Capítulo 5

Al día siguiente todo iba de maravilla, Geraldine tuvo que ocupar el puesto de Daniela como tenía previsto, en la mañana le llevó un café negro al jefe y al medio día la volvió a llamar, le pidió un Masala chai como el día anterior, pero no quería dejar mucho tiempo su puesto así que le sugirió leche de coco con cubitos de ese té, el día anterior había congelado unos así que tenía esa posibilidad y sería más rápido, ella pensaba que se molestaría por contradecirlo pero no lo hizo, acepto su sugerencia y en poco tiempo se lo llevo, al regresar le dijo que no aceptaría llamadas o visitas en lo que restaba del día y sin más volvió a trabajar. La chica estaba tranquila, no había tenido muchas llamadas y estaba por terminar una de las carpetas cuando una mujer se presentó, estaba dirigiéndose directamente a la oficina pero Geraldine la detuvo.

—Disculpe señorita ¿en qué le puedo ayudar?

—¿Eres nueva? -ella solo le sonrió en respuesta- voy a pasar con Kaleth, no necesitas informarle -estaba por avanzar pero de todas formas la detuvo poniéndose en su camino.

—Lo lamento pero tengo que informarle, antes no puedo dejarla pasar.

—¿Acaso no sabes quién soy? -ella la ignoro y tomo el teléfono para marcarle- ¡te he dicho que no le llames! -cuando un “hola” se escuchó del otro lado un estruendo le impidió hablar- eso te pasa por no obedecer.

La mujer le había abofeteado y cortado la mejilla con el anillo que traía puesto, el teléfono en su mano había caído unos cuantos centímetros alejado de Geraldine pero ¡es solo un teléfono! En cambio ella estaba sangrando, finos hilos de sangre corrían por su mejilla, la chica la palpó y al ver esto sin bajar la mirada pero aún aturdida observo a la mujer.

—Como le he dicho, no tengo permitido dejar pasar a nadie sin avisar -cogió un pañuelo y limpio la sangre- así que si me permite…

—¡Maldita perra!, ¿no puedes solo obedecer?

Estaba por darle otra bofetada pero esta fue detenida, Geraldine observó a quien la había detenido y para su sorpresa había sido el supuesto jefe.

—¿Qué haces aquí Beatriz?

—Vine a visitarte cariño -dijo con un cambio de voz- pero esta, no me dejaba entrar.

—Yo le dije que no dejara a nadie pasar pero ¿por eso tienes derecho a golpearla?

—¡Pero Kaleth!

—Nada de peros, yo te dije que no quería volver a verte ¿Qué parte no entendiste? Ahora vete si no quieres que llame a seguridad.

Ella estaba por quejarse pero Kaleth se lo impidió, sin perder tiempo la sacó del lugar, Geraldine solo observaba, ya suficiente había tenido con eso como para volver a intervenir, sin esperar más se dirigió al baño por algunos pañuelos, dentro de este limpio la herida, de camino había cogido de la caja de primeros auxilios agua oxigenada y algodón. Después de limpiar y desinfectar la herida y observar que no brotaba más sangre tiró lo que utilizó y salió del lugar, posiblemente o en realidad lo más probable era que dejara una cicatriz y si era ingeniosa podría disimular la con maquillaje pero debía esperar para ver que pasaba y dejar que cicatrizara en si, ya que no podría poner maquillaje en la herida fresca, después de todo esperaba que al no ser algo tan grabe la cicatriz se borre rápido.

Lo que quedaba del día paso tranquilamente, el jefe no volvió, cuando fue hora de irse dejó los documentos que no alcanzó a terminar a un lado junto a una nota para Daniela, salió del lugar con sus cosas apresurada debido a que Natalie ya le había mandado un mensaje,  anduvo aún así tranquilamente hasta la puerta principal, su amiga ya la esperaba impaciente a un lado de esta.

—¿Qué te hizo tardar tanto? -pregunto aún sin mirarla, estaba apoyada en la pared mirando hacia la calle.

—Quería terminar lo más posible…

—Sabes que… -se interrumpió al ver su mejilla- ¿pero qué te ha pasado?

—Nada importante…

—¿Nada importante? Geraldine ¿me crees tonta? Ese corte no se hizo solo, tienes la mejilla muy hinchada ¿te has puesto hielo?

—No encontré, así que no…

—Vamos rápido al hotel a ponerte hielo ¡eso te dejara cicatriz!

