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— ¿Por qué estabas en medio de la tormenta a esas horas de la noche?.

— Mi hermano me quería violar.

Felix escucha como algo se quiebra y lo volteo a ver, sus manos estaban sangrando, ya que este había roto la copa con la que se tomaba el vino.

— ¿Cómo pudiste herirte de esa forma?. — le preguntó preocupado.

— Me haces el favor y me repites lo que acabas de decir.

— (Alarmado), ¡Esto es más importante!, mira nada más cuanta sangre tienes.

Él lo detiene con su mano izquierda y lo mira fijamente a los ojos.

— Estabas en el piso y con la ropa desgarrada, pensé que te habían atacado pero jamás me imaginaría que fue tu hermano.

Su mirada decae y mientras cubre la pequeña herida que había en las manos de su nuevo amigo comienza a contar su historia..

— Me llamo Félix Lee tengo 15 años, bueno ya caso cumplo 16... Mi madre murió y la verdad no tengo muchos recuerdos de ella, poco después se casó con la hermana de ella y desde entonces mi vida ha sido un poco dura.

La herencia de mi padre es muy grande pero él quería un hijo alfa que lo heredará, para su mala suerte nací omega dominante. Me aplico todo tipo de medicamentos para cambiar mi sistema pero lo que consiguió fue hacerme más miserable de lo que ya era.

Sus pequeñas y delicadas manos temblaban mientras hacía este relato tratando de mantenerse fuerte y no demostrar que tanto le afectaba.

— Mi padre ni siquiera me dio su apellido, yo tengo el apellido de mi fallecida madre, pero no importa yo llevo orgulloso mi apellido.

— Está bien, no te fuerces a hablar. Y por cierto mi nombre es Hwang Hyun–jin (sonríe)

Terminan de cenar y lo acompaña a su habitación.

La habitación es gigante; mucho más grande que la que tiene mi padre, tiene una decoración suave, el color negro y gris resalta en todo el lugar, además al fondo se puede ver un despacho y no entiende por qué, si en el piso principal había uno aún mas grande.

Baja las escaleras y se encuentra de frente con la esposa, trata de ignorarla pero esta lo toma de la mano.

— Lárgate de mi casa.

— Ya entiendo por qué siempre se iban, (Se refiere a las personas que él ayudaba)., de verdad es una tortura vivir bajo el mismo techo que una prostituta.

Un fuerte golpe le dio en la mejilla que si no es porque se sostiene en el barandal hubiera rodado por las escaleras.

— No quiero volver a escuchar que me hablas como se te dé la gana, yo soy la señora de la casa, ¡esta es mi casa!, no cruces la línea.

Ella sube las escaleras mientras Félix aún se sostiene de la baranda.

— (Sonríe como un demente), vas a lamentar haberme puesto tus malditas manos encima.

Durante varios meses había una guerra constante entre Félix y esa mujer, pero su esposo por más que ella le imploraba que lo echará de la casa que su presencia le hacía daño él se negaba rotundamente, al pasar de los días ella dejó de comer con él y los ataques hacia su marido eran más frecuentes.

Una noche Félix sale de la habitación por qué no podía dormir y se da cuenta de que un hombre extraño entraba a la habitación de Hyunjin a altas horas de la noche.

Por la tarde él lo llevó a dormir como era costumbre ya y luego se fue a su habitación así que él sabía que hyunjin se encontraba allí.

La curiosidad pudo más y se acercó a la puerta apoyando sus pequeñas manos en ella.

— ¿De verdad tienen que hacer lo aquí?, tengan algo de respeto por mi.

— Tienes a ese maldito mocoso aquí, el cual hace lo que le da la gana y ahora no me puedes complacer, solo quiero que hagas lo de siempre ruédate a un lado de la cama que es bastante grande que seojoon y yo trataremos de no tocarte.

Félix no podía creer lo que escuchaba, era demasiado el descaro de estas dos personas sin darse cuenta se apoyó demasiado en la puerta y está se abrió cayendo él al piso.

En otras circunstancias estaría demasiado avergonzado pero estaba demasiado enojado.

Se puso de pie y miró a este par de personas como la peor escoria.

— No te dejaré aquí, hoy dormirás en otra parte.

— Ja, ja, ja las habitaciones todas están sin preparar y él es extremadamente exagerado con la limpieza, de verdad piensas que dormirá en otra parte.

— Incluso en un sanitario es mejor dormir que en un lugar como este…

Él se quedaba viéndolo y no podía evitar sonreír, se veía precioso haciendo pucheros de lo molesto que estaba.

— No te molestes tanto no es la gran cosa.

— Vamos yo te sacaré de aquí.

Intenta cargarlo de la cama pero él es mucho más grande y pesado, por más fuerza que hace no lo levanta.

— Permíteme ayudarte — Le dice el hombre que estaba casi desnudo al lado de esa mujer.

— ¡No lo toques!, (grita enojado), no pongas tus sucias manos en su cuerpo.

— Eres un descarado él es mi esposo más, sin embargo, tú lo estás tocando.

Mientras peleaba con ella no se dio cuenta que metió su mano dentro de la bata y le tocó el pecho. Su cara se puso roja pero como pudo lo subió a la silla de ruedas y lo saco de allí.

Habitación de Hyunjin.

— ¿De dónde salió ese chico?.

— Es uno de los tantos vagabundos que recoge ese idiota.

Él se acerca y la besa con la intención que ella no se dé cuenta que él había quedado hipnotizado con Félix.

Habitación de Félix.

Como puede lo sube a la cama, está todo sudado y cansado jamas en su vida había hecho tanta fuerza.

— ¿Estás bien?.

— Sí, soy un hombre muy fuerte. (presumiendo).

— Así es…

— Ven tomemos algo.

Félix toma un vino y le sirve.

Tomaron tanto que no notaron todas las botellas que ya se habían acabado. Félix se asoma por la ventana y ve que esa mujer sale de mansión.