Zulema

...Narra Zulema...

Por la mañana al abrir mis ojos, estire mi mano, en busca de Marcelo. Él ya no estaba, me sentí algo triste. Pero, al mismo tiempo feliz, tenía tiempo suficiente, para ponerme hermosa y poder darle una sorpresa ahora que regrese a la villa.

Me levanté de la cama, cubriendo mi cuerpo con la bata, era una bata de seda, de color roja, caminó hasta la ventana, y enseguida la abrí.

El aire fresco golpe suavemente mi rostro, mi cabello voló por el aire, era una hermosa muy fresca, mañana de primavera...

Me encantaba esta villa, tenía todo, una hermosa naturaleza; estaba escondida de toda la ciudad, y podía hacer lo que a mí me gustara... Solamente, tenía una empleada que hacía todo el trabajo de limpieza, después se iba cuando Marcelo llegaba por la noche...

Durante dos meses he vivido como una reina, Marcelo sea encargado de darme todo, lo que a veces me molesta, es que él tiene que regresar a la ciudad, para ver a la perra de Diana...

Eso me hace enfurecer, el temor de que ella, logre enamorar a Marcelo, me hace arder por dentro. Reconozco que Diana es una mujer muy hermosa, a la cual no puedo darle ninguna ventaja, para que ella, pueda conquistar el corazón de Marcelo...

Para eso, debo siempre estar hermosa, para Marcelo. Debo convertirme en la mujer más comprensible que pueda conocer. Y sé, perfectamente, cómo manipular su mente...

Me aleje de la ventana, dejando caer la bata de seda al suelo, solamente quede en el pequeño vestido que usaba para dormir...

Una sonrisa apareció en mi rostro, miré al closet, y sentí, que la ropa que había allí, ya no era suficiente para mí...

Le pediré a Marcelo, ropa nueva y mucho más coqueta... Esta mañana, tenía ganas de escoger el vestido más llamativo y sensualidad, que pudiera estar al interior del closet.

Quiero lucir lo más hermosa y sexual, para Marcelo. Deseo qué cada día sea único, y qué no pueda comparar mis caricias con las de otra mujer.

Quiero volver loco Marcelo, cada día, ser yo, la única mujer que se meta en cada fibra de su piel... Que al estar conmigo en la cama, sea la experiencia más existente en toda su vida...

Entre al closet que Marcelo mando hacer solamente para mí. Hay miles de vestidos diferentes, todos soy hermosas y muy caros...

Fueron diseñados únicamente, pensando en mí... Marcelo me a tratado como la reina que soy. Me beneficio mucho qué sus abuelos me alejarán de él, para casarlo con la zorra de Diana...

Después que me fui del país, derrotada humillada y sin nada en mis manos, regrese para vengarme de todos... Mi ambición es grande, y no me voy a detener hasta haber logrado casarme con Marcelo...

Después de mirar varios vestidos, escogí uno, que le va a encantar a Marcelo. Es de color rojo, largo, escote en la espalda, y tiene todo lo que quiero, para tener un momento romántico con Marcelo.

Lleve el vestido perfecto a mi dormitorio, lo dejé sobre la cama con mucho cuidado, deslices con mi mano, algunas arrugas que tenía, y después me aleje de él.

Necesito unas joyas que vayan con él, quiero verme como todo una reina... Abrí el cajón donde guardo, las joyas que Marcelo me ha regalado en los últimos meses...

Agarre el collar de diamantes, y lo combine con algo sencillo, era todo perfecto... Al tener todo listo, me metí a bañar, para desestresarme, y poder pensar con mucha más claridad...

Al salir de bañarme, agarre mi móvil, para ver si Marcelo me había enviado algo. Y efectivamente, me mando un mensaje. Qué decía.

"Mi amor, te tengo una sorpresa" ...

Al terminar el corto mensaje que Marcelo me envió, no pude evitar sentirme muy emocionada... Me encantan las sorpresas que Marcelo siempre me ha dado...

Arroje el teléfono al sillón a un lado, me vestí con el primer vestido que encontré, después caminé fuera de la habitación, tenía mucha hambre, y solamente deseaba desayunar algo delicioso.

Mientras iba bajando las escaleras de la villa, miré a la empleada salir de la cocina, al parecer ya había terminado de hacer su trabajo.

