Estaba tan perdida en esos ojos, que el tiempo parecía haberse detenido en ese preciso momento, salí de mi trance, cuando Alan me
hablo,
- ¿Piensas quedare toda la tarde así?
Me levante rápidamente llena de
vergüenza,
- Lo siento, no sé si te había dicho que me gustan mucho tus ojos, así que me quede mirándolos, lo siento y gracias por atraparme,
si no fuera por ti, mi cara hubiera golpeado el piso.
- En realidad tenía un rato mirado tus esfuerzos, desde lejos, pero al ver que te ibas a caer al piso me apresure atraparte, déjame ayudaré con eso, cuál es el libro que quieres.
- El conde de Montecristo. Le respondí.
Se acercó a tomar el libro y me aprisiono entre el estante y su cuerpo, no sé si lo hizo deliberadamente o fue sin querer, intente quitarme dando un paso al costado pero en ese momento se acercó más y no pude moverme
hasta que con sus largos brazos tomo el libro, me lo paso y me miro con una sonrisa en la cara, estaba tan cerca de mi cara que podía sentir su aliento, el cual tenía un olor a menta.
Tome el libro y me moví, de inmediato, ya me estaba comenzando a faltar el aire, su cuerpo emanaba una sensualidad natural, y por
el breve toque pude sentir que su piel es cálida, entonces vino un silencio un poco incómodo
entre los dos, hasta que Alan comenzó a hablar,
- No pensé que te gustaran ese tipo de obras, más bien, te ves, como las chicas que le gustan los cuentos de hadas.
- También me gusta la cenicienta.
- ¿Entonces esperas a tu príncipe azul?
- No soy tan surrealista, tampoco estoy segura de nada, porque no me he enamorado nunca, pero si pudiera elegir, me gustaría una persona que me ame como mi padre ama a mi madre.
- ¿Cómo es su relación, me puedes decir?
- Bueno ellos, son buenos amigos, se comprenden, pelean como todo el mundo, también tiene desacuerdos, pero todo lo resuelven hablando y lo más importante que nunca se ocultan nada, sea bueno o malo confían el uno en el otro.
- Realmente tu familia es muy especial.
- Así es, por eso no espero tener un príncipe, solo una persona que no le de vergüenza llorar frente a mí y que me seque las lágrimas cuando la que llore sea yo.
Me miro detenidamente otra vez sentía que podía traspasarme con solo mirarme, pero esta mirada era un poco diferente a las que me había dado antes, dio un paso así mí, entonces,
- Christine, ya casi es la hora de tu turno, dijo la Señora Storne que estaba parada en el pasillo.
- Si, ya voy Señora Storne.
Cuando se consumieron dos horas de mi vida y yo no me di cuenta, supe que lo que pasa entre Alan y yo no era normal,
- Lo siento, tengo que irme.
No había dado un paso cuando me agarro de la mano, voltee a mirarlo otra vez, y me dijo,
- Dame tu número de teléfono.
- ¿Eh?
- Tu número de teléfono.
Me paso su celular, lo tome y con las manos un poco nerviosas lo tome, casi lo dejo caer, cuando recupere la compostura, escribí mi número en su celular y lo guarde en sus contactos, para que no se le fuera borrar, le devolví su celular y me despedí otra vez.
- Nos vemos luego, me tengo que ir ahora.
No espere a que dijera nada y me fui rápidamente a encontrar a la Señora Storne, era tiempo de que comenzara el trabajo, llevaba el libro en una mano, y me sentía reacia a devolverlo al estante, todo esto era algo nuevo para mí, este sentimiento que surgía cuando estaba cerca de Alan, sé que es algo especial.
La Señora Storne parecía tener algo en su mente toda la tarde, desde que comenzó mi turno la vi distraída, a veces parecía que quería decirme algo y luego volvía para atrás, y así casi paso toda la tarde, ya eran las siete de la noche y solo me quedaba a mí y a la señora Storne dos horas de trabajo, como así no había gente, me puse a
organizar los libros entregados, no fue hasta que ya cerramos que nos íbamos que la Señora Storne, comenzó hablar,
- Christine, ¿tú conoces al Duque Percy?
- No, Señora Storne, si he escuchado hablar mucho del pero a él no lo conozco, ahora que menciona el tema, porque un Duque estudia Westminster y no es Oxford, no me malinterprete Westminster es una universidad muy prestigiada pero Oxford lo es más, por eso me intriga porque estaría estudiando aquí, si dicen que es muy brillante y excelente en todo, podía entrar perfectamente en Oxford.
- Eso es porque los Percy son los fundadores y dueños de Westminster y todos en la familia Percy por generaciones han estudiado aquí.
- Ahora puedo entender mejor muchas cosas, pero porque me pregunta si conozco al Duque Percy.
- No es nada Christine, malinterprete algo eso es todo.
Al parecer lo que estaba molestando a la Señora Storne se había disipado, sin embargo, su alivio me trajo una extraña sensación de ansiedad, ¿Qué fue lo que malinterpreto? Me gustaría preguntarle, pero no quiero alargar el asunto, eran las nueve cuando sali de la biblioteca tenía hambre, pensé ir a la cafetería, pero era probable que esté cerrada, comencé a caminar hacia el dormitorio es posible que encuentre algo de comer halla, mientras camina mi teléfono vibro eran varios mensajes de texto de un número que no tenía registrado, que decía,
“Ya saliste”
“Tienes hambre”
“Te invito a cenar”
Me detuve a pesar, y me vino a la mente debe ser Alan, es el único a quien le di mi numero hoy. Procedí a contestarle,
“Ya salí”
“Si tengo hambre”
“Te acepto la cena”
Espere hasta que me contestara de vuelta, había pasado un rato y no había ningún mensaje, pero cuando me decidí a irme,
- Vamos a cenar entonces
Me di la vuelta y ahí estaba Alan.
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Comments
Lenita
Ta ta ta ta, apareció por arte de magia/Angry//Drool//Tongue/
2024-06-19
1
Francy Eliana Castillo Gallon
creo q Alan es el tan mencionado conde y por eso las preguntas de la señora de la biblioteca
2023-05-19
2
Teresa Peralta
que lindo!!!
parece que le conoce todos los movimientos
2023-04-05
2