Hace mucho tiempo que el virus es latente en este mundo. Los zombies son millones mientras que los humanos son sólo unos cientos.
Encontrar el origen era absurdo.
Buscar una cura era inútil.
Hallar alguna inmunidad o resistencia parecía un simple sueño lejano que algunos funcionarios y científicos trataron de hallar alguna vez.
Pero, todos los científicos con estudios superiores habían sido devorados, tratando de encontrar algo que era difícil de crear.
Así, los humanos simplemente optaron por sobrevivir.
No importaba lo que debían hacer.
Escapar y sobrevivir, eso era lo único que los mantuvo con vida estos años.
«estaré bien, estarás bien Erika»
Se ánimaba a si misma en la densa neblina del bosque, pero la neblina era tal, que su vista no lograba ver bien y por lo tanto...
«¿Dónde estoy?» [ya debería haber llegado a Adoma, ¿Por qué sigo en el bosque?]
Los gruñidos de zombies se empezaron a escuchar. Erika tenía miedo, sea a dónde sea que quisiera escapar, los gruñidos siempre se oían cerca.
Se aferró a su bebé, no tenía más en dónde apoyarse, estaba tan sola y desesperada que empezó a llorar de impotencia.
[¿A dónde debo ir?, ¿Debería esconder a mi bebé?, pero, ¿Y si lo encuentran?, ¿Y si no lo encuentran y muere solo?]
Tantas cosas pasaron por la cabeza de Erika que no se movió y un gruñido junto a una boca putrefacta apareció chocando sus dientes para intentar morderla.
«¡¡Aaahh!!»
Retrocedió lo más que pudo chocandose con la espalda de alguien, cuando ambos se dieron la vuelta, Erika pegó otro gritó al ver que chocó con otro zombie.
«¡¡¡Aaahh!!!, ¡Vete!, ¡Alejate!»
Se apartó desesperada mientras que 5 zombies la rodearon en un instante debido a sus gritos.
Desde los 8 años vivió dentro de un burdel, desde los 14 empezó a vender su cuerpo y ahora tenía 19, nunca salió a sobrevivir, simplemente, esperaba a hombres en su habitación.
Luchar contra un zombie, jamás lo había hecho y no esperaba hacerlo ahora. Por instinto tomó los cuchillos que le dio la dueña Elin y apuntó al zombie, amenazandolo, pero el zombie no sabía de amenazas o advertencias, sólo sabía de comida.
El zombie simplemente se abalanzó contra el cuchillo de Erika asesinandose a si mismo debido a que el cuchillo atravesó su cráneo.
Ella ya se sentía pérdida a medida que los zombies la dejaban sin salida. Sólo pudo abrazar a su bebé para que al menos se la comieran a ella primero y así darle un poco más de tiempo de vida.
Estaba llorando y junto a su silencioso llanto un gruñido más fuerte apareció, como si regañara a los demás zombies.
Erika esperaba a sentir las manos putrefactas de los zombies o los dientes arrancando su carne, todo se volvió tan extrañamente tranquilo que decidió abrir los ojos ya que los tenía cerrados.
Cuando los abrió se asustó de muerte, a sólo un centímetro de su cara, había otra putrefacta mirada, con una cuenca vacía que tenía indicios viscosos de que alguna vez hubo un ojo. Tal vez los buitres se lo comieron.
Su corazón y sus músculos cayeron al piso y retrocedió aterrada del horrible aspecto.
«no, no te acerques..., vete, sólo vete»
Retrocedió tanto que chocó contra la base de un árbol, los zombies que intentaron comerla se habían detenido y un zombie tuerto al frente parecía ser el líder.
Todo parecía estar quieto en ese instante, sólo la respiración agitada de Erika era ruidosa, pero eso no duró mucho, el zombie tuerto abrió su boca como queriendo hablar, pero de ahí no salieron más que gruñidos.
Erika sólo abrazaba a su bebé en silencio, no quería nada excepto que su hijo ahora llorando saliera vivo de esto.
El zombie tuerto solo expulsaba gruñidos y sonidos rasposos, extendió su mano podrida lentamente a Erika, tan lento como si fuera una tortura.
¡¡BANG!!
Junto con el sonido de un disparo, un zombie del grupo cayó muerto ante los demás.
