Un dolor

...Narra Diana...

Escuchar todo lo que Marcelo se atrevió decirle al abuelo Mario, mi cuerpo temblaba violentamente.

Mis manos se colocaron sobre mi vientre, solamente hace unas semanas me enteré de que estoy embarazada de Marcelo.

Y ahora escuchar que él, no tiene ninguna intención de formar una familia conmigo, me hace dudar de decirle sobre la existencia de mi pequeño...

Lo menos que deseo, es qué él, piense que he quedado embarazada a propósito. Y me odié aún más.

__ Señora Diana ¿Le sucede algo?... ¿Quiere que llame al médico?... _ Me pregunta Teresa, una de las empleadas que trabaja en esta mansión.

_ No es necesario, subiré a mi habitación y si el abuelo, me llama. Dile que estoy cansada y que todavía no me despierto..._ Le contesté con una voz demasiada rota.

__ ¿Está segura?... Tiene el rostro pálido ... _ volvió a repetir Teresa.

__ Sí...

__ ¿El señor Marcelo, ya sea ido?..._ No pude evitar preguntar por él.

Tenía la ilusión de que esta vez, Marcelo me propusiera que me fuera con él y podamos formar una familia.

Sé que él no me ama, y que es muy estúpido de mi parte, continuar rogando por amor. Pareciera que no tengo ni un poco de dignidad.

Pero, no sé explicar lo que siento por Marcelo, no quiero parecer una mujer patética y sumisa, qué se entrega al hombre equivocado y que solamente, recibe humillaciones...

__ Sí, hace un momento subió a su auto y se fue._ Al escuchar la respuesta de Teresa.

Bajé la mirada, para esconder el dolor que llevaba por dentro. Sin decir ni una sola palabra más, continúe subiendo las escaleras a mi habitación.

Solamente era cómo un adorno más dentro de esta mansión, aunque estoy casada con Marcelo desde hace dos meses y medio.

Al terminar de hacer el sexo conmigo, la noche de bodas, él abandonó en esta vieja mansión. Muy rara vez, viene y cuando lo hace nunca voltea a mirarme.

_ ¡A dónde crees que vas!... _ Escuché un fuerte gritó detrás de mí, era la voz de Marcelo.

Me quedé atónita por un par de segundos, mi respiración se agitó... Por un momento me sentí inmensamente feliz, pensé que él, había reflexionado y que me iba a llevar a su lado.

__ ¡Marcelo, mi amor!... _ Lo dije en voz alta...

Me apresuré a bajar las escaleras. Al llegar a su lado, estuve a nada de abrazarme a él... Sin embargo, Marcelo me empujó con fuerza hacia atrás...

__ ¡Borra esa maldita sonrisa de tus labios! ... Sube a tu habitación y arregla tus maletas, para irnos de esta casa ahora mismo ... _ Me ordenó sin ninguna emoción en todo su rostro.

__ ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo?..._ Le pregunte confundida...

Marcelo colocó sus manos encima de mí, y me dio un fuerte empujón sobre la pared detrás de mí. Mi espalda se golpeó bastante con la pared, que me hizo hacer un gesto de dolor.

__ Diana ¿No es lo que siempre has querido?... _ Sus labios se movieron ferozmente.

__ Sí, ... Susurré.

__ Entonces sube a la maldita habitación... Tienes menos de cinco minutos para bajar, o no me volverás a ver nunca...

En el momento en qué Marcelo me soltó, salí apresuradamente a hacia mi habitación. Dentro de mi corazón guardaba la esperanza de ganarme el amor de Marcelo en el momento en que él y yo viviéramos como marido y mujer…

Al entrar a mi habitación, tomé la primera maleta disponible en mi closet, la llevé a mi cama, echando un poco de mi ropa a su interior...

Al tener lo suficiente ropa, tomé mi maleta y la empuje fuera de la habitación. Al bajar las escaleras, no miré a Marcelo, por ninguna parte...

Mi corazón cayó en la profunda de desilusión. Giré mi cuerpo de nuevo, y estaba por regresar a mi habitación, y llorar tanto, que hasta que no me quedarán ni una sola lágrima más...

En ese momento, la voz dominante y fría de Marcelo me detuvo.

__ ¿A dónde creer que vas?... Eres mi esposa y tú deber es estar a mi lado...

Marcelo se acercó a mí, y agarró la maleta de mis manos, se dio la vuelta y se apresuró a salir de la vieja mansión.

__ Marcelo, espera un segundo. Debo despedirme de los abuelos...

Antes de que terminará de hablar, Marcelo se detuvo y volteó a mirarme con ferocidad. La manera en que Marcelo me miraba, me dio mucho miedo.

__ Ve y busca a los abuelos y no te llevaré a mi lado... _ Al terminar de decir eso, me arrojó la maleta a mis pies.

Me incliné al ver a Marcelo alejarse cada vez más a mí. Recogí de nuevo mi maleta y corrí detrás de Marcelo...

_ ¡Marcelo!

__¡Marcelo!...

Marcelo se detuvo al llegar al lado de su auto, y abrió de inmediato la cajuela. Al llegar a él, me quitó la maleta de mis manos y la arrojó al interior de la cajuela.

Enseguida me agarró del brazo y me empujó al asiento trasero. No volví a decir nada que molestara a Marcelo.

En el transcurso del camino, solamente miré por la ventana del auto. Después de casi dos horas en camino, llegamos a una villa muy escondida de todo...

