Siglos después de aquello:
Irlanda
Micaela.
-Micaela, ¿Dónde te has metido hija?, esta niña escuché a mi madre decir la vi desde el árbol escondiéndome de ella.
Me encanta ver el cielo desde aquí, las aves son tan hermosas algún día me gustaría poder volar como ellas.
-¡Mica!, tu padre no tarda en llegar -ahí estaba de nuevo el grito de mi madre
-¡Voy mama! -doy un salto cayendo de rodillas. -Pudiste lastimarte amor, no debes subirte a los árboles.
-Quiero ser un ave, poder volar mama.
-Cariño sabes lo que tu padre y yo somos.
-Si lo sé y también de que no debemos decirlo.
-Eso nos mantendrá alejado de cazadores y gente mala cariño.
Ayudo a recoger las manzanas del pasto, con cuido las pongo en la canasta, mi madre me sonríe, pero tiene razón hay gente mala, hacernos pasar como humanos nos ayuda mucho, los rumores de vampiros, brujas y lobos hacen que la gente esté alerta.
-Mama, podrías hacer un pay de manzana hay muchas en la canasta.
-Pensé hacer un pastel de carne.
-Por favor, por favor. -suplico con mis manos juntas.
-Micaela Yukonsky no me hagas esa cara.
Suplico jalándola del mandil, ella suspira diciéndome que está bien, no quita que me ordene que me levante y me dé un baño, la lleno de besos saliendo de ahí.
Escucho voces dentro de la casa, mi padre hizo un pequeño lavado que esta atrás de la casa, tomo la perilla que moja con mi cabello rubio cayendo gotas al suelo de madera, observando que mi padre no vino solo, sino con alguien más.
Noto al hombre de mirada fría, me da miedo más esa forma de mirar, él no es como nosotros, tampoco es humano. Mi padre sigue hablando con él, mi madre me da un pellizco que suba rápido a cambiarme. Termino de alistarme dando un suspiro parándome enfrente del nuevo invitado.
-Cariño déjame presentarte a Damián, nos ayudara con la cosecha.
-Mucho gusto- comenta haciendo una reverencia que me causa risa.
Mi madre se le salen los ojos, pero no puedo evitar reírme por esa forma tan anticuada. Más cuando vivimos en el campo esas costumbres solo quedan en los pueblos con más acaudalados.
-Disculpa la actitud de mi hija, aun es joven para comprender el saludo cortes.
-Descuide señor Hanson
-Pasemos a la mesa, la comida está servida, prepare pastel de carne y un poco de guisantes y pay de manzana -dijo mi madre mirándome.
-Me parece delicioso.
No pude evitar verlo, pero era una tonta cuando su mirada se cruzó con la mía sonrojándome por completo su acto me acaloro con aquel guiño discreto.
Convirtiéndose en alguien especial.
-Vamos hija solo es la pala y arrastra no es tan complicado.
-Padre tan fácil decirlo, es solo que no se meda sembrar.
-Esta niña.
-Ya no lo soy padre desde hace mucho -contesto indignada
Veo a Damián cargando el costal de papa, me sonríe indicándome que los siga veo a mi padre depositando con delicadez cada semilla, en espera que la próxima temporada podamos tener cultivo.
Invente un pretexto en escabullirme, a decir verdad siempre tenía un don esa forma de que mi presencia no fuera notada cuando de tratar de huir. Llegue hasta el cuarto de cultivo observando al hombre de ojos azules, el siempre se ha mostrado muy respetoso y conmigo tanto que se ha convertido como mi hermano mayor.
Son siete años desde que llego, aun recuerdo la desconfianza que tenía hacia él, y que mis padres no notaban el aura oscura que desprendía, pero solo yo me daba cuenta que Damián era algo más que un simple humano, un ser que los cuales debía causarles miedo.
-Mi padre te mando con Krasmelia, tuvo buena cosecha. -comento subiéndome a la mesa. -Sí, creo que para todos no les está hiendo bien este año.
-Si, al menos nosotros podemos sobrevivir el invierno.
-Tu padre debería tener cuido con los Fuilers más cuando su hijo...
-¿Su hijo qué? -pregunte curiosa
-Olvídalo, pásame el cuchillo.
