Capitulo 5

Acomodé mi retrovisor donde rápido me percaté que el auto de los hombres de mi padre estaban empezando a seguirme, aceleré un poco más, creen que ellos me ganarían. Se les olvida con quien se están metiendo.

Mi padre se encargó mucho de hacer de mi y de Valeria personas que se pudieran defender así como utilizar mucho tipos de armas, escapar de personas de las mafias opuestas sin embargo aquí conocían todos a mi padre y eso me daba cierta desventaja. Venían siguiéndome pero levantaba por ratos mi mirada quizá no estaban muy cerca pero podía verlos, sonreí mirando a la policía. Empecé hacer sonar el claxon una y otra vez para captar la atención de los policías que enseguida encendieron sus torretas. Me aparqué a la cual el oficial hizo lo mismo. Miré que ellos también se detuvieron a una cierta distancia. El oficial se bajó de la patrulla, caminaba hacia donde me había aparcado. Bajé mi ventana. Esperé a que llegara.

Oficial: Señorita se da cuenta que venía a alta velocidad.

Valentina: Si, es que miré por el espejo, ese auto viene siguiéndome desde que salir de mi mansión. Soy Valentina Sauri.

Oficial: Ohh señorita ya entiendo. De acuerdo. Ahora pediré refuerzos.

Asentí con la cabeza sonriendo con una sonrisa coqueta para que por ningún motivo me llegara a levantar cargos y menos ahora que necesitaba tener el tiempo suficiente. El oficial empezó a llamar refuerzos por su radio.

Oficial: sus documentos por favor.

Me desabroché el cinturón de seguridad para poder llegar a la guantera y sacar mis documentos del auto. Se los entregué al oficial a la cual empezó a revisar. Mi móvil empezó a sonar. Miré al oficial, tomando el móvil, rodé los ojos sabiendo que esos tarados le habían avisado a mi padre.

Llamada:

- Papá… ¿Qué sucede?

- ¿Cómo que te hicieron aparcar?

- ¿De que me hablas?

- Acaban de avisarme que un oficial esta contigo.

- Si, me pidió un autógrafo.

El policía sonrió negando con la cabeza, al menos le agradecía que no me contradijera ya que mi padre debería tenerme monitoreada por todos lados.

- No estoy para bromas.

- Ni, yo papá, además ¿Cómo te enteraste? ¿Acaso tienes cámaras en mi camioneta o mandaste a que me siguieran?

- No hija, ¿como crees?

- De ti puedo esperar cualquier cosa. Así que nos vemos mas tarde.

Terminé la llamada a la cual entrecerré mis ojos mirando por el retrovisor a los babosos que estaban en el auto, pero mi coraje no duró mucho cuando miré a dos patrullas mas en llegar.

El oficial me entregó mis papeles sonriendo de nuevo.

Oficial: Vaya a una velocidad moderada. Aun no tienes tu licencia para conductor más que un permiso. Otro oficial en su lugar se la llevaría.

Valentina: Gracias, se lo agradezco oficial.

De nuevo aceleré ahora si, sin tener que preocuparme si alguien me seguía o no. Me fui al comercio mas grande aparcando la camioneta, dejé mi móvil dentro de la camioneta. Me bajé asegurándome que nadie me siguiera. Puse el seguro empezando a buscar a una persona que había citado a la cual sé que me ayudaría. Me sentía un poco nerviosa ya que nunca había hecho nada de esto.

Clara: ¿Valentina?

Me di la media vuelta llevando mi dedo índice hacia mis labios en señal de silencio, la tomé del brazo donde entramos a una tienda de vestidos. Tomé uno mas o menos que me gustara a la cual nos fuimos para el probador.

Clara: ¿Qué sucede niña?

Valentina: Necesito que me ayudes. Sé que eres experta en negociaciones y de hacer traslados y sobre todo de dar con personas. Te pagaré con esto.

Clara se sorprendió mirando el lingote de oro, ella lo empujó negando con la cabeza.

Clara: Estas loca. No, claro que no. Tiene el sello de los Italianos.

Me sorprendí al escucharla, en cierta forma no me puse a revisarlo pero tenía razón.

Valentina: ¿Eso que significa?

Clara: Que de seguro alguien te pago con ello para dedicarte a trabajar en la mafia.

Rodé los ojos asintiendo a lo que decía. Claro si mi padre tenía esos lingotes era por que algún pago debió ser por algún cargamento o mercancía.

Valentina: De acuerdo, de acuerdo. ¿Sabes donde lo podemos vender o cambiarlo?

Clara: si, pero no es lugar para ti.

Valentina: No me importa, solo necesito hacer muchos movimientos y tiene que ser hoy mismos.

