Enseñanza

'Me da curiosidad'..

La curiosidad de que pasaria si por casualidad no estuvieramos aqui, pero no es como si quisiera hacerlo, alguien debió haberlo escrito en los libros del estudio y eso hacia que quisiera ir ahi..

‘Deja de pensar en eso, no es momento de pensar en eso’.

Estaba en la negación de seguir con mis trabajos y distrayéndome con cualquier cosa, si pasará una mosca aquí de seguro la seguiría con la mirada.

Miraba la vista de los visitantes que en algún momento he visto resignandome que fallaría con mi trabajo y llegue a la conclusión que como cada duquesa ella tenía responsabilidades y una de ellas era los círculos sociales, más siendo una princesa de un imperio importante para ella si no hace esto es como si estuviera encarcelada.

Entonces la mayoría del tiempo en que deja de nevar debe de sentirse así.

Una sonrisa malvada salió de mi boca al pensar en ello, no es que la odiara pero su propósito aquí es solo el de obtener a base del chantaje.

Regresé a la lectura de mi libro cuando de repente llegó un niño a la biblioteca.

".."

Este día no será el día que complete mi trabajo.

El niño al entrar, mi escolta asintió como si dijera que no había opción de que él estuviera ahí y yo también asentí cómo si dijera pues ya que.

El niño de ojos verdes y cabello marrón me miró y después de un breve momento me saludó.

"Hola, soy del marquesado Vidal soy Mark Vidal".

"Hola, soy Aysel Balam hija de este ducado".

"Un placer conocerla señorita Balam".

"El placer es mío joven Vidal".

El saludo concluyó con eso y el ingreso a la biblioteca a buscar un libro para leer.

Mientras la fiesta de té estaba en apogeo por las nobles de la alta sociedad del norte, él y yo estábamos en la biblioteca, él miró de reojo lo que leía y me preguntó.

"Señorita a usted ¿Le agrada leer?".

"Si, Joven Vidal por eso estoy aquí para leer".

¿Para qué tendría un libro leyendo si no me gustará leer?.

"..."

El niño se quedó sin palabras por un momento como si lo que pregunto fuera tonto después recobro su compostura y mencionó.

"¿Qué le gusta leer?".

"Me gusta la ciencia mágica, me parece fascinante".

En este mundo había magia, eso es lo que lo hacía interesante.

"El ducado Balam viene de generaciones de magos muy talentosos".

"Así es, mi padre es uno de esos magos".

Mi padre es conocido como el mago de hielo y es conocido en el continente por ser una persona fuerte.

Al menos es lo que me había contado la nana que en algún momento fue despedida por culpa de la duquesa y el incidente del encierro de la biblioteca.

"El marquesado de Vidal también viene de una familia de magos talentosos".

Del marquesado Vidal había escuchado que sus familia vienen de generaciones de magos de aire.

Los más talentosos pueden crear tornados enormes.

"..Si".

"..."

Después la plática se quedó en un silencio por parte de él y volví a mi lectura.

El miró de nuevo a mi alrededor y vio la piedra de hielo que había hecho y solo se quedó viendo que no se derretía cómo un hielo normal.

Al acabar la fiesta de té vinieron por él y se despidió.

"Espero verla pronto de nuevo señorita Balam".

"Vaya con cuidado joven Vidal".

Lo despedí y me quedé de nuevo en la biblioteca hasta que mi escolta me sacó con el libro en las manos.

No había tenido muchos avances en mi trabajo.

"Marcos".

Le llamé a mi escolta y él respondió mientras me llevaba de vuelta a mi habitación.

"Sí señorita.

"Ese niño no leyó ni un libro, entonces ¿A qué vino?".

"..."

Se quedó pensando en una respuesta.

"Di lo que sea no me molestaré".

"Bien, el joven Vidal es conocido por no haber despertado su magia aún, así que me imagino que le interesó la señorita por su magia".

"..."

"Así que tenga cuidado señorita".