-Acaso no puedes romper el lazo, mis padres no te verán recuerda que guardo tu secreto.
-Si lo hago pueden correrse por todas partes.
-Usa esa magia que tienes, si... Si ándale.
-Nunca debí mostrarte, ahora no poder quitarte de encima chiquilla enfadosa.
-Recuerda que hiciste un juramento inquebrantable, cuidaras a esta pequeña princesa si a unos de mis lindos padres les pasara algo, sabes que te quieren como un hijo y yo te quiero como mi hermano.
Lo veo suspirar como si le pesara la promesa, deja las patatas en el costal grane para este invierno, lo veo como la luz de la ventana ilumina su cuerpo, observándolo con más detalle, su cabello negro, su altura, pero tiene algo en sus ojos que no puedes dejarlo de ver. Mi mano viaja a mi estómago.
«Que es esto>>
Es una sensación que nunca había sentido, tanto que mis mejillas se ponen rojas, el aún sigue de espaldas y entre más lo veo me pongo nerviosa.
-Listo, con eso bastara -sacude sus manos, y el melino crece en mi estómago.
No digo nada me quedo calda, como el viene hacia a mí, el corazón late con fuerza, ¿Qué me pasa? Porque ahora lo veo distinto, muevo mi cabeza con rapidez tanto que me mareo el siente mi rostro mirándolo tan cercas.
-Puedes lastimarse no hagas eso. -me reprende sentando se aun lado de mí.
Mi corazón solo dice «Pum, Pum, Pum» mis manos sudan. No solo eso su esencia la noto tan diferente que entra por mis fosas, no pudo evitar mover mi nariz y el me descubre que lo olfateo.
-Mica, puedo notar que me estas oliendo ¿Pasa algo?
-No, te puedo preguntar algo.
-Claro, siempre no sea esas preguntas que no tiene apuesta con gusto respondo.
-Mentiroso sé que para todo puedes responder,
-dime ¿A qué huelo para ti?
El solo tacto de su piel me siento nerviosa, su nariz rozo mi cabello rubio, del cual tomo llevándoselo a la nariz, note un destello en ellos, tanto que nuestras miradas se quedaron así, deteniendo el tiempo como si el que los cerrara perdiera, no parpadee me quede quieta con la respiración agitada, mi boca se abrió y el bajo la mirada directamente a mis labios.
Debía hacer algo, se acercó tanto que pude jurar que tendría mi primer beso, pero no fue así, la desilusión llegó como el acomodaba un mechón detrás de mí oreja.
-Debemos irnos -me indica.
-Damián, nunca te he preguntado y sé que tampoco has dicho nada de cómo has llegado hasta aquí. Pero siempre me he preguntado
-¿Quiénes son tus padres?
-Y ahora te salió la curiosidad -su voz se escucha incomoda.
-Perdón no debí.
-Descuida pequeña, no es importante, mi madre me dejo creyendo que morí y mi padre quien sabe si sabe o no de mi existencia.
-Damián...
-Es mejor preparar tu cumpleaños, ¿Qué deseas? Mica.
-¿Qué deseo? -me pregunte.
Realmente lo tenía todo, nunca desee nada que no podía tener, mis padres me inculcaron luchar por lo que deseo y no envidiara a nadie. Además seria mi trasformación.
Que tonta e ingenua pensar que sería un cumpleaños hermoso sería algo que jamás olvidaría para toda la vida.
-Piénsalo tal vez pueda cumplírtelo - me dijo sin darme cuenta que ya no estaba a mi lado.
Y el solo hecho de saber que él se ira algún día me hizo sentir extraña, una necesidad que él se quedara para siempre en mi vida. Me puse de píe rápido y no pude contener abrazarlo con todas mis fuerzas.
-Mica.
-Nunca me dejes Damián promételo.
-Lo prometo pequeña. - me prometió besando mi cabello rubio.
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Comments
Estrella Guadalupe Martinez Vera
oooh está vivo y como le hizo para sobrevivir???? Huy esto es muy complicado 🤔
2024-08-21
0
Marylu Garza
Sí es el niño que pensaron que nació muerto!
2023-09-23
1
Marylu Garza
Damian?
2023-09-23
0