_ Señora, el desayuno está listo. ¿Se lo llevo al comedor o prefiere desayunar en el jardín como de costumbre?..._ Me pregunta la chica bajando la cabeza.

Ya que me molestaba demasiado, que no bajen la cabeza cuando estoy delante de ellas, porque estoy por encima de ellas, y lo menos que mereció es una muestra de respeto...

_ Desayunaré en el jardín... Me encanta escuchar los pájaros cantar... _ Respondí...

Caminé fuera de la villa, tome asiendo, para esperar mi desayuno, en segundos, la empleada me sirve el desayuno, todo era sano y delicioso...

Después de desayunar, fue a la piscina a tomar un poco de sol... Al llegar el medio día, regrese a mi habitación, volví a tomar mi móvil y encontré otro mensaje de Marcelo...

_ Cariño, despide a la sirvienta, vamos a tener una nueva...

Me sorprendí mucho al terminar de leer el mensaje, pero, hice lo que Marcelo me pidió; fui a donde estaba la empleada, pague sus honorarios y esperé pacientemente a que Marcelo llegara...

No tardó mucho tiempo cuando escuché unos gritos en la parte de abajo de la villa. La voz de Diana, fue lo que me llamó la atención inmediatamente, no podía creer que fuera verdad y Marcelo haya traído a esa mujer para servirme...

Eso sería la mejor sorpresa que Marcelo me hubiera podido dar en toda mi vida... Rápidamente, rocié en mi cuerpo mi fragancia preferida, me miré al espejo y verifiqué que todo estuviera en su lugar. Al ver que me miraba como todo una reina, salí de mi habitación.

Mientras bajaba las escaleras, vi, la escena más hermosa que un día mis ojos pudieran haber visto, Marcelo golpeaba violentamente el cuerpo de la zorra de Diana...

En el momento en que Marcelo estaba por golpear de nuevo a esa mujer, hable con mucha dulzura, y así torturar todavía más a esa perra...

__ Mi amor, la vas a matar, ¿Y qué vamos a hacer sin sirvienta?..._ A escuchar mi voz, Marcelo como la perra de Diana voltearon a verme...

Marcelo se alejó de la maldita de Diana, se acercó a mí y me envolvió entre sus brazos... Me sentí la mujer más feliz que pudiera existir en el mundo...

__ Te extrañé demasiado... _ Le dije con mucho amor...

__ Yo también te he extrañado... No sabes las inmensas ganas que tengo, de hacerte el amor, deseo hacerte gritar en la cama, como todas las noches... _ Dijo Marcelo mordiéndome la barbilla con sensualidad…

Enseguida, eché su cabeza hacia atrás dejando mi cuello blanco a merced de Marcelo, mientras Marcelo me besaba apasionadamente la barbilla, miraba de reojo a Diana con burla...

La lengua de Marcelo fue recorriendo cada parte de mi cuello, después fue bajando hasta llegar a mis pechos... Me excitaba, saber que Diana nos estaba viendo.

Inmediatamente, Diana cerró los ojos, negándose a ver lo Marcelo y a mí a punto de hacer el amor delante de ella. Eso me hizo enojar bastante, ya que deseaba que Diana me viera haciendo el amor con su esposo...

__ ¡¿Por qué, cierras los ojos?!... ¿Acaso no quieres ver cómo dos amantes hacen el amor delante de ti?..._ Le dije con burla...

Solamente pudo mover la cabeza, intentando escapar de la realidad... No tienen una idea, de lo que me encantaba ver el sufrimiento de Diana reflejado en cada parte de su cuerpo...

__ ¿Qué no escuchaste?... Si te atreves a cerrar los ojos, te golpearé tanto que nunca vas a volver a reconocerte al espejo!... _ Dijo Marcelo con frialdad...

La muy estúpida se obligó a mantener los ojos abiertos, eso me encantaba. Marcelo colocó su mano en mi espalda descubierta...

__ Quiero que nos vea hacer el amor..._ Le propuse a Marcelo.

La muy perra intentó alejarse de nosotros, Marcelo se alejó de mí, corrió alcanzarla, para evitar que se fuera de nuestro alcance...

La agarró del brazo, y la empujó al sillón que se encontraba a nuestro de ellos... Al terminar de someterla, me acerque a ella..Me incliné, y coloque mis uñas en su asqueroso rostro...

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