"Si y Marcos".

"¿Si?".

"¿Puedo aprender a usar la espada?".

"Tendría que preguntarle al señor".

"Gracias".

"Es mi deber responder".

Con eso terminamos en mi habitación y él se despidió para hacer guardia afuera.

Había veces que me sentía como una niña que es vigilada como si fuera una prisionera y monitoreada para no fugarse.

Pero solo era el sentimiento no es que lo pensara realmente, mi escolta Marcos es muy amable sin mencionar que es muy guapo un escolta que es conocido como uno de los más fuertes del imperio aparte del capital de caballeros, con su cabello gris y sus ojos rojos que también es una insignia de los que llevan sangre mezclada por los demonios.

Los ojos rojos son considerados que vienen de demonios, son ojos que cualquiera que los ve se asustaría, incluso la duquesa le dio miedo ver a Marcos cerca de mi y me imagino que eso fue lo que hizo que ella no me dijera nada.

Me agrada la decisión de mi padre al hacer a Marcos mi escolta.

Mi padre se enteró de la visita del joven y solo lo ignoró mientras escuchaba el informe de Marcos.

"La señorita me preguntó si puede aprender a usar la espada".

"...¿Ella te pregunto eso?".

"Si, ella ya es capaz de hacer una piedra de hielo por ella misma también".

"Si, mi hija es inteligente pero creí que solo quería aprender de libros no de peleas".

"..."

"Sería bueno que ella llevará un entrenamiento moderado para que pueda tener resistencia, ese es mi humilde comentario".

"Mayordomo".

El mayordomo Efrén miró a su maestro llamarlo y se acercó más.

"¿Qué opinas de que Aysel aprendiera a usar la espada?".

Su señor que es conocido como una persona fría, es normal que sea fría con todos menos con los suyos, el maestro adora a la joven maestra.

"Creo que el señor Marcos puede empezar con un entrenamiento de niños como correr y estiramientos para que ella vaya tomando condición para tomar la espada".

Hasta ahora ella es la única sucesora, es normal que a los niños de cinco a diez años empiecen con ese entrenamiento para ser sucesores, al parecer la señorita es consciente de eso.

"Cómo es joven la señorita deben de ver cuando ella esté cansada o ella colapsara"

"Tenemos que tener en mente su físico y su fuerza, también debe de tener clases de magia ya que ella ya despertó".

"Es cierto, puede lastimarse si sigue haciendo lo que dicen los libros".

"Encárgate de eso Efrén".

"Sí señor".

"Marcos deja consigo un plan que se adecue a mi hija y la ayudarás a entrenar".

"Sí señor".

Su adorada hija Aysel quiere empezar a tener poder en el ducado por ella misma, aunque él se lo dijo una vez si ella quería jugar más él lo permitiría.

Así si ella dijera, quiero dejar de ver los documentos también aceptaría pero ella ha hecho un buen trabajo, así es como él había sido enseñado desde que tenía seis años su padre lo llevó incluso a las expediciones y él tuvo que aprender, pensó que cómo era niña su hija él tenía que ser más considerado con ella en eso pero es la única sucesora y no planeaba tener más descendientes.

Mi hija casi tiene 9 años, tengo que enseñarle las cosas que debe de hacer ahora una de ella es llevarla a la proxima expedicion para explicarle como usar lo que sabe de la magia de hielo, le había regalado a su pequeña tres años más de juego pero ya no podía permitirlo.

Es necesario que lo haga, ella tiene que ser fuerte pero la idea lo molesta después de lo que pasó con la princesa solo podía decir que él no pudo defender su linaje y no era lo suficientemente fuerte para proteger a su hija, no contra los tres imperios juntos.

Eso es frustrante de muchas formas, pero no les daría el gusto para que hagan lo que quieran en su territorio.

En una semana un mago maestro que viene de la torre mágica llegó al ducado.

"Joven maestra del ducado Balam".

"Bienvenido señor mago de la torre".

