La primera semana en el campus universitario fue muy movida, el cambio de horario actuó en mi contra los primeros dos días, caminaba más dormida que despierta, mi cerebro no había podido procesar el hecho de que habían varias horas de diferencia horaria entre estados unidos e Inglaterra; por suerte del tercer día en adelante naturalmente mi cuerpo se adaptó a la nueva circunstancia, camine de un lado a otro, programando mis clases y mis horarios de trabajo, que fueron asignados en la biblioteca, algo me agrado mucho, una porque me gusta leer y la otra porque no había bullicio en la biblioteca, mi trabajo era acomodar libros y ayudar a la señora Stone la encargada de la biblioteca en otras cosas; la señora Stone era una mujer muy culta, de carácter fuerte y disciplinada de unos 40 años, ella y yo nos llevamos bien de inmediato, ya que seguir órdenes se me daba bien y además me gustaba la lectura incluso compartíamos el gusto por algunos autores, por lo que acoplarnos no fue un problema.
Sin embargo, algunos de mis profesores no eran de mi agrado, lo encontraba demasiado negativista y rígido, especialmente el profesor de artes visuales el Señor Green, que aunque su apellido era un color hermoso y lleno de vida como es el verde, el parecía haber muerto hace tiempo, sus métodos de enseñar era muy bueno, pero su actitud nefasta, en la universidad se
decía que era el profesor que más alumno de la escuela de arte reprobaba, y que en sus exámenes donde ponía a pintar cosas inanimadas para darle vida en el lienzo, ponía a sudar a los estudiantes tanto que muchos de los que no lograban pasar renunciaban a la carrera, obvio que todos esos rumores deben de tener
algo de verdad, pero estoy segura que el Señor Green, no es quien va a destruir mis sueños con un obstáculo tan pequeño como ese.
Lo único que me ponía un poco triste, era el poco tiempo que me quedaba para llamar a mis padres, pero las cortas llamadas que teníamos
diario era el combustible que me daba energía para seguir día con día, además que lo más difícil es adaptarse los primeros días, estaba segura que pronto todo andaría sobre ruedas.
Por su parte mis compañeras de habitación estaba más interesadas en la fiesta de bienvenida, que se celebraría en el domingo en el campus, que en sus clases y asuntos relacionados con sus respectivas carreras, y todo se debía porque en la carrera de ya cursado su último año estaba el chico más popular de toda la Universidad de Westminster, quien además de ser extremadamente guapo según los rumores, tiene un título de la nobleza, es decir el chico tiene sangre azul, no me sentía motivada para nada, en asistir a esa fiesta, pero después lo pensé mejor, cuando Alan vino a mi cabeza, Alan realmente parecía ser un príncipe de algún cuento, me gustaría ser cenicienta, si él fuera mi príncipe azul; al parecer mis hormonas adolescentes que no se habían despertado en dieciocho años, ahora por un chico guapo que solo he visto una vez, cuya única información tengo de su persona es que se llama Alan han despertado.
El día de la fiesta de bienvenida se iba acercando y las chicas en mi dormitorio cada vez estaban más locas por la emoción, se medían vestidos, zapatos y entre ellas se maquillaban de diferentes maneras para destacar los rasgos más bellos de sus rostros, apenas era jueves y era como si fuera domingo y se fueran para la fiesta, el dormitorio era un caos y todas parecían divertirse lo que hacían, salí hacia donde casi no hubiera gente, así que recordé el lugar donde me senté hablar con mis padres la primera vez, llegue al sitio, mire por todas partes, no vi a nadie y llame a mis padres,
- Hola, papá, mamá ¿Cómo estuvo su día?
- Hija, no te ves muy bien hoy, ¿paso algo?
- No mamá, solamente estoy un poco cansada, nada de qué preocuparse.
- ¿Ya es tarde porque no vas a tu dormitorio a descansar?
- Si, hija has eso.
- El dormitorio es un poco inconveniente ahora, mis compañeras de cuarto están locas por la fiesta de bienvenida para los nuevos estudiantes que es el domingo, y se han medido, una gran cantidad de vestidos, zapatos y maquillaje, quieren impresionar a un chico que dicen que es muy guapo.
- Chris, ¿y tú que te vas a poner?
- Papá, porque te preocupas por eso en lugar de mamá.
- Mamá, compro unos vestidos para mí, pensando en distintas ocasiones solamente me pondré el que más me convenga y listo.
- Chris, ponte el azul, es cuál y bonito, con las zapatillas negras, y recoge tu pelo.
- Está bien, mamá eso haré.
- Hija, si consigues un novio tienes que presentármelo, y tráelo a casa, iremos al lago a pescar los cuatro juntos.
- Papá, llevo pocos días aquí y ya estás queriendo en tener un yerno inglés que vaya a pescar contigo.
- Tu padre siempre espera tener un yerno, para tratarlo como el hijo varón que siempre quiso y abandonarnos.
- Ja, ja, ja, este va a hacer el drama de nuestra familia, el suegro cambia a la hija y la esposa, por el yerno.
- Hija tu madre está exagerando, saben que ustedes son mi vida, pero algo de apoyo masculino no me caería mal.
- Está bien, ya me voy al dormitorio se hace tarde.
- Adiós.
Coge la llamada y me recosté un poco en el césped antes de irme al dormitorio, siempre que hablaba con mis padres mi estado de ánimo mejoraba mucho.
- Es mejor que no tengas un novio, romperá tu familia.
Me levanté al escuchar aquella voz, que me habla con tan buen ánimo, era Alan.
- Hola, no me digas escúchate mi conversación otra vez.
- ¿Eso te molesta?
- En realidad no.
- Entonces tú no quieres impresionar al duque.
- Dicen que es guapo, y le dan muchos elogios, que también es inteligente y agradable y muchas cosas más, pero no quiero cambiar mi personalidad para impresionar a una persona que ni siquiera conozco, eso me convertiría en una persona falsa.
- Tu pensamiento es muy puro y franco, no te da miedo que los demás no te acepten por no querer vivir, una vida de falsas apariencias e ir con la corriente, la mayoría de las personas siguen un patrón de conducta con el fin de caerle bien a los demás.
- Te diré la verdad, si lo que me quieren me aceptan como soy, porque me tengo que preocupar los que no me quieren, o por los que no me conocen.
- Eres la primera persona que me pone a pensar en eso, porque deberíamos preocuparnos tanto por personas que ni nos conocen.
- Me tengo que ir, nos vemos.
Tome mi camino hacia el dormitorio ya casi iba a oscurecer, el destino es una fuerza maravillosa, hoy me encontré otra vez con Alan y todo fue por el destino, cada vez que veo sus ojos me parecen más y más hermosos.
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Comments
Monica Raquel Martin
seguro que Alan es el famoso Duque
2024-10-26
0
Lenita
A Alan le gusta Christine
2024-06-19
1
Lisa
El es el Duque
2023-05-02
3