Lui:
Miré cuando se subieron a la camioneta toda la familia completa. Negué con la cabeza, al menos solo faltaría poner fecha y darme por bien servido con la encantadora Valentina.
Lois: Mucho cuidado como haces las cosas con Valentina.
Lui: Hubiera sido más fácil dominar a Valeria, pero la satisfacción con Valentina nadie me la va a quitar.
Mi padre y yo estábamos teniendo problemas con los cargamentos de la frontera, de seguro que los otros clanes de la mafia estaban enterados que tenía que comprometerme con Valentina Sauri para poder tener acceso rápido. El acuerdo fue tal. Casarme con ella para poder obtener la entrada a ese gran territorio que estaba mas avanzando que todos, al mismo tiempo que proponerla para que los demás disfruten de ella.
Valerio era un hombre muy codicioso que por más que otros jefes de la mafia le advertía sobre los grandes clanes de mafiosos él hacía caso omiso. Ahora que Valentina tiene una precio inalcanzable todo mundo la quiere tener a su lado. Su padre no tiene la mínima idea de lo que se le avecina al tener a esta hermosa damita de mi lado.
Los mas deseosos por tener a Valentina sin duda era la Mafia Italiana que con sus mismo padre habían tenido muchos inconvenientes y ahora hacerla mi esposa la suerte de su padre cambiará sin rumbo alguno.
Entramos mi padre y yo al bar donde estaban las mujeres bailando sin ropa, los hombres las tocaban mientras ellas hacían su trabajo, le hice señal al mesero que en seguida se acercó dirigiéndose donde nosotros estábamos entrando. Era nuestro privado. Le indiqué al mesero que tenía que traer una botella para que podamos brindar.
Pasé soltando una patada a la chica que estaba en el piso con una fuerte sobredosis, me puse de cuclillas tomando de la mandíbula a la cual ella solo hacia movimientos circulares con los ojos volviendo a soltarla.
Lui: He dicho que a estas perras no deben proporcionarle nuestra mercancía.
Hombre: Lo sé, pero si no se les da, pueden hablar.
Lui: ¿Cómo va la investigación?
Hombre: Señor, los Italianos no dan tregua, solo piden nuestra rendición.
Solté tremenda carcajada sabiendo que jamás me rendiría ante ellos, al contrario ellos entre poco estarán a nuestros pies. Al fin y al cabo el primero en contraer matrimonio de los hijos de los jefes de la mafia es el que sube como jefe.
Lui: ¿Has dado con el miserable…?
Hombre 2: CUIDADO SEÑOR, NO MENCIONE EL NOMBRE… SABE QUE LAS PAREDES OYEN.
Lui: como sea. Trae a una de las que me gustan.
Uno de los hombres salió para ir a buscar a Marcela, una de las bailarinas que me volvía loco, creo que sería la mujer indicada para mi, aunque mi padre jamás lo permitiría, al menos que me sirva para pasarme un rato.
La puerta se abrió donde ella me miró de manera seductora. Se acercó arodillandose.
Hombre: Señor, la señorita Valentina ¿aceptó?
Lui: Si, me casaré con ella el fin de semana.
Marcela: ¿Te casas?
Le tomé su cabello empujando de nuevo hacia mi miembro para que siguiera haciendo lo que estaba haciendo, no quería dar explicaciones y mucho menos a ella que no le importaba en lo mas mínimo lo que hiciera.
Mi hombre solo miró a Marcela negando con la cabeza. Esa mirada de Vito me molestaba. Tomé la cabeza de Marcela empujando mas al fondo escuchando que se ahogaba con mi miembro dentro. La tomé del cabello levantando su cabeza.
Lui: A MI ESTUPIDA NADIE ME CUESTIONA ENTIENDES…
Le solté una cachetada donde fue a dar en el piso mientras que Vito me miraba con gran satisfacción.
Lui: Salte. Dejanos solos.
Marcela estaba empezando a levantarse como podía.
Lui: TÚ NO. VITO LARGATE…
Me importaba una mierda que le fuera a decir a mi padre de mis andanzas. Esperé a que saliera escuchando el cerrar de la puerta.
Lui: ¿Cuántas veces te tengo que decir que no me cuestiones frente a los hombres de mi padre?
Marcela: Lo siento señor.
Fraccioné la droga acercando mi nariz en la mesa, inhalando un poco, pasé mis dedos limpiando mi nariz. Me levanté mirando a Marcela que no se había movido.
Lui: Ponte de a cuatro.
Ella hizo rápidamente lo que pedí, necesitaba un buen momento para relajarme, imaginaba que era la misma valentina que me daba placer en este momento… Los gemidos de Marcela para mi eran de Valentina pronunciando mi nombre. Deseaba tanto a Valentina tenerla en mis manos para hacerle pagar todos sus desplantes de estúpida niña mal consentida.
Valentina:
Valeria apenas aparcamos se bajo apresurada hacia su habitación. Estaba de esa manera por que mi padre hizo todo lo posible para hacerla sentir humillada delante de los ojos de Lui. Negué con la cabeza. Estaba apunto de tomar la peor decisión de mi vida atraves de mi padre.