"Seré su maestro hasta que ingresé a la academia de magia".

"Será un placer tenerlo como maestro".

Me fastidiaba tener que hacer tanto drama para poder saludar a la gente, eso es algo de lo que no me acomodo de este lugar pero no quedaba de otra que hacerlo.

El tutor que vino de la torre mágica llevaba su capucha de mago azul oscuro, en donde me enseñaría magia seria en la biblioteca y en el campo donde entrenan los caballeros para las clases prácticas.

El día de hoy será la presentación y los conocimientos previos.

El maestro Jaime me explicó el principio de la magia.

“Profesor, esto ya lo se mire…”

El profesor que empezaba a hablar me frunció el ceño con señal de disgusto después de que yo había interrumpido su gran discurso.

“Le explicaré desde el principio así que preste atención, por favor”.

“... Si”.

Tanto a mi escolta Marcos como a mí nos molestó la actitud del maestro pero fuimos pacientes y tolerantes a lo que decía.

“Bien, es todo por hoy”.

“... Si, gracias por venir”.

La historia de la magia, la historia del imperio, la historia de su vida, eso fue lo que explico en la clase de hoy.

Me siento como en la escuela de mi anterior vida los profesores te solían platicar toda su vida en al menos tres clases y después empezaban con su curso.

“Aysel”.

La duquesa que iba paseando me saludó, la volteé a ver y la saludé igual.

“Duquesa, un placer”.

“Escuche que ya recibe clases de magia”.

“Así es, señora”.

“Espero que esto no afecte tu futuro querida, sería una pena que te decepciones después”.

“...¿A que se refiere?”.

“Querida, cuando yo tenga a tu hermano tu no seras la heredera”.

‘¿He?’.

No entendía a lo que se refería pero ella hablaba de una forma natural.

'Señora ya callese o expliqueme'.

Pero decirlo sería regañada por la señora de la casa, así que tranquilamente respondí.

“Cada miembro del ducado de Balam debe ser capaz de tomar las riendas cuando la situación lo requiera, ese es el lema que todos los antepasados nos han dicho de generación en generación”.

“...”

Es como decir que es una regla básica, ¿Como es posible que no lo sepa?.

Me despedí de ella y me dirigí al estudio donde estaba mi padre.

Mi escolta que estaba detrás de mi solo sonrió con orgullo a la respuesta que le había dado a la duquesa.

La duquesa que se quedó plasmada en donde me saludo solo miro a donde me había ido.

‘¿Se está volviendo loca?’.

La temporada de pre invierno ya estaba más cerca y mi cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina, en otras palabras ella ya tenía un año viviendo en este castillo.

Al otro día fue Marcos el que estaba a cargo de mi entrenamiento para poder usar una espada.

“Bien señorita, como usted lo pidió vamos hacer un curso intensivo para enseñarle a usar espada”.

“Marcos, te estas riendo como si fuera divertido”.

Marcos tenía una sonrisa de satisfacción y el respondió como si fuera natural.

“Entrenar a quien heredera este ducado es un gran honor que me hace feliz”.

“...”

“Empecemos pequeña señorita”.

Un escalofrío corrió por mi espalda pero no pude evitar lo que se avecinaba.

Al primer día era hacer las instrucciones que le dijo el mayordomo, dependiendo de si aguantaba o la cansada cuando terminara el seguiría aumentando o disminuyendo el entrenamiento.

Fue simplemente gratificante ya que si ella era la heredera él sabría que ella sería capaz de aceptar el ducado y la seguirá hasta el final.

Lo que no esperaba era que ella tuviera una buena resistencia.

Una semana después yo seguía con la misma rutina hasta que Marco dijo que aumentará el número más cinco, después diez y así sucesivamente.

Lo que me di cuenta es que tenía mucha resistencia al ejercicio, es por eso que aceptaba ir subiendo de nivel por semana.

Ya habían pasado dos meses haciendo lo mismo y el invierno había llegado.

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