El zombie tuerto reaccionó mirando hacia dónde vino el sonido de la bala y Erika no se quedó atrás, viendo a la figura que disparó tres veces más matando al resto; no pudo evitar abrir sus pupilas sorprendida.
«...¿Royer?»
Royer tenía un cigarro en la boca y apuntó al zombie delante de Erika y no tardó en apretar el gatillo, sin embargo el zombie tuerto lo esquivó.
Ronson apareció al lado de Royer con burla mientras expulsaba el tabaco del cigarro.
«amigo, tu puntería a fallado y yo creí que estabas invicto»
Ese comentario si que enojó a Royer y apuntó otra vez al zombie, hasta ese punto la neblina ya se había disipado en gran parte del bosque.
Apuntó bien a la cabeza del zombie que tenía mala postura junto a esa bata blanca rasgada y manchada de sangre seca.
«no digas estupideces, nunca he ... ¿Huh?, Ronson»
«¿Qué?»
«esa bata, ¿No es la bata de los médicos de Santa Fé?»
«¿Eh?»
Ronson miró al zombie tuerto, parecía no moverse, como si supiera que no estaba en una buena posición.
En general los zombies sólo buscaban comer casi cualquier cosa mientras sea carne viva, si estaban o no en peligro era irrelevante para ellos, no pensaban a decir verdad.
Pero este zombie tuerto no se movía y se notaba a la perfección el bordado en la bata, una cruz azul con seis estrellas rojas alrededor.
Ronson y Royer jamás podrían olvidar aquel bordado en las batas médicas, no sabían exactamente si eran médicos. Pero cuando el refugio de Santa Fé era funcional con la protección de los pocos funcionarios que quedaban en el poder habían muchas personas adultas usando esa misma bata blanca.
En donde debajo del bordado estaba escrito: esperanza.
Ronson preguntó atónito.
«¿Cómo llegó un zombie de Santa Fé aquí?, imposible»
¡¡¡Grrrrraaaaaaa!!!
Gritó el zombie y empezó a correr como si tratará de huir de esas personas.
Royer corrió tras el zombie gritando a Ronson.
«¡Yo voy por él!, ¡Lleva a Erika y mi hijo devuelta a Adoma!»
«¡Royer!»
Royer no hizo caso y fue tras el zombie que tenía una velocidad extraordinaria.
«¡No corras maldito!, carajo» [a este paso se escapará]
Levantó su arma sin dejar de correr.
«Pepper, ayúdame, necesito destrozarle las piernas»
|afirmativo, calculando ruta de acuerdo al mapa registrado, analizando sensores de movimiento|
«rápido»
|37° a tú noroeste|
«está hecho»
¡¡BANG!!
Juntó al disparo algo cayó al suelo y Royer no dejó de correr mientras volvía a cargar su arma con balas.
El zombie trataba de seguir huyendo arrastrándose en el piso ya que una de sus piernas estaba completamente partida en dos.
...gaaarrrr...
El zombie tuerto que trataba de escapar sintió la pistola en su nuca y no tardó en oír el disparo para finalmente no oír nada más que el vacío.
Cayó muerto a los pies de Royer.
«mierda, ¿Quién era este tipo?»
Pepper escaneó el cadáver y la sangre de este, sacando datos holográficos para Royer.
|respondiendo. Según mi análisis este zombie fue alguna vez Deker Hotson, un pedriata de 26 años que trabajaba en el refugio de Santa Fé. No pude conseguir mucha información debido a que no descargué lo suficiente de la computadora principal cuando fuimos al otro refugio, aunque las computadoras están atrofiadas, así que no es seguro obtener buena información|
«maldición, ¿Algo extraño en su sangre?»
|negativo, tiene la misma sangre que todos en Santa Fé, "sangre nueva"|
———————
Yaguar-Misi: hay..., ya se está poniendo tensa la cosa, sigan leyendo y sabrán como va todo. Muajajaja.
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Comments
Alberto Herrera Gómez
ya empezó la evolución 🧬 o parte de los experimentos 🫢🫢🫢👏👏
2024-08-23
1
Ivon Caraballo
es interesante la novela es un enigma que el zombie tuerto tenia algo de conciencia
2024-01-07
2