Alejandro…
Salí del despacho inmediatamente papá me propuso esa tontería, como piensa que me voy a casar con una mujer que ni siquiera conozco, una mujer que ni siquiera sabia de su existencia.
La enfermedad está afectando mucho a mi padre, todo esto es una completa locura, iba en mi coche sin rumbo, saben aunque todo parezca loco, es lo último y lo único que me está pidiendo mi padre que quizás este muy poco tiempo con nosotros.
Mi teléfono no para de sonar, debe ser Constanza que me está esperando en su casa, pero la verdad no tengo ganas de verla en este momento, para que no aparezca en mi apartamento, voy a visitar a mi nana, hace mucho no la veo, ella es mi lugar seguro.
Conduje hasta casa de mi nana, quien vive a dos horas de la ciudad en un pueblo muy bonito y tranquilo, me gustaría que nana regresara a la mansión, pero su hija enferma y está cuidando a sus nietos.
Toco la puerta en casa de mi nana…
—Buenas noches— dice la misma joven que estaba esta tarde en casa con papá.
—Buenas noches, estoy buscando a Leonor— le digo mirándola sorprendido.
—Pase joven Alejandro, mi abuela está en la cocina preparando la cena— me responde la chica tímidamente.
Yo entro a la casa de mi nana, de inmediato el aroma de sus deliciosos platillos me llevan a la cocina donde Leonor me recibe con un fuerte abrazo.
—Mi niño, hace tanto no te veía, te pasa algo— me dice dándome un abrazo.
—Nana, discúlpame por no haber venido antes, he estado un poco ocupado, si nana muchas cosas, con papá, me imagino que ya sabes— le respondo
—Si mi niño, tu padre me llamo a darme la noticia, pero no te preocupes que todo va a salir bien— me responde mi nana— Ven, vamos a comer, prepare una cena deliciosa— dice mi nana cariñosamente.
En la mesa ya nos esperaban los nietos de mi nana, la joven que estaba en casa, un niño y una pequeña niña.
—Alejandro, te presento a mis nietos, Violeta, que trabaja con tu padre hace más de un año, Jerónimo que tiene diez años y la pequeña Valentina que tiene tres años.
—Es un placer conocerlos— les digo tomando asiento.
Mi nana me contó por todo lo que habían pasado en el último año, la muerte de su hija, de la que no estaba enterado, y de como papá les ha ayudado a salir adelante en estos meses, me desconcentraba un poco los hermosos ojos de Violeta, quien se mantuvo callada la mayoría del tiempo.
Quise regresar esa misma noche a casa, pero mi nana no lo permitió, me organizo una habitación y allí me quede dormido de inmediato.
Al día siguiente una visita muy pequeña me despertó.
—Hola pequeña, te llamas Valentina, verdad?— le pregunto al verla al lado de mi cama.
—Si soy Valentina, y tú como te llamas— me pregunta la niña.
—Yo soy Alejandro, tu abuela me cuidaba cuando era niño— le respondo con una sonrisa.
—Valentina, hermanita, ¿Dónde estás?— dice Violeta caminando por toda la casa.
—Disculpe joven, ven amor, vamos a cambiarte, ya me tengo que ir a trabajar— le dice a la niña tomándola entre sus brazos.
—no te preocupes, fue una agradable visita, si quieres te llevo a tu trabajo— le respondo.
—No se preocupe joven, no quiero molestar— me responde saliendo de la habitación.
Tome un baño rápido y baje a la cocina, allí ya nos esperaba mi nana con un delicioso desayuno.
Después de mucho insistirle a Violeta para llevarla a su trabajo, acepto, me despedí de mi nana, sin antes decirle que regresara a casa con sus nietos, que toda la familia los recibiría con mucho amor.
Mi nana me prometió que lo pensaría, minutos después salí junto a Violeta hacia la ciudad.
—Por qué casi no hablas Violeta, o te incomoda mi presencia— le pregunto después de un rato de largo silencio.
—no es eso joven, solo que no sé qué decir— me responde con timidez.
—Hace cuanto tiempo trabajas con papá, porque nunca ta había visto— le digo.
—No lo sé, señor, llevo un año siendo la enfermera de su padre, el habla de usted, pero lo visita poco— me responde.
—Eso es verdad, muy poco, pero eso va a cambiar, nos veremos más seguido, volveré a casa— le digo con una sonrisa.
Ella me mira y se ruboriza, se ve tan hermosa, su cabello negro y ondulado y esos ojos oscuros como la noche brillan como nunca pensé que pudieran unos ojos brillar.
—¿Qué pasa Violeta, no te gusto la noticia?-le pregunto.
—Me alegra por su padre joven, él lo necesita mucho en este momento— me responde con una hermosa sonrisa.
El resto del camino a casa fue muy silencioso, pero no era un silencio incómodo, por el contario junto a ella sentía una paz que no había experimentado antes en mi vida.
—Bueno, Violeta, hemos llegado a casa, dile a tu abuela que piense mi propuesta, y avísale a papá que hoy mismo, me mudo de nuevo a la casa, que organice mi habitación— le digo parqueando en frente de la portería de la mansión.
—Está bien joven, yo le digo a su padre— me responde saliendo rápidamente del auto.
Al verla salgo de inmediato y le digo.
—Oye Violeta-
—Dígame, señor— responde volteando a verme.
—No me digas, señor, está bien, ni joven, soy Alejandro, no puedes hablarle tan formalmente a quien va a ser tu futuro esposo— le digo subiéndome al auto y saliendo de inmediato de allí.
La decisión estaba tomada, iba a hacer lo necesario para hacer feliz a mi padre el tiempo que le queda de vida, me voy a casar con Violeta, todo lo hago por él, haría cualquier cosa por ver a mi padre feliz y tranquilo.
¿Estás seguro de que lo haces por tu padre Alejandro?
Muchas gracias por leer, estaré actualizando lo más rápido que me sea posible.
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Updated 14 Episodes
Comments
Yumipeva
Eso mismo me pregunto yo🤔 pero viendo tus reacciones, dudo que sea solo por tu padre🤭
2023-04-08
2
Sami
ummm no creo 🤔
apenas vio a violeta esa mirada lo cautivo😍
2023-02-24
1
Nancy Rios
me encanta tu novela 🌹
2023-02-22
1