—No puedo creer que estoy arreglándome para un desconocido, solo saldré disfrutaré la noche y lo rechazaré con moderación.
Penny se miraba al espejo, pero no veía nada, se sentía como una muñeca hueca que solo sonreía por inercia y no por qué fuera feliz, sin esperar bajo hacia la cocina, tanto trabajo en ella le había dado hambre.
—¡Padre!, ¿qué haces aquí solo?.
— Solo pensando un poco, tu madre se durmió temprano y por lo visto tardaste mucho para arreglarte.
— Así es, por eso a veces no quisiera ser mujer. Ja, ja, ja.
—¿Tienes hambre?.
— Un poco, baje a prepararme un sándwich, mientras espero a que llegue Santiago.
— Ok...
— ¿Qué ocurre, papá?. Te ves muy distante.
— Estoy preocupado por todo. No, olvídalo, prepárate la merienda, voy a regresar al despacho. Te quiero mi niña.(Le dio un beso en la frente).
Su padre estaba extraño desde el incidente con su prima Martina, ella tenía ganas de seguir preguntando, pero sabía que él no diría nada. Su padre era un hombre muy reservado hasta el punto que prefería hablar de otras cosas que de él mismo. Penny, comió despacio, aún faltaba una hora para que el caballero apareciera, llegó un momento en que perdió el gusto y dejo el sándwich a medio comer, fue a ponerse sus zapatos y a lavarse los dientes. Cuando estaba por terminar recibió un mensaje de un número desconocido. "Hola, soy Santiago. Ya estoy en tu puerta". Al leerlo tomo aire para relajar su cara y poner una gran sonrisa, despacio bajo las escaleras, memorizado las palabras que diría después de la cena.
Abrió la puerta y se sorprendió al ver un hombre más alto que ella con una cabellera larga con ropa informal, este era el yerno perfecto según su madre, sin pensarlo volvió a cerrar la puerta, se sentía algo estafada o su madre no conocía en persona a tal hombre. Volvió a abrir la puerta y se asustó cuando lo vio masajeándose la frente sin querer lo había golpeado con la puerta.
—¡Ay, DIOS!, Lo siento tanto. Déjame verte. Penny, agarro el rostro del caballero para revisar que no estuviera herido. Ella lo miraba por toda la cara, pero él solo sonreía.
— Tranquila, no me hiciste daño. Tengo un cráneo fuerte. ¿Podemos continuar con la cita?.
— ¿Estás seguro? Podemos dejarlo para después y llevarte al hospital.
— Por favor, insisto. Aprovechemos que la noche es joven.
— Ok.
El hombre le agarró su mano como si se conocieran desde hace mucho, eso le puso la piel de gallina a Penny.
— Aquí, está nuestro transporte.
— ¡Una moto!. Llevo vestido, llama un taxi, no me montaré en eso.
— Penélope, vamos será divertido. No todos los días tienes una cita.
— Ahora que lo pienso, ¿Cómo pudiste engañar a mi madre?. Ella es muy quisquillosa en cuanto a la imagen.
Santiago sonreía tímidamente y se amarraba el cabello largo.
— Si te subes a la moto te diré todo. Es un trato.
— No suelo hacer esto, ya que más da, pásame el casco y vámonos de aquí. Santiago aceleró con gran agilidad haciendo que Penny se sobresaltara, era la primera vez que montaba una moto, ella lo sentía como algo divertido excepto por el hecho que se arruinaría su cabello, tantas horas ocupándose de él. El trayecto se sintió muy corto, pues el conductor iba casi volando y eso hizo que ella cerrara sus ojos y de forma inconsciente pellizcara el abdomen de Santiago. Al llegar ella siguió apretándolo con gran fuerza y no había abierto sus ojos.
— Oye, ya llegamos, puedes soltarme.
—¡Gracias a Dios! Sentía que iba a morir, nunca más me montaré en un aparato de estos.
— Qué exagerada, vamos antes de que se forme una gran fila. Penny miraba a todos lados, la cita era un parque lleno de árboles y juegos para niños.
— Creo que estoy como en mosca en leche.
— No lo creo, te ves muy bella así vestida.
— Me debes muchas explicaciones, así que comamos y me las das.
Se rio al verla tan autoritaria y la tomo de la mano llevándola casi corriendo hasta un pequeño puesto de comidas rápidas, allí ambos se unieron a la fila que en un parpadeo se alargó.
— Este puesto es muy popular, mi amigo tiene las mejores hamburguesas de Brasilia.
— Yo muy poco como esa comida. Así que no doy mi opinión.
—¡¿Es broma?!, ¿Eres vegana o algo así?.
— ¡Noooo!. Mi madre nunca me dejó comer este tipo de comidas, ella decía“que ese tipo de comida me haría envejecer más rápido”.
—Puede ser posible, pero es mejor disfrutar de varias cosas, la vida es una y tiene muchos placeres como la comida. En ese caso yo pediré por los dos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 51 Episodes
Comments
Melisuga
Si después no cambia, me gusta esta primera imagen de Santiago. Es la bocanada de aire fresco que Penny necesita. Por otro lado, creo que el padre buscó esa opción para aliviar las cargas de su hija, y solo le dio las referencias a Ofelia, y capaz que alguna foto de traje y corbata con el cabello recogido.
2023-08-27
2
alexa c.amadeus
Me alegra que sea asi, jaja sorpresa que se llevara la estricta ofelia jaja
O tal ves no fue el verdadero maximiliano y el es un amigo
2023-05-19
0