Paseo en familia

_ ¿ Por qué no te sorprendiste cuando te dije que papá se casa con Bianca? ¿Acaso ya lo sabías tía?

_ No, pero lo suponía...

_ ¿Por qué, acaso te lo contó antes que a nosotros?

_ Por cosas que no comprenderás en este momento mi niña...

_ ¡Ya no soy una niña tia!

Poniendo los ojos en blanco

_ Está bien, entonces como ya eres una mujer, debes comprender a tu padre.

Mientras le da un abrazo.

_ ¡El no necesita a nadie más que a nosotros!...

_ ¡No seas injusta con él Lia! Desde que murió tu madre no ha hecho más que vivir por ustedes. Es hora de que viva su propia vida ¿No crees?

_ Es que, no me acostumbro a la idea de tener que compartirlo con alguien más.

_ El amor que siente por ustedes es inmenso. No se acabará de la noche a la mañana por casarse con otra mujer que no sea tu madre.

_ Quizá tengas razón, pero hay algo en ella que no me gusta.

_ Dale una oportunidad, quizá no sea como piensas.

_ ¡Tienes razón tía, ya mismo voy a la casa! Gracias por tus palabras, te quiero...

_ ¡Y yo a ti!

Se abrazan por un rato, luego Lía sube al auto para volver a la mansión con Joel, Bruno decide quedarse unos días más...

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Raquel no puede dormir, camina por toda la casa, mira a través de la ventana para ver si llega Javier; de pronto oye un ruido, se esconde en el estudio para que no la vean.

_ ¡Que noche maravillosa mi amor!

Entrando a la mansión con una sonrisa en los labios.

_ Así es, pero me sorprende de que quisieras irte tan pronto del restaurante.

Sacándose la chaqueta mientras mira la escultural figura de su prometida.

_ Amor, quería estar a solas contigo.

Rodea su cuello y le da un beso, él corresponde rodeando su cintura y besando sus labios con mucha pasión.

Raquel se encuentra escondida, mirando como el hombre que ama besa a otra mujer, siente mil puñales en el corazón, sus ojos de pronto se humedecen.

_ ¡Que te parece si nos tomamos un vino!

Se sienta y se cruza de piernas de manera provocativa.

_ ¡Esa es una maravillosa idea!

Apoya sus dos manos en el sillón, se inclina y la besa, Bianca mete la mano por debajo de su camisa para acariciarlo mejor, los besos comienzan a subir de tono.

En ese momento se abre la puerta principal, entra sonriente Lia en compañía de Joel, mira hacia donde casualmente se encuentra su padre y lo ve besándose con Bianca.

_ ¡No sabía que ya la traías a la casa papá!

Sube corriendo las escaleras, justo al momento en que entra Sebastián mirando con el ceño fruncido.

_ Buenas, buenas.

_ ¿No me dijiste que la casa estaba sola?

Susurra Bianca al oído de Javier, mientras este se reincorpora.

_ No entiendo nada, no debía haber vuelto hoy.

Responde confundido mientras sube las escaleras detrás de Lía.

Sebastián había ido a intentar hablar con su prima pero esta no le abrió la puerta, estaba llorando desconsolada, solo lo echó de allí. Raquel sigue escondida en el estudio.

Bianca se encuentra parada cerca de la entrada principal, mirando las escaleras, Joel estaba parado a un lado, Sebastián vuelve del cuarto de Lía, su mirada se cruza con la de Bianca; ella lo mira sin pestañear y sin ninguna expresión en su rostro.

Por un momento se vió tentado de ir a saludarla y quizá hablar un poco, cuando estaba por bajar las escaleras oye la voz de su tío, así que se queda dónde está, Bianca se percata de la situación, una mueca se dibuja en su rostro simulando una sonrisa.

_ Javier, lo mejor es que me vaya.

_ ¡Vamos, yo te llevo!

_ No, de ninguna manera, quédate y soluciona las cosas con tu hija, yo me tomo un taxi.

_ Joel, acompañe a la señorita Bianca hasta su casa por favor.

_ ¡Cómo ordene señor!

_ ¡Hasta mañana Javier! Gracias por todo.

_ ¡Me avisas cuando llegues por favor!

_ Está bien.

Se despiden con un beso en la mejilla, antes de girar le regala una última mirada a Sebastián que todavía seguía parado en el mismo lugar, luego se marcha con el chofer hasta su casa.

Javier sube al cuarto de Lía, Raquel sale de su escondite y mira hacia la salida con una mano apoyada en su pecho, Sebastián mira con el ceño fruncido, no entendía que hacía allí Raquel y con esa cara de dolor.

Raquel luego de estar mirando por un rato hacia los jardines, va a su cuarto (Que se encuentra en la planta alta frente al de Lia y Sebastián ) y se encierra a llorar, Sebastián la sigue y la oye del otro lado de la puerta, deduce de inmediato el motivo del malestar de ella, se queda un rato en la puerta hasta que va a su habitación.

...----------------...

_¿Cuándo será la boda?

Pregunta Pilar con tono de sarcasmo, mientras bebe un sorbo de su whisky sentada en la sala.

_No lo hemos hablado aún...

Responde Bianca que está llegando a la casa.

_ Procura que sea lo antes posible, no sé si lo sabes pero estamos a punto de perder esta casa...

_ ¿Cómo?

_Asi es, esta hipotecada.

_ Imposible, mi padre la dejo completamente paga, ¿Qué hiciste Pilar?

