Historia de la madre de felix.

Felix tragaba seco al escuchar esto, su cabeza comenzó a calentarse y sus manos temblaban.

Por supuesto su padre no notaba esto ya que la habitación seguía a oscuras aunque por el reflejo de luz se veían.

Padre de felix: Cuando termine le pedí que se fuera conmigo que yo la haría mi esposa, por supuesto ella se negó.

Se puso de pie con la poca dignidad que le quedaba, levando su hermoso vestido rosa y el broche que adornaba su larga cabellera dorada.

Se comenzó a vestir dándome la espalda, era hermosa incluso en esa situación no habia mujer más hermosa que ella. Cuando se cambió intente volver a persuadirla que se fuera conmigo y me grito que la soltara.

Ella comenzó a alejarse de mi lentamente en el espeso jardín que adornaban la belleza que siempre la acompaño, incluso esas flores frente a tu madre eran basura.

Cuando salimos de allí yo la seguía a una distancia prudente nos encontramos deferente con este hombre, ella trató de correr hacia él y refugiarse en sus brazos en ese momento me sentí miserable pero no podía hacer nada, yo sabía perfectamente lo que sentía por él.

Pero para mi sorpresa ese hombre la miró con asco y la empujo, me sentí aliviado y descaradamente le sonreí a ese hombre en la cara presumiendo que ya la había tenido.

Ella estaba asustada y desecha en el piso viendo como la miraba este hombre que en más de una ocasión la miró con amor.

Él le exigió que no lo buscará más que sentía asco por ella y que no quería volver a verla. Sus palabras no eran nada frente a la manera en que la veía, nunca he visto algo igual, jamás he visto que alguien mostrata tantas emociones solo con sus ojos, en esos ojos había rabia, asco, desilusión, repulsión. Él se alejo no sin antes reír en mi cara. Jamás el la amo, él solo buscaba tenerla como trofeo ser el primero en su vida pero no te voy a mentir todos queríamos lo mismo. Mostrarla como un trofeo.

Felix llora porque en ese momento en su mente él era su madre y sentía un profundo dolor por todo lo que ella tuvo que pasar. Ver todo esto en los ojos de alguien que juro amarte debe ser duro y más aun después de pasar un momento tan traumatico.

Odiaba a este hombre que se entraba en la cama aunque fuera su padre.

Él continuo con su relato aunque quien sabe por qué lo hacía.

Padre de felix: Ella se volvió a levantar y cuando llegó a su casa me tiro la puerta en la cara, me quedé afuera esperando pues yo conocía a sus padres y no la iban a aceptar si ya estaba manchada y por supuesto que me harían hacerme responsable, yo no tenía ningún problema con eso. Como pensé a los segundos su madre salió y la traía jalando del brazo. Me vio en la puerta y me la tiro, sus palabras fueron: esta mujer es tuya, ahora es tu problema haz lo que quieras.

Me puse feliz, a mi no me importaba si ella era miserable o no lo único que pasaba por mi cabeza era que ahora era yo quien había sido vencedor yo tenía a la mujer más linda del país a mi lado, todo el mundo me tendrá envidia.

La mire a los ojos y no tenían vida, esos ojos en los que antes se veía su alma libre y pura ahora lo único que mostraban era el basto desierto que asesina a los animales que entran sin conocer lo peligroso que es.

Aun así la lleva a mi casa, por supuesto mis padres tampoco la querían ya, porque estaba marcada aunque quien la había marcado era yo. Aún en contra de la voluntad de ellos y de ella la tuve a mi lado. La tuve las veces que quise pero ella jamas correspondió a mis caricias ni a nada solo se acostaba y se perdía aun más en sus pensamientos, a mi no me importaba, no se si era porque la amaba pero cada vez que la tenia me prendía igual, la deseaba más, me aferraba más a ella, esos fríos labios que sabían a sangre me volvían loco.

La torture tanto como pude hasta que supe que la había embarazado. Por primera vez en meses la vi sonreír nuevamente, nuevamente en sus ojos había esperanza. Me llene de rabia y le grite que su embarazo había sido producto de todas la veces que la tuve a la fuerza pero aun así ella miraba su vientre con amor. Durante ese tiempo empezó a rebelarse ya mis padres no estaban y los de ella tampoco. A ninguno de los dos nos importo sus muertes. Me atacaba y no me dejaba tocarla, me amenazó en varias ocasiones con matarme y más de una vez lo intento. Empece odiarte antes de nacer, su vientre creció al igual que sus esperanzas así que cuando te iba a tener le insistí en que me permitiera ir y ella acepto, me confabule con el médico y cuando se recupero que pidió ver a su hijo le llevamos un niño muerto. Quería volver a doblegarla como antes y volver a tener el control en su vida pero esa vez fue distinto, solo recuerdo un grito desgarrador, aquello no sale de mi mente cada vez que lo recuerdo mi cuerpo tiembla de miedo, ese grito era como si se estuviera despidiendo de su alma y así fue, tu madre murió ese día aunque continuo con vida. cuando acabo de gritar me acerque y ella había muerto, seguía viva pero no se como explicarte ya no respondía a nada no sentía, no hablaba ella quedó vacía totalmente aferrada al cuerpo inerte de ese niño, a la fuerza se lo quitamos. Me asuste y te mande traer para que te viera pero cada vez que se hacercaba a ti gritaba y lloraba. La encerré en un un hospital para enfermos mentales y allí está hasta el día de hoy.

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