Decisiones

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Ya no soy una niña

Mi nombre es Bianca Newman, tengo 18 años cumplidos. Soy la menor de tres hermanas a quienes no veo hace años porque mi madre las obligó a casarse en contra de su voluntad para salvar el patrimonio que nos había dejado nuestro difunto padre.

Vivo con mi arrogante madre en una vacía mansión, desde la muerte de papá las cosas fueron decayendo, las deudas de mi madre y la mala inversión del patrimonio que nos quedó nos obligaron a vivir de apariencias.

A mí poco me importan los bienes materiales, nací con un cerebro privilegiado, terminé el colegio a los 14 años de edad, por ser superdotada me adelantaban años de estudios para no desperdiciar mi talento en clases que sinceramente me aburrían.

A mi madre poco le importaban mis honores en los estudios, lo que en verdad le preocupaba era que esté en forma y bella para entregarme al mejor postor para así mantener su estatus social y seguir viviendo de apariencias.

Hace poco terminé con honores mis estudios en la escuela de finanzas con tesis laureada y postgrado en economía. Además de mi brillante cerebro debo reconocer que soy una mujer muy hermosa, tés blanca, pelo negro a mitad de espalda, ojos color negro y unas curvas de infarto.

Dejé de ser Virgen a los 15 años, sabiendo que mi madre me vendería a un cerdo de ser necesario, decidí que mi primera vez por lo menos fuera con alguien que me guste y no con cualquiera.

Cuando se enteró, mi madre me dio una paliza que me dejaron unas marcas en la espalda de la brutal golpiza que me había propinado con una correa, (Ya no soy una niña) fue lo último que recuerdo haberle dicho antes de caer inconsciente. Estuve varios meses adolorida. La única que me atendió y me brindo sus cuidados fue mi Nana, le daba pena dejarme a merced de mi madre por lo que se quedó a cuidarme gratis.

Le debo a ella la mujer que soy, si no fuera por ella creo que en este momento estaría muerta, intente en varias ocasiones quitarme la vida consumiendo pastillas en gran cantidad, mi Nana siempre me encontraba inconsciente en el suelo.

Y era la encargada de llevarme al servicio de urgencias ya sea de día o en altas horas de la noche. Luego de recuperarme me esperaba otra golpiza por hacer semejante estupidez como me decía mi madre.

Estaba tan perdida que no sabía lo que era el amor y el cariño de una madre, para ella no éramos más que una maldita carga. Nos había tenido para asegurar su futuro con mi padre que en aquel entonces era rico y poderoso.

Mi padre era un hombre dulce y cariñoso, nos dejó cuando apenas tenía 11 años de edad, el cáncer me lo arrebato y quedamos para ser vendidas como si fuéramos un costal de papas.

A mi corta edad tenía mucha más experiencia que cualquier niña de mi edad, activa sexualmente y de mente supremamente abierta, mantenía encuentros furtivos con todo aquel que me guste.

Nunca tuve novio, no sé lo que es el amor y la inocencia murió con mi padre. Aprendi todas las mañas que me enseñó mi madre para algún día poder utilizarlas en su contra, no se si la odiaba pero sin duda era algo muy parecido o quizá peor.

Para tener 40 años mi madre se mantenía en formol, una figura envidiable y una belleza excepcional, los candidatos le sobraban, pero ella estaba embrutecida con el mejor amigo de mi difunto padre, un hombre de aproximadamente su misma edad que al igual que ella se mantenía bien. Javier Mendoza es su nombre.

Es el CEO de una de las empresas más prestigiosas del país, era más que millonario, nadaba en millones de dólares al mes, si no es un poco más. Viudo desde hace unos años, comenzó a frecuentar mi casa pero no precisamente para ver a mi madre.

Mi madre se esmeraba para lucir hermosa y así poder atraparlo, yo me percaté desde muy pequeña del interés hacia Javier aun cuando mi padre seguía con vida, quizás por eso no apruebo esa relación. Si no fuera por el cáncer pensaría que ella lo mato para quedar libre.

Javier y yo nos volvimos muy cercanos, nos reuníamos casi todas las tardes en el cementerio, casualmente las tumbas de mi padre y la de su difunta esposa estaban cerca.

Al principio era solo el saludo y el típico consuelo que cada uno se daba por el dolor que compartíamos, creo que eso fue lo que nos unió, de a poco esos encuentros se volvieron necesarios y no podíamos estar alejados.