_ Lo necesario para darte la mejor educación, ahora te toca a tí.

_ Ni sueñes con que vas a poner tus garras en la fortuna de mi marido señora Pilar.

_ Hijita de mi vida, tu aún no lo entiendes. Mira, yo voy a estar en tu vida y en la de tu marido hasta el día que me muera, te guste, o no. Ahora, mi fortuna eres tú.

_ Mira, que te quede claro, que en tus bolsillos, no va a parar ni un centavo, proveniente del mío.

Gira sobre sus tacones y la deja sola en la sala.

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Lia se despierta por la mañana y siente deseos de ver a su padre, la noche anterior tuvieron una discusión muy fuerte a causa de lo que vió, por lo que se levanta y se dirige el cuarto de su padre.

Entra, éste todavía se encuentra dormido, camina con cuidado para no hacer ruido, por un momento se detiene a mirar la foto de su madre que está en la mesita de luz, la acaricia con la yema de los dedos.

_ ¡Mi amor! Buenos días.

Sonriendo al ver a su hija.

_ ¡Buenos días papá!

Se acerca y lo abraza.

_ ¿Dormiste bien princesa?

_ Si papá. Mira, quería pedirte disculpas por lo de ayer. Se que me excedi, lo que pasa es que sentí un poco de celos, ¿me perdonas?

_ Claro que si mi amor.

Le da un beso en la frente.

_No te preocupes por mi, entendí que amas a Bianca y debo respetar eso.

_ No sabes lo feliz que me hace oír eso.

_ Vamos a desayunar, acuérdate que tenemos que ir a la casa de la tía, Bruno nos está esperando.

_ Tienes razón, en un rato estoy con ustedes.

_ Creo que mejor me llevo esto a mí cuarto. Para que Bianca no se vaya a enojar.

Agarra la foto de su madre y la apoya en su pecho, su padre asiente en forma de aprobación.

Luego de un rato bajan todos a desayunar, Javier les comenta que Bianca los va a acompañar en el paseo, la cara de Lia cambia por un instante, la expresión de Raquel es aún peor, Sebastián que es muy observador, se da cuenta de todo y solo sonríe de lado.

Sebastián conduce hasta la casa de la playa, a su lado va Raquel con una cara de velorio, Sebastián la mira por el rabillo del ojo, pero no le dice nada, viajan en silencio haciéndose mutua compañía.

Mientras tanto, Javier en compañía de Lía van a buscar a Bianca, la empleada va a avisar que ya habían llegado por ella.

_ No sabía que Bianca tocara el piano.

Dice Lia acariciando el hermoso piano de cola que se encuentra en el salón.

_ Claro que sí, solo que no lo hago tan bien como tú.

Responde Bianca con una sonrisa mientras la saluda con un beso en la mejilla al igual que a Javier.

Lía muestra una sonrisa respetuosa, pero se siente incomoda, detrás aparece Pilar para saludar, Bianca pone los ojos en blanco al oír la voz de su madre. A Lia le parece una buena idea invitar a Pilar a la casa de su tía, Javier opina lo mismo, por lo que termina yendo con ellos.

Llegan al lugar, todos están compartiendo en el jardín un refrigerio, entre charlas y risas pasan la tarde.

_ Felicidades Sebas, supe lo de tu matrimonio.

_ ¿De que hablas tía?

Responde sorprendido.

Lía cambia su expresión, Bianca bebe un sorbo de vino levantando una ceja.

_ Ay no te hagas, lo ví en el periodico.

Responde su tía con una sonrisa.

_ No nos habías comentado nada, hijo.

Agrega Javier con las manos sobre la mesa.

_ ¡Vaya, no tengo noticias de nada, ahora me salen con dos bodas!

Replica Rocío largando una carcajada.

Sebastián se aleja, va a la cocina, busca el periódico donde se encuentra la noticia; agarra su celular y llama a su novia fúrico.

_ ¿Se puede saber, porque andas diciendo que nos vamos a casar Cecilia?

_ Lo hablamos tantas veces...

Del otro lado de la línea.

_ Escúchame bien, tú y yo nos vamos a casar el día que yo te lo proponga, me oíste?

Sin dejarla terminar de hablar.

_ Aayy, ya veo que ese día nunca va a llegar..

_ Sabes que, no estoy de humor para esto.

Sebastián corta la llamada furioso.

En ese momento aparece Lia y le recrimina por el supuesto matrimonio, Sebastián trata de explicarle que es un mal entendido.

_ ¡Claro, todos se casan y me dejan sola, todos los hombres son iguales!

Sale corriendo hacia los jardines y se desmaya.

Javier sale corriendo a socorrer a su hija, Bianca se queda parada mirando sin ninguna expresión en su rostro.

_ ¡Que niña más caprichosa y berrinchuda! mira que hacer estos espectáculos ¡Que horror!

Rocío que volvía de la habitación dónde habían llevado a Lia, escucha sin querer la conversación.

_ ¡Por favor madre! muérdete esa lengua que te pueden escuchar!

_ ¡Solo te advierto, debes tener cuidado con esa niña, podría convertirse en una piedra en tus zapatos!

_ ¡ Ya basta Pilar por Dios!

Responde Bianca cansada de sus comentarios.

Rocío acaricia su colgante mientras observa a esas dos mujeres que siendo madre e hija se tratan con la frialdad con la que se tratarian dos enemigas. Algo no le cierra de esas dos damas, sobre todo de Pilar...

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