—No exageres, aún si deja ¿no sería mejor? Así podría tener una oportunidad de librarme de la familia Mora… ellos no me querían desfigurada…

—Mejor vallamos al hotel, en la noche tenemos una cena ¿no?

—Así es ¡por fin terminamos! ¿Ya nos depositaron?

—Si, ya lo revisé desde mi móvil.

—Que bien, así podrás salir de compras y quizás conocer a algún chico antes de irnos.

—No me hables de eso por ahora, hoy uno de los empleados me pidió que me quedara con él ¿puedes creerlo?

—¿Y?, ¿cómo era? -la miro de reojo con una sonrisa.

—¡Era un viejo de pasado los 50 años! La chica a la que ayude me dijo que él era así con todas, ya tenía muchas quejas pero como faltaba poco tiempo para que se jubilara…

—Oh… ¿tienes pegué con los viejitos? Amiga debes hacerte una limpia.

—¡Lo sé! Si no son casados, borrachos, fumadores con problemas, divorciados con un montón de hijos de diversos matrimonios, psicópatas o tóxicos, ahora le sumamos los viejitos ¡es una locura! ¿acaso ninguno un poco normal puede fijarse en mi?

—No puedo ayudarte…

—Como te envidio, muchos chicos guapos se te confesaron este año… ¡y los rechazas te a todos!

—Bueno, el que no era un completo idiota que quería volverme de su propiedad, era el que buscaba la familia detrás de mi o una apuesta ¿crees que alguno valía la pena?

—¿Y Octavio? Parecía un buen tipo

—¿Ese? Lo había escuchado días antes conversar con un amigo, al parecer quería acercarse a Stella -agrego en un susurro- ¿cómo está niña no puede ser como su hermana Melissa?

—¿La hija menor?, ¿cómo la conoció?

—¿Cómo la conocen todos? Por supuesto por las fiestas o bares a los que asiste, en uno de esos la conoció y cuando la rechazó pensó en acercarse a mi para poder seguir cortejando la ¿ingenioso?

—Es un mal…

—Pero bueno -la corto- ¿mañana a donde vamos?

—Geraldine… -esta le sonrió, la chica solo suspiro- quiero estar todo el día fuera, ir al parque, al centro comercial ahora si de compras, también a comer algo delicioso sin duda, ir a donde podamos y si alcanzamos ir al cine ¿qué opinas?

—No se si alcancemos a hacer todo eso pero me agrada tu plan.

Hablaron a detalle de lo que sería más divertido y que película o a donde ir a comer, y cuando menos se dieron cuenta habían llegado al hotel, subieron y cogieron en un trozo de tela algunos hielos y lo colocaron en la mejilla de Geraldine, así estuvo por un rato hasta que fue hora de ir a donde les había indicado Daniela, se arreglaron como pudieron y se marcharon hacia el lugar. Una vez todas juntas fueron a tomar asiento, habían decidido ir a un restaurante italiano, Daniela había sido la que les recomendó el lugar ¿por qué no probarlo? Decía que iba ahí cada que tenía tiempo así que malo no debía ser.

—Ahora si -dijo Daniela poniéndose sería una vez que pidieron su comida- ¿qué te pasó en el rostro? No te pregunte antes porque estábamos en la calle y había mucha gente, pero me tienes que decir ahora.

—¿Verdad? -hablo ahora Natalie- a mi solo me dice que no es nada importante.

—Geraldine sabes que si no me lo dices, el lunes puedo ir con Xavier a que me muestre las grabaciones de las cámaras de seguridad ¿verdad?

—¿Eres capaz? -pregunto Geraldine con los ojos muy abiertos, ella asintió, eso podría meterla en un problema- bien, una mujer fue a ver al jefe pero este ya me había informado que nadie tenía permitido pasar, tampoco llamadas… cuando le dijo eso a la joven se molestó y me abofeteó, un anillo que traía puesto fue el que me cortó, más no me fijé si estaba roto o le dio la vuelta a propósito para hacerme daño…

—¿Pero estas bien? -pregunto Daniela preocupada- ¿fuiste a que la limpiarán?

—Yo lo hice, tengo experiencia…

Hablaron un buen rato, comieron, bebieron y se divirtieron, a las 8:30 se marcharon en taxi, no podían andar por ahí ellas solas. Una noche tranquila sin sentirse presionadas por el día siguiente ¿podría haber algo mejor? Quizás si pero no importa, no en ese instante donde caían indefensas en los brazos de Morfeo.

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Comments

Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

pero el jefe xq no hizo nada 😡

2023-10-09

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