Diana despertó

Era una mañana hermosa, como todas las mañanas, Carlota, ponía una melodía infantil, para estimular la mente de Diana, y ella pudiera despertar...

Mientras, que Diana se negaba abrir los ojos, escuchó el llanto de su bebé. Aquel llanto que escuchó cuando, Zulema se llevaba al niño fuera de la habitación, eso, ocasionó que Diana se obligara abrir los ojos...

Al abrir los ojos, Diana miró todo extraño, la habitación en donde se encontraba era extremadamente lujosa, no había algo que no fuera valioso al interior de esa recámara.

Las sábanas que cubrían su cuerpo era de la más fina seda, era claro que alguien muy poderoso, la había salvado de aquellos hombres, que la iba a matar por órdenes de Zulema...

Mientras Diana intentaba recordar que fue lo que sucedió después de que Zulema ordenara su muerte…

Carlota se encontraba frente a la ventana, entre sus manos traía una taza de café negro. Sus ojos se colocaban en la espalda de César, que se encontraba abajo en el jardín; hablando con un hombre...

Durante todos esos días, Carlota, intentaba ponerle un fin al amor y a las fantasías que seguía se estaba haciendo en su cabeza...

_ ¿Quién eres tú?... _ Preguntó Diana un poco confundida.

Al escuchar la voz de Diana, Carlota giró su cabeza hacia donde estaba Diana, al mirar a la chica despierta. Enseguida, caminó hacia donde estaba la mesa, para tomar un vaso con agua y dárselo a Diana

_ Mi nombre es, Carlota, y soy tu médico de la mente... _ Respondió Carlota, ofreciéndole un vaso con agua a Diana.

_ ¿Me estaba volviendo loca?... _ Le preguntó Diana, agarrando el vaso con el agua de las manos de Carlota…

_ No, precisamente. Más bien, querías convertirte en la nueva bella durmiente... _ Mencionó Carlota en broma...

Diana bebió el vaso con el agua que, Carlota le acababa de entregar... Sus manos estaban temblando, a causa de haber estado durmiendo por mucho tiempo...

_ No entiendo, estoy demasiada confundida...

La mente de Diana todavía estaba un desastre, solamente, quería saber que es lo que le a sucedido en los últimos días, y por qué está dentro de una habitación muy lujosa...

__ Es normal que te sientas así, ya que estuviste dormida por mucho tiempo... Pero en cuanto comienza a sentir mejor volverás a ser la misma de antes... _ Respondió Carlota.

_ ¿Dónde estoy?... Ya que no recuerdo nada de mi pasado... _ Mencionó Diana confundida...

_ Estás en Europa, y eso de que no recuerdas lo que te pasó, déjame decirte que no te creó... _ Respondió Carlota.

Diana inclinó la cabeza hacia abajo, sus manos agarraron con fuerza las sábanas que cubrían su cuerpo...

Lágrimas comenzaron a caer lentamente de nuevo por sus ojos. El dolor que Diana, sintió cuando, Zulema le quitó a su hijo de los brazos y se comenzaba a apoderar de nuevo de su corazón...

__ ¡Quiero a mi hijo!...

__ ¡Quiero a mi hijo!... _ Diana comenzó a gritar con todas sus fuerzas.

Carlota inmediatamente se colocó a un lado de la cama de Diana. Agarró a la chica de las manos, y la abrazó con fuerza...

_ Esto apenas comienza. Debes ser fuerte, si quieres recuperar a tu hijo..._ Le mencionó Carlota, consiente, que este proceso no será nada fácil para Diana y mucho menos, para César...

__ ¡Quiero a mi hijo!...

_ Diana, tienes que recuperarte mentalmente, para que puedas recuperar a tu hijo y nadie pueda volver a manejar tu mente..._ Mencionó Carlota, sintiendo mucha lástima por, Diana...

Después de unos minutos, Diana se separó de Carlota, miró por mucho tiempo a un punto fijo... Su mente estaba puesta en la venganza, qué quería hacer en contra de, Marcela de Zulema…

__ Necesito hablar por el hombre que me salvó la vida... Susurró Diana en voz baja.

Carlota fue soltando sus manos de las manos de Diana. El momento que tanto temía se estaba convirtiendo en su realidad…

__ ¿Cómo sabes que fue un el hombre quién te salvó la vida y no una mujer?... Mencionó Carlota.

Carlota, esperaba que, Diana odiara César. O que tan siquiera lo rechazará, para ella tenía una pequeña esperanza de volver a ser la mujer de César...

__ Porque si hubiera sido una mujer la que me salvó la vida, no me hubiera traído a otro país. El hombre que me salvó la vida me conoce demasiado bien... Y quiero saber quién es ese hombre...

Antes de que, Carlota pudiera decir algo, la puerta de se abrió entró César. A ver a Diana consciente, César se acercó a ellas. Inmediatamente, Carlota alejo de Diana.

_ ¿Quién eres tú?... _ Le preguntó Diana, al ver a César secarse ella...

_ Mi nombre es, César. Y de ahora en adelante soy tu ángel, tu demonio, y tu perdición...

Diana quedó totalmente sorprendida con las palabras que César le acababa de decir... tan solo mirar a César, el cuerpo de Diana temblaba.

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