Vanessa: Niñas, les avisaré cuando todo este listo.
Miré a mi padre a la cual él entró a su despacho, sus hombres de la misma manera hicieron lo mismo, sabía que mi padre era jefe de la mafia y que cada vez se expandía, pero habíamos escuchado Valeria y yo que por la misma tierra donde nacimos tenía que ser el matrimonio con Lui. Tremendo hombre pedante, cada vez más lo odiaba como si fuera lo peor que podría pasarme.
Con mucho cuidado entré al otro cuarto que quedaba al lado del despacho de mi padre, había el paso de la calefacción que me haría saber un poco más de lo que hablaban, si bien sé un poco de lo que hacen es por que siempre entraba a este cuarto cuando se reunían.
Cerré con mucho cuidado ya que todo lo que se decía en esta o en el despacho de mi padre se lograba escuchar.
Valerio: ¿Con van con el pedido?
Hombre: el cargamento lo confiscaron.
Salté de un gran susto que me llevé cuando alguien golpeó la mesa sabiendo que era mi padre.
Valerio: ¿Cómo que lo confiscaron?
Hombre 2: Señor, estamos teniendo problemas con el paso de los Italianos ellos no nos dan tregua.
Valerio: Según Lui tendríamos el paso directo hacia Italia, por eso caso a Valentina con Lui para pasar sin ningún acceso.
Hombre 3: Señor, casará a Valentina con Lui.
Valerio: A TI QUE MAS TE DA. TE HE DICHO QUE NO SE TE OCURRA PONER TUS OJOS EN MI HIJA. TE PAGO PARA QUE LA CUIDES Y ESTES AL PENDIENTE DE ELLA. NO PARA QUE TE ENAMORES.
Hombre 3: No señor, no es eso. Pero siento que casarla con Lui es una mala decisión.
Valerio: No me dirás que hacer con mi hija. ¿ENTIENDES? DEBES CONVENCERLA QUE SE COMPORTE MEJOR CON ÉL.
Rodé los ojos, pero en que demonios estaba pensando mi padre, hacerme parte de su negocio, sé que él ejefe de la mafia de nuestro país pero por que me mete en algo que no tengo nada que ver.
Hombre 3: si señor, me encargo de eso.
Valerio: ¿En que lugar nos pone la boda de Valentina con Lui?
Hombre 1: Señor, el señor Lui esta involucrado con los Italianos, sin duda la mejor opción.
Me levanté del piso donde me encontraba, no quería escuchar ya nada, sin querer al levantarme topé con una de las mesas cayendo un adorno haciendo una gran ruido. Me llevé las manos a mi boca, escuchando que el despacho de mi padre había quedado en completo silencio, santos cielos, no podía salir de allí, miré una de las puertas entrando rápidamente, donde la puerta del cuarto donde me encontraba se había abierto, muy despacio pegué la puerta del lugar donde había entrado, ni siquiera me había dado oportunidad nunca de revisar esta área.
Hombre 1: ¿Quién anda aquí?
Escuchaba los pasos que se acercaban a la puerta donde me escondía, con rapidez empecé tocando poco a poco, no veía nada de este lugar, sentí un espacio agachándome para esconderme donde la puerta de aquí se abrió. Encendieron la luz a la cual me puse en una posición donde no pudieran verme. Miraba todos los lingotes de oro que había en el cuarto, los pasos de los hombres se acercaban, cerré mis ojos deseando no me encontrarán por nada del mundo.
Hombre: Aquí no hay nadie.
Hombre 1: Entonces el ruido que fue.
Apagaron de nuevo las luces pero me esperé a no escuchar mas pasos, no podía salir a un estaba seguro que no se habían ido. Mi respiración empezaba a escucharla mas agitada, me faltaba aire… Así que como pude volví a caminar tocando poco a poco para la puerta. La abrí mirando por un pequeño espacio a la cual no vi a nadie. Abrí un poco más observando que ya nadie estaba en el cuarto. Volví a entrar en el cuarto encendiendo la luz, la verdad estaba impresionada de todo lo que había en este cuarto que al parecer para mi padre era secreto, caminé un poco mas encontrándome una caja que decía “Malditos Ingleses”. Levanté una ceja sin entender, lo más seguro es que venía dirigido a mi padre. Levanté la tapa… solté tremendo grito llevándome la mano a mi pecho, dejando caer la tapa, mi cuerpo estaba temblando por completo… no podía ni moverme sintiendo que mis piernas me falseaban.
No se les olvide dar me gusta y seguirnos para mas capítulos
Valentina
Lui
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Comments
Graciela Saiz
retiro lo de Lui, no me agrada 🤭
2024-11-24
2
Anonymous Carmen diaz
Será el hombre que dijo luí si lo habían encontrado y tú lo hallaste Valentina es el jefe italiano
2024-08-24
2
Anonymous Carmen diaz
Maldito patan las drogad las prostituyen y encima las consideras inferiores a ti pero ellas te dan de comer
2024-08-24
2