Mi Espíritu Celestial
Me llamo Liam Takahashi y soy un estudiante universitario de 23 años, a decir verdad jamás pensé que estaría escribiendo esto, pero creo que mi historia es digna de ser contada.
No soy amable, ni un galán, tengo fobia social y odio a la gente; me cuesta mucho ir a clases y relacionarme con otros, así que por lo general, ando solo o escasamente acompañado. Estudio en la Universidad de Tokio y soy mitad japonés y mitad estadounidense, mi madre quien ya falleció producto de una terrible enfermedad al estómago, me dejó junto a mi padre en este país a la edad de 6 años. Mi padre casi no pasa en casa, trabaja muchísimo y es una persona esforzada que lucha por sacarnos adelante, yo suelo competir en algunos torneos de LOL, es un juego tipo capture the flag, es conocido en todo el mundo y tuve la oportunidad de aliarme a un buen team... como es a niveles competitivos tengo que jugar mucho, por lo cual mi vida se resume en LOL y universidad; esto me ha dado de comer y me ha permitido ayudar a mi padre.
Ahora, volviendo al meollo de lo que quiero contar, es una historia de amor, muy extraña, no sé como empezar... Jamás pensé que algo como esto podría suceder... Mucho menos a mí, yo no soy siquiera de hablar con chicas...
En fin, seguiré mi historia...
Era un jueves por la tarde, hacía mucho frio, venía de regreso de un torneo, estaba algo cansado y me dolía mucho la cabeza, mis lentes se habían roto de una de las patas y le había hecho un pequeño arreglo con cinta, pero esta se me movía y se caía cada cierto tiempo, esta vez al suelo...me agachaba a recogerlos y sentí un tibio aire que pasó por mi lado pero no vi a nadie, debo agregar que además estaba resfriado por lo cual había estado algo afónico durante el torneo y definitivamente, en aquel momento mi voz se había apagado al internar hablar con mi padre.
-¿Volverás para la cena?- me había dicho al teléfono, mientras me esforzaba porque me oyera.
- Recién tomaré el tren a casa- dije casi gritando, pero mi voz sonó casi apenas.
-Por Dios Liam, se te fue la voz, te guardaré algo en la nevera-
Mientras colgaba el teléfono y me agachaba a recoger los lentes y sentir aquella corriente tibia pasar por mi lado, emprendí la marcha, me fijé que frente a mí un extraño animal se había quedado mirándome.
Cruzamos miradas pero no dije nada, seguí avanzando hacia la entrada de la estación y el animal avanzó hasta mí, abrió sus negras alas y se quiso acercar, pero le esquivé pensando que me quería agredir. Era un enorme cuervo, era grande y majestuoso, yo corrí para evitarlo y entré a la estación de trenes.
Mientras esperaba, vi como pequeños copos de nieve caían sobre el cielo, me dio frío, mucho y nuevamente sentí cerca de mí aquel aire cálido, a mi lado había una mujer vieja que se arropaba con su chaqueta y más a lo lejos un hombre con maletín que charlaba por celular. No había nadie más.
Volví a ver al cielo y entre los copos de nieve que caían y el reflejo de la luz de la estación volví a ver al cuervo que estaba mirándome arriba del galpón metálico, no sé por qué, pero pensé que quería agredirme, era intenso y me molestaba su presencia.
El tren llegó y me subí rápido como si me estuvieran persiguiendo, busqué un asiento vacío y me senté, al fondo, lejos de toda la chusma, vi como el tren al cabo de unos minutos retomaba su marcha y aquel cuervo que me miraba yacía firme y glorioso observándome mientras me perdía de su vista.
-¿Me estaba mirando a mí?- me preguntaba algo nervioso, mientras intentaba seguirle por la ventana, me asusté al ver que aquella gran ave había echado a volar al parecer tras de mí. Me asusté y pensé que era un ave entrenada, tal vez quería atacarme, pero luego me empecé a relajar con la calefacción del andén y los copos de nieve cayendo me hicieron olvidar aquel pájaro.
No sé en qué momento me dormí, pero a mi lado había una pequeña muchacha, era blanca como la nieve y vestía de negro, curiosamente yo también, miré a mi alrededor y éramos los únicos "oscuros" del tren, no quise detenerme a mirarle para que no pensara en mí como un hentai, así que miré por mi ventana haciendo como que no existiera, pero ella irradiaba una calidez muy especial que me intrigaba.
El tiempo se me hacía eterno junto al viaje, me faltaban 3 horas para llegar a casa y mi vejiga estaba molestandome desde hace un rato, volví a dormir pero sumido por la imperiosa necesidad de ir al baño no tuve más opción que levantarme. Me fijé que aquella chica estaba durmiendo, abrí la boca para pedirle permiso pero no salió la voz...¡Que mal momento!, ella tenía una maleta en sus piernas y no me dejaba pasar, volví a abrir la boca para pedirle permiso pero un hilo de voz salió tan imperceptible que ella ni se inmutó. No podía aguantar más y decidí pasar por sobre ella, lo hice con cuidado, no quería despertarla, ella llevaba una almohada inflable en el cuello y su cabello negro y largo brillaban y expelían un dulce aroma; fui pasando lentamente, primero un brazo, lo apoyé en el asiento y así una pierna, iba a pasar la otra pero ella abrió los ojos y me asusté, me quedé estúpidamente sobre ella, acorralándola como si fuera un asqueroso pervertido.
-eh..eh...yo...- dije apenas con el hilo de voz que salía y la cara hirviendo de vergüenza.
-¿Disculpa?, ¿Quieres pasar?- me dijo con una voz dulce y alegre.
Asentí sin mirarla y ella quiso pararse, pero luego dijo -Pues mejor termina de pasar, disculpa por bloquear el paso-
Pasé con rapidez y fui directo al baño, soy por lo general muy serio e inexpresivo pero esta vez, me dio tanta vergüenza aquella situación que tuve que mojarme la cara.
El volver hasta ese asiento me avergonzaba, y no poder hablar me molestaba mucho más. Pasé a la cafetería por un té, hacía un frío terrible y ya quería estar pronto en mi cuarto, acostado y calentito.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 25 Episodes
Comments
Pelao
de momento me ha gustado, la seguiré y cuenta con mis likes
2023-06-12
1
Alejandra
llamó mi atención, voy a seguir leyendo.
pd: me gusta que cuente el mismo su historia
2023-03-12
6