defendió y desde entonces comenzó a sentirse mal, hasta que murió en el hospital - recordó Airén y comenzó a llorar.
— ¿Cómo fueron los síntomas que presentó Elena?
— Comenzó a estar ojerosa, como si no tuviera sangre en el cuerpo. Sus ojos habían perdido ese brillo y siempre estaban más oscuros de lo normal. Recuerdo que en una ocasión aplastó una lata de verdura, cosa que la alteró demasiado. Entonces me dijo que si ella llegaba a faltar, nunca dejara de hacer el bien y que perdonara y buscara a Lucifer, que siguiera mi llamado. No sé a qué se refería, pero supongo que ella sabía que algún día me encontrarías.
— Mi Elena ha debido sufrir mucho. Pero, ¿estás segura de que la viste morir?
— Sí, recuerdo al hombre que estaba junto a ella cuando murió.
— ¿Cómo era él? - preguntó Lucifer, acercándose más a ella.
— Era alto, blanco, de cabello castaño y ojos verdes muy hermosos que transmitían una paz y tranquilidad que jamás he vuelto a sentir desde que lo vi. Me dijo que ella dejaría de sufrir y estaría en un mundo mejor. Después vi cómo su cuerpo lo metían al crematorio. De verdad que quiero entender todo, pero siento que mi cabeza no da para más en estos momentos. Usted sabe que mató a mi mamá. Lo veo en sus ojos. Y sabe quién era ese hombre de ojos llenos de paz. Necesito que no lo diga, pero ahora solo quiero descansar - dijo Airén mientras se acomodaba en la cama otra vez. Pero antes de que Lucifer se pusiera de pie, tomó su mano y le dijo: "Pero cuando despierte, ¿usted seguirá conmigo, verdad?"
Sí, pequeña, nunca más te dejaré.
Y así, Airén se quedó dormida profundamente después de tantos años estando alerta, sintiendo la mano de su padre tomar la suya.
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Updated 44 Episodes
Comments
Wendy López
Pero un infierno puede estar en una casa Bonita, con lujos, con personas que deberían amarte.
2023-06-13
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Maria Hernandez
😭😭😭😭😭😭😭😭😔😓😩 😩😭 Que gran terror y tristeza siento x la chica con todo lo que ha podido vivir y así es a veces en la vida real ojalá que Luzbel no vuelva a dejarla sola ya que ella es mucho más fuerte que todos sus hijos varones eso lo sé y lo veo venir
2023-05-05
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