Aprovechando mi sensualidad comencé a seducirlo sin que se diera cuenta, usaba escotes que no dejaban nada a la imaginación y me ponía velos de tul para disimular mis más ocultos deseos.

Estos encuentros comenzaron hace tres años, mi madre ni se lo imagina, ya que nunca se dignó a visitar la tumba de mi padre, la única vez que piso el cementerio fue cuando lo enterramos, nunca más volvió y la única que lo visitaba era yo.

Nuestra atracción nació de a poco, no voy a negar que al principio sentía asco, pero el solo hecho de seducir al hombre que mi madre quería para ella, me excitaba. Por eso mis planes siguieron adelante.

De a poco fueron abrazos, luego caricias en mi rostro secando mis lágrimas de dolor (verdadero) por mi padre, hasta que llego una tarde de lluvia y delante de la tumba de su difunta esposa nos dimos nuestro primer beso.

Él, todo un caballero pidió las disculpas pertinentes por miedo a mi reacción, yo con la experiencia que tengo y mis deseos de venganza lo tomé del cuello y le devolví aquel beso de la manera más apasionada que se me pudo ocurrir en ese momento.

Los encuentros cada vez eran más subidos de tono, llevaba siempre un vestido, sabía que mi figura era algo que lo volvía loco. Siempre iba solo, a su chófer no lo volvió a necesitar desde que nos besamos por primera vez.

Por lo que el auto lo teníamos para nosotros dos, me entregue una y otra vez a él como si fuera la mujer más enamorada del mundo, lo dominaba a mis ganas y a mis antojos.

Él con su experiencia y yo con la mía hacíamos que ese auto se moviera por si solo de las cosas que hacíamos en su interior. Para tener la edad que tiene era demasiado activo, y eso era todo lo que necesitaba.

Sentía asco con sus caricias y sus besos, al mismo tiempo eso me excitaba, ver que un hombre mucho mayor que yo estaba gimiendo de placer debajo de mí me volvía loca, sentía estremecer todo mi cuerpo y por primera vez me sentía viva.

Me volví exclusiva para él, me arreglaba y me depilaba hasta el alma para que me pudiera disfrutar a sus anchas, jamás le decía que no por más de que estuviera con mi periodo, era algo que no tenía importancia, la vergüenza y el pudor no existían para nosotros.

Cuando visitaba la casa mi madre no perdía oportunidad de abalanzarse sobre él, por alguna extraña razón eso me excitaba, verla queriendo seducir a mi hombre me llevaba la libido por los cielos, Javier estaba enamorado de mí, se notaba en sus ojos así que nunca me falló.

Siempre que salía de la mansión lo esperaba en la oscuridad de los jardines, me subía al coche y hasta no caer extasiados no dejábamos de hacerlo. Me montaba sobre el cómo si no existiera un mañana.

Sus manos lujuriosas recorrían mi cuerpo, sus labios sedientos de los míos, no dejaba ninguna parte sin besar, me tiraba al asiento de atrás y se dedicaba especialmente de mi zona más húmeda, no la soltaba hasta no quedar seca de tanta succión, sabía muy bien como hacerlo y en pocos minutos lograba lo que ninguno podía en horas.

Así pasaron los años y nuestros encuentros eran cada vez más excitantes, lo hacíamos mientras mi madre dormía a pocos metros sin importar si nos descubre o no, no teníamos nada que perder; él era mi hombre y yo su mujer, le guste a quien le guste.

El día que cumplí mis 18 años, llegó con un ramo de rosas inmenso, se acercó y me dió un beso delante de mi madre y mis invitados, la cara de mi madre no tenía precio, yo correspondí a ese beso como si fuera la más enamorada de las mujeres (sin estarlo). Javier estaba feliz, por un momento pensó que lo rechazaría por estar en público ya que jamás le pusimos título a lo nuestro.

Me propuso matrimonio y por supuesto felizmente acepte, me dio un anillo con un diamante gigante, a mi madre no le quedó más remedio que aceptar, al fin y al cabo me estaba por casar con un millonario tal y como ella tanto me lo pedía. Lo que no pensaba era que justo me casaría con el hombre que ella deseaba, desde que conoció a mi padre...

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Comments

Luna De Cristal

Luna De Cristal

wow que fuerte me encanta

2023-10-05

0

Meli Perez

Meli Perez

que historia tan interesante

E leído un capítulo y yá me tiene muy interesada e intrigada

2023-06-18

2

Rocio Raymundo

Rocio Raymundo

que capítulo muy interesante me gustó espero más capítulos

2023-05-07

2

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