cap 15: Mi tio.

🌹🌷 Susana Cepeda🌷🌹

Llegue a Miami, salí del aeropuerto con la felicidad plasmada en el rostro, camine con la frente en alto, llevando de la mano mi maleta y cartera donde tenía guardado el dinero que me dio Flavia y las joyas de mi mamá.

Tome un taxi, busque la dirección de mi tío Manuel Cepeda quien es un artista reconocido en el género baladas, le di la dirección al conductor quien me miro incrédulo.

Segura quiere ir a esa dirección me pregunto arqueando una ceja.

Si tiene algún problema con llevarme ahí, dije irritada.

No ninguno, puso el auto en marcha y condujo en silencio.

Por rato me miraba por el espejo del auto.

Señorita disculpé mi intromisión, pero como una azafata puede vivir en un lugar como ese, solo los millonarios y famosos viven en Indian Creek.

No vivo ahi, solo voy a visitar a un amigo respondi con simplesa y gire mi cabeza para seguir mirando por la ventana.

Entramos a una zona de mansiones sumamente lujosas, cada que avanzamos eran más hermosa.

El taxista para en el lugar que le he indicado y me bajo cancelo la tarifa del taxi, el conductor baja mi maleta.

Gracias.

Desea que la espere, me miro con dudas.

No hace falta, puedo asegurar que me recibirán, pero igual gracias.

Tome mi número, si necesita puede llamarme, me extendió una tarjeta.

La tome y agradeci con una sonrisa.

Me dirgi al enorme porton de la mansion de mi tio, al que solo he visto un par de veces rogando que se encuentre y pueda ser bien recibida.

Toco el timbre con miedo, una voz habla por interlocutor, presiono el boton y contesto.

Buenas tardes estoy buscando al señor Manuel Cepeda.

Acerquece a la camara para verla bien, asi lo hice y despues me dijeron.

Esta usted equivocada, no creo que conozca al señor Cepeda, retirese o llamo a seguridad.

Señora disculpe, pero necesito con urgencia hablar con el mi nombre es Susana Cepeda Ortiz y soy su sobrina.

Si claro y yo soy la reina Isabel, retirese o llamo a la policia, me dijo la mujer atravez del interlocutor.

Me senti tan humillada, seguro mi tio ni nos nombra que sus empleados no saben nada de su familia, no pude evitar que mis lagrimas salieran, no conozco a nadie en este pais y no tengo ni idea a donde ir.

Tome el asa de mi pequeña maleta y camine cabizbaja, por las hermosas veredas, mis lagrimas salian sin control, me sentia desorientada, asustada y vulnerable, tan fragil como cristal.

Una chica venia paseando un perro, me miro y sonriendo me dijo le ocurre algo señorita.

Limpie mis lágrimas y le devolví la sonrisa, larga historia, acabo de llegar, no conozco a nadie, buscaba un familiar, pero no me fue permitida la entrada.

Ven te invito un café y así me cuentas, caminamos unas casas mas y llegamos a una impresionante mansion, el guardia le abrieron el porton y le hizo una reverencia, le entrego al perro.

Ven conmigo tomo mi mano y me llevo casi arrastras, si por fuera la casa era impresionante por dentro lo era aun mas.

Nana preparamos cafe y unas galletas se dirigio a una señora que tenia una dulce sonrisa.

¿Cual es tu nombre? Pregunto tomando asiento en el amplio y comodo sofa.

Mi nombre es Raquel Ortiz, bueno es el que tengo que usar, pero mi verdadero nombre es Susana.

Bueno Raquel o Susana, yo soy Kate Walton y esta es mi casa, ahora cuentame porque llorabas y si puedo ayudarte en algo.

Me sente y le conte parte de mi historia, muchos pensaran que estoy loca por hablarle cosas tan privadas, pero esta chica me inspira mucha confianza.

Oh eres sobrina de señor Manuel Cepeda me miro asombrada.

Si, pero no puedo tener mi verdadera identidad en este momento, queria hablar con el para que me brindara su ayuda y proteccion.

