Eres el mejor postre...

Entre Hanna y Bastian definitivamente habían muchas emociones. Para cada uno era diferente, en Hannah generaban culpa y más enamoramiento y en Bastian un exagerado sentido de posesión.

Hannah: Por Dios... Ésto es mucho mejor de lo que pensé, ¿por qué no lo había intentado antes? Porque ninguno era Bastian me contestó mi conciencia. Miré hacia mi pecho y ahí estaba ese mastodonte grande y bello, aún dentro de mi, pero con su cabeza recostada entre mi panza y mis pechos. No me pude resistir y le acaricié el cabello tan rubio que parecen hilos de oro. Hacía años no lo hacía y jamás sentí esa acción tan íntima... Mientras tanto él acariciaba mis piernas. Pero me siento culpable, culpable por amarlo aunque se que ésto sea solo por probar, porque se que a él no le parezco atractiva ni bonita.

Bastian: Estar enterrado dentro de la mujer de mis sueños es por mucho la sensación más elevada que he podido tener. Una cosa es tener sexo y otra cosa es hacer el amor. Siento su mano acariciar mi cabello y eso me da paz.

Me lleva a esos momentos en los que me quedaba dormido sobre mi escritorio por el cansancio y ella me llegaba a despertar acariciando mi cabello para que comiera algo y me acostara en la cama. Ser vecinos siempre me dió la ventaja, mi madre llamaba a Hannah y pues al vivir al frente no era sino cruzar la calle y llegaba. Siento un enorme deseo de volver a hacerle el amor a MI mujer... Ella es MÍA y pobre de aquel que llegue a tan siquiera pensar en ella de mala manera ¡porque lo aplastó como a cucaracha!

La posesividad se activa y el deseo al doble. Estar dentro de ella es ideal. Mi miembro vuelve a ensancharse y comienzo a moverme lenta pero metódicamente. Ella comienza a removerse y la miro... Sus ojos están abiertos como platos, la beso y ella solo me sigue...

Hannah: Mientras estoy acariciando a Bastian, siento que su amigo dentro de mi comienza a hincharse nuevamente ¡Por Dios! -pienso mientras me remuevo- ¿Ésto en serio va a volver a pasar? Me besa y lo beso, sus besos parecen hacerme olvidar todo y cualquier pensamiento que pueda tener se opaca al sentirlo así.

Se levanta conmigo y comienza a moverme de tal manera que se inicia un vaiven, uno dulce y completamente exitante. Estoy sobre estimulada, todo, hasta sus dedos rozando mi piel se vuelven un estímulo a mi líbido que está bastante elevado. El marca el ritmo, de pronto se levanta y me freno.... ¡Bájame! le digo... -Jamás moya lyubov... la habitación?- por allá, señalé el camino y agarrándome por el trasero, me llevaba aún con el dentro de mi.

No sé si escucharlo hablar ruso me excita o me molesta.. Pero lo que sí se, es que entramos a mi habitación y durante una hora más estuvo ese hombre haciendo de mi lo que quiso y yo me dejé hacer, me dejé enseñar, me permití vivir a plenitud esa experiencia.

Bastian: Hannah es una caja de misterios. A veces me trata con dulzura y otros momentos me habla como si de verdad no quisiera ésto. Pero no la voy a dejar pensar. Cuando me levanté para que fuésemos a su habitación y tuviesemos más comodidad se tensó y me dijo que la bajara, es que ¿ella cree que en serio voy a dejarla escapar de ésto? Está muy lejos de la realidad. Entramos a la habitación, todo es negro y sus sábanas blancas, me encanta éste lugar. La recosté sobre la cama y comencé a llevar un ritmo lento porque quiero que ella disfrute, quiero oírla gemir y todos y cada uno sea porque YO le estoy proporcionando el placer. Ella alcanzó 3 climax mientras yo contaba ovejitas moradas para no irme tras de ella en cada uno. Al final no soporté más y cuando ella gritó mi nombre inevitablemente yo me fuí tras de ella vaciándome en su interior.

Hannah: Ésto es delicioso. Siento mi cuerpo flotar. Estoy entregada a las sensaciones y a la relajación que queda luego de la intimidad. Bastian se acuesta a mi lado y cuando veo mis piernas y su paquete hay rastro de sangre en ambos. ¡Bastian! ¿Que pasa moya lyubov? responde asustado... Mira hay sangre... ¡Me hiciste sangrar tu también! -dije medio molesta- Amor mío, moya lyubov, eso es porque el idiota con el que te acostaste por primera vez no te había quitado completamente tu virginidad. Lo que hizo fué lastimarte por dentro. Por eso el sangrado de 2 días que tuviste. Abrí mis ojos, ¿Cómo sabes tú qué sangre por 2 días y que hubo alguien antes que tú?

Bastian: Ay moya lyubov, moya lyubov... Yo sé TODO de ti. absolutamente todo. Se que de las 3 relaciones que tuviste, todos fueron unos cretinos que no te merecían. Que fuiste amiga de los otros 2 y que con el que te acostaste, desapareció después de "hacerlo" contigo. Pero aquí estoy yo, enseñándote como se disfruta. Ahora ven. La cargué estilo princesa y la metí en la regadera, la bañé, la fregué, la limpié y yo también en el proceso... Salimos y ella se recostó en la cama. Yo solo me coloqué los boxers y salí a calentar la comida que hace aproximadamente 2 horas o más nos había llegado.

Aproveché y pedí un postre. Le llevé la comida a la cama donde ella estaba recostada viendo algo en la tele. comimos viendo películas y cuando tocaron la puerta ella pretendía salir con la mini pijama de seda que cargaba... ¡Dame paciencia porque la necesito! pensé. Así no sales, dije ... Yo voy... salí, recibí el postre y lo llevé. Un pastel de chocolate, el favorito de Hannah. aún recuerdo cuando se lo pedía a su papá y su cara al comerlo era adorable.

Ahora verla comerlo no solo me parece adorable, me parece sexy y provocativo.

Hannah: Yo en serio no logro saber que es lo que quiere Bastian. Es el hombre más tierno y romántico del mundo. Romántico y escalofriante. ¿Cómo que sabe todo de mi? ¿será un psicópata? NO, es demasiado inteligente para eso. Y eso de que el idiota ese no me logró robar mi virginidad, pues es un alivio y debí imaginarlo. Debí imaginarlo porque no sentí ni un apice de lo que sentí con Bastian hoy. Es demasiado atento y caballero y un descarado. Anda paseándose por mi casa en solo boxer. Eso debería ser un delito federal. Estar tan bueno debería ser un crimen. Él es un crimen y me vuelvo a convertir en criminal por éste hombre. Seguro que si... -ay por favor Hannah Johnson pensé para mis adentros- despejé mi mente y mientras venía con la comida. De pronto tocan y cuando me iba a levantar me miró y me dijo: Así no sales... Yo voy... Y éste ¿que se ha creído? me quedo y cuando veo... ¡Pastel de chocolate! -chillé- ¡Que rico! mordía y el sabor del chocolate explotaba en mi boca. Unmmhhh que rico gemí cerrando los ojos.

Bastian: Verla disfrutar su pastel favorito es una obra de arte para mí. Pero cuando gimió y cerró los ojos de esa manera, lo único que me quedó fué decir: Tu eres el mejor postre. dicho ésto le quité todo, el plato, la bata y volví a hacerle el amor a mi mujer. En realidad 5 veces más, hasta que me di cuenta que estaba agotada y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente a las 10 de la mañana.....

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