Me gustaba, ya que tenía un toque romántico. Era rodeado de árboles gigantes, hay naturaleza por todas partes. Pero al mismo tiempo me daba mucho miedo, era un lugar perfecto, para matarme y que nadir pudiera encontrar mi cuerpo...

Me quedé atónita por unos segundos, no tenía ni la mínima idea de lo que me esperaba dentro de esta villa...

__ Baja del auto ¿Qué estás esperando?... Que te abra la puerta cómo su fueras una dama... _ Me Dice Marcelo desde afuera.

Abrí la puerta de auto, con prisa comencé a correr detrás de Marcelo. Marcelo, ya se estaba alejando del auto, así que me di prisa, para alcanzarlo...

Al entrar a la villa, Marcelo me arrojó un uniforme de sirvienta a la cara. Lo agarré, mirándolo por varios minutos.

__ Vístete ahora mismo y ponte a cocinar... Tengo mucha hambre y quiero algo delicioso... _ Me ordenó Marcelo de una manera muy grosera.

_ ¿Estás insinuando que solo me has traído aquí; para convertirme en tu sirvienta?... _ Le pregunté sin poder creerlo.

_ ¡Eres una sirvienta ante mis ojos, y la zorra que se metió en mi relación con Zulema!... ¡¡Ella es una mujer que vale mil veces más que tú, ella es, una reina y tú solo eres una zorra, qué no vale nada!...

Era increíble, lo que salía de los labios de Marcelo ¿Cómo se atrevía a ponerme en el mismo nivel que esa mujer?.. Yo soy una mujer que vale mil veces más que esa mujer...

__ ¡Cómo puedes atreverte a comprarme con esa mujer!. Ella es una cualquiera, a la que nada más, le importaba el dinero … _ Grité con todas mis fuerzas.

Inesperadamente, no pude continuar humillando más ante Marcelo, era cómo en el momento en que Marcelo me arrojó el uniforme a la cara y me comparó con esa mujer, colocándola por muy encima de mí.

Se hubiera quitado la venda que todos estos años llevaba a mis ojos... Me di la vuelta, para salir de esta villa.

Mañana mismo le pediré el divorcio a Marcelo, y me marcharé a un lugar donde pueda continuar con mi vida...

Antes de que yo pudiera dar un paso más, la mano de Marcelo me agarró con fuerza y me empujó hacia atrás...

__ ¿A dónde crees que vas?... ¡Te voy a hacer pagar muy caro, por todo lo que has hecho!...

Marcelo levantó su mano y la dejo caer en mi mejilla, perdí el equilibrio y caía al suelo. Para Marcelo, no fue suficiente con golpearme y dejarme caer al suelo.

Él se inclinó, colocando sus manos en mis brazos, me dio un fuerte jalón, para levantarme del suelo. Al estar de pie, de nuevo me empujó con fuerza, sobre una mesa de madera.

Fue tanto el dolor que sentí al ser golpeada de esta manera, que mis lágrimas cayeron de mis ojos.

__ ¡Maldita sea!... ¡Por cada maldita lágrima que derrames, te voy a castigar!…

Mordí fuertemente mis labios, para evitar que mis lágrimas continuaran cayendo de mis mejillas. Sentía un fuerte dolor, no solo físico, sino en mi corazón...

¿Cómo, he podido estar tan ciega todos estos años y permitir que Marcelo me continúe tratando cómo si no valiera nada?...

¡SOY DIANA CHOP!...

La heredera de una inmensa fortuna ¿Por qué? Debo de dejar que me humillen de esta manera...

__ ¡Eres un bastardo!... ¡No puedes tratarme de esta manera!...

Intenté soltarme de las manos de Marcelo, pero mis fuerzas no se comparaban con las de él. Era cómo una muñeca, indefensa, ante un demonio feroz...

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Comments

Karen Sosa

Karen Sosa

Como Diana por mucho amor que le tenga a ese patan puede soportar tal humillacion... Siendo Heredera de un imperio no tiene porque agusntar a este tipo...ella es bella puede conseguir mejores prospectos

2025-01-29

0

Irene Nievecita

Irene Nievecita

¿ Una heredera de una gran fortuna y se arrastra de ese modo por una mala copia de hombre? jajajaja esa inbecil sí que no tiene ni la mínima dignidad, esa estúpida merece que la agarren de los pelos la metan en un manicomio y boten la llave. Por lo menos una mujer pobre y que depende económicamente del marido, no puede irse libremente del lado del infeliz que la golpea y humilla, por no tener ayuda de sus parientes, qué consideran normal que él hombre actúe así. Pero ella es millonaria, tal vez tiene una carrera ¿ y pierde toda dignidad por un remedo de hombre ? PATETICA ESA SÍ QUE NO TIENE PERDON, LA TRATAN COMO UN TRAPO Y DICE ESTAR ENAMORADA, POBRE Y TRISTE MUJER PATÉTICA, no conoce ni como se escribe la palabra dignidad

2024-10-19

3

Belkys Natalia

Belkys Natalia

que Diana tan patética una mujer dueña de una gra herencia mendigando amor uuufff solo en esa mente de ella que no tiene valía y mucho menos amor propio a ese hijo de su madre ya le hubiese pateado los huesos dejándolo sin descendencia, me choca cuando las autoras ponen a las protagonistas como esas mujeres que no se aman, no se valoran y mucho menos se respetan dejándose vejar y vulnerar sus derechos, por el cuento del amor no sean tan pendejos uuufff

2024-12-06

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