Vaya esta complicada la cosa, el señor Manuel no esta en casa, ni en el pais, tiene una gira por Europa y es probable que no regrese en meses.

Mi mala suerte no puede ser mayor dije soltando un suspiro con frustracion.

Creo que deberia irme, gracias por el cafe, no quiero causarte ningun problema, puedo pedirte un favor si alguien llega bucandome por favor no digas que me viste, hay un hombre malo que quiere obligarme a casarme con el.

No tienes porque irte, no me incomodas, sabes no tengo amigas, todas las chicas que se acercan a mi lo hacen por interes, puedes quedarte el tiempo que desees o por lo menos hasta que tengas un lugar a donde ir.

Gracias eres muy amable, me quedare con una condicion.

Claro dime Raquel me giño el ojo.

No quiero estar sin hacer nada, trabajare para ti, me miro sonriendo y me estendio la mano y la tome tenemos un trato dijo emocionada.

Voy a pedir que te preparen tu habitacion.

✒✒ Narrador✒✒

mientras Susana o ahora Raquel llegaba a Estados Unidos, un árabe muy impaciente se paseaba en la cubierta de su barco Deseando que transcurrieron las horas lo más pronto posible para poder ejecutar cobro de la deuda

Y poder casarse con la hermosa mujer qué le robaba el sueño.

En la mansión Cepeda Sonia seguía en cama simulando estar enferma, Salomé y la chica qué contrataron para hacerse pasar por Susana permanecían en la habitación cuidando de Sonia.

Cuando la empleada ingresaba para ofrecerles algo de comer o beber La chica le daba la espalda o hacía que estaba entretenido en el teléfono.

Así pasaron las horas y la empleada no se percataba del cambio el planteo resultado perfectamente y ahora Susana estaba lejos y en lugar seguro.

Para la hora de la cena Salomé tuvo que marcharse a su casa y Sonia pidió cena para dos en su habitación.

La empleada entró sin golpear la puerta porque traía las manos ocupadas con la bandeja al abrir encontró de frente una chica que se hacía pasar por Susana, y se dio cuenta del engaño, disimuló lo más que pudo y dejo la bandeja, al salir hizo una llamada el árabe y le contó lo que estaba pasando.

Inmediatamente, se puso investigar todo llamo a los guardias que estaban encargados de custodiar y vigilar la entrada de la mansión Cepeda pero nadie vio salir a Susana.

Las únicas personas en entrar y salir fueron Flavia Salomé y una doctora que según había dicho la empleada visitaría a la señora Sonia que estaba enferma.

No puede ser se escapó busqué en todas partes averiguar unos aeropuertos y los puertos Alguien tuvo que haberla visto grito furioso el árabe.

Por más que buscaron en todos lados, no había registro de salida a nombre de Susana Ce008peda en ningún puerto mi aeropuerto de La Isla lo que daba entender que aún no había salido el árabe tenía una pequeña esperanza de poder encontrar a la que él consideraba su cuarta esposa lejos estaba de la realidad.

El árabe buscando cualquier pista o rato de Susana pero había en cubierto bien su rastro no habían dejado ningún cabo suelto.

Enojado se dirigió a la casa de la familia Cepeda y confronto a Sonia.

Donde está Susana llego exigiendo.

En un lugar seguro don de tú no puedes encontrarla le respondio serena.

Te lo advierto, quiero que este mañana aquí, o me tendrás que pagar todo lo que tu marido me debe rugió molesto.

Ex marido, y eso tendría que decírselo a el, no a mí, yo no tengo deuda alguna con usted señor, así que le pido que se vaya de mi casa, como comprenderá no es bien recibido.

Vamos a ver si dices lo mismo, cuando me case con su hija querida suegra, me dijo con una sonrisa burlona en el rostro.

Como si eso fuera a suceder, siga soñando que soñar no cuesta nada, le cerré la puerta en la cara y camine a la cocina por un vaso de agua, mire a la empleada retadora y subí las escaleras a mi habitación.

Hija espero estes bien y nunca te encuentre este hombre.

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