Clara y yo salimos del probador a lo que le pedí a la chica que me cobrara el vestido. Desconecté el lector de la tarjeta para que no pudiera hacer el pago. La chica se miraba un poco desesperada y me sonreía a cada rato.

Valentina: ¿sucede algo?

Vendedora: No logra hacer el cargo su tarjeta.

Valentina: Bueno en ese caso, por favor habla a tu gerente.

La chica hizo lo que le dije llegando la gerente.

Gerente: ¿Diga?

Valentina: Me comenta la chica que no tiene sistema para cobrar en tarjeta.

Gerente: creo que anda fallando el sistema.

Valentina: Le puedo dejar entonces los datos de mi padre para que le haga el cargo, es que no traigo otro tipo de pago.

La gerente no parecía muy confiada pero tenía que hacerlo, de esta manera mi padre se aseguraría que estoy donde le había dicho. Le entregué sus datos a lo cual, ella lo tomó empezando hacer la llamada correspondiente. Tomé a Clara del brazo saliendo de la tienda, dejé el vestido aun lado para pero dentro de la tienda.

Gerente: Señorita… Señorita… Si bueno Señor Valerio Sauri… disculpe, es que su hija Valentina no pudo pagar un vestido pero salió sin su vestido….

Clara: ¿Valentina que es lo que sucede?

Valentina: Ahora te cuento. Tomemos un taxi que nos lleve al lugar donde necesito que nos cambien y lingote y una portátil que podamos desechar.

Clara: ¿Estas de broma? Las portátiles no se desechan.

Valentina: Esta tendrá que ser.

Levanté mi mano para detener a un taxi a la cual rápido se detuvo a uno. Entramos las dos.

Clara: Nos lleva a Glasgow

Taxista: ¿Estan seguras?

Clara- Valentina: Si.

El taxista como estaba dudoso, de hecho igual yo por que ni sabía que existía un lugar con ese nombre. Clara es la nieta de la que en su momento fue mi nana, claro estaba que con ella tuve una excelente amistad y podía decir que era la mas sincera que tenía. Mi padre siempre trataba mal a mi nana por ser de bajos recursos hasta que la podre decidió marcharse para ser empleada en otro lugar. Sin que mi padre lo supiera Clara y yo nos mantuvimos muy cercanas, cada que veo a mi nana le recuerdo lo maravilloso que es la vida llena a de amor, lo decía ya que ellas solo se tenían a la una y a la otra y eso era algo que admiraba, las dos se querían demasiado y eso me daba a pensar en lo maravilloso que es la vida cuando se es unido, lastima que no sea mi caso.

Pasamos como unos 1 hora viajando al lugar donde Clara me había dicho, entre que ya estábamos medio dormidas y todo lo demás, el taxista se aparcó.

Taxista: Hemos llegado.

Clara sacó su monedero a la cual me negué, saqué un poco de lo que tenía esperando que con lo que le di fuera suficiente. Salimos del taxi cuando el hombre nos habló para que nos entregara el cambio.

Valentina: Que se lo quede.

Miré a mi alrededor todo estaba un poco fuera de lo normal, clara reía por que en verdad me asustaba este lugar.

Clara: Te dije que no era para ti.

Me tomé de la mano caminando como si no tuviéramos rumbo algo, habían mujeres en las esquinas con unos vestidos demasiado cortos masticando como si nos fueran a comer, los hombres fuman mientras nos seguían con la mirada.

Clara: Valentina,…

Valentina: AAAAAAAHHHHHHH……

Me llevé la mano al pecho saltando como si fuera un conejo al sentir como me habían espantado.

Valentina: Gato, de mierda….

Clara: solo es un gatito.

Valentina: Ese gatito por poco me deja sin latir el corazón.

Clara me tomó de la mano para que la siguiera, todo esto era nuevo para mi, en vi vida hubiera imaginado que esto sería un lugar donde Clara se relacionara. Nos detuvimos topando con unos hombres que nos miraban de arriba abajo.

Hombre: ¿Qué se les ofrece?

Clara: Busco a Naim.

Hombre: ¿Departe de quien?

Clara: Clara y Valentina.

Hombre: claro, con esa información ya sé quienes son.

Valentina: Soy Valentina Sauri, me urge hablar con el tal Naim.

Hombre: ¿Eres una Sauri? Tu papito sabe que esta perdida su hija…

El hombre intento tomarme por el cuello a lo que rápido le tome la mano jalando con fuerza para que sea quien tuviera el mando, pasé mi brazo por su cuello empezando apretar. El hombre estaba golpeando mi brazo para que lo liberara.

Hombre: Tran… tran.. tran…

Me golpeaba con más fuerza.

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Valentina

Clara

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