El sol apenas se estaba ocultando. En el mundo real sería medianoche.
Alice se hallaba dentro de un auto negro. Muy sofisticado y nuevo. Aún podía sentir el olor a concesionario. Dicho auto era de Zen. A lo lejos podía verlo. Seguía hablando con Jason quien sabe de qué.
Luego de tan extensa reunión, Alice esperaba a Zen para ir a la que sería su casa provisional...
—Aquí tienes una tarjeta de crédito, linda— habló una voz que asustó casi de muerte a Alice. Al voltear hacia la ventana del piloto, vio a Lían parado regalándole una sonrisa de oreja a oreja.
—Dios...¿ De dónde saliste?
—Oh, lo siento. No creí que te asustaría. Es que estoy corto de tiempo y utilice mi habilidad. Creo que no te he hablado de ella ... es velocidad.
—Wow que increíble. Las personas deberían sentirse privilegiadas aquí.
—No lo sé. Creo que no, o sea, el tener habilidades es algo que está presente en nuestra vida desde siempre, está en nuestro ADN. Simplemente es algo común. ¿Y a ti por qué te sorprende tanto?¿ Acaso en tu mundo no hay habilidades?
—Las únicas que tenemos son el canto, el baile, el dibujo, la costura, etc.
—¿Eso es lo que llaman habilidades?
—Yo los llamaría más bien talentos.
—¿Será que puedes apartarte de la puerta? Necesito pasar—intervino Zen en la conversación.
—No trates así a las personas. El hecho de que estés cansado o te haya ido mal, no significa que debes arremeter contra los demás—Saltó Alice en un instante.
—Oye, tranquila. No te preocupes. Siempre ha sido así conmigo. Estoy acostumbrado y no me afecta. Me retiro entonces, pues. Zen, no olvides acompañar a Alice al Centro—luego se dirigió a la chica— linda úsala, pide todo lo que quieras—concluyó mientras le entregaba la tarjeta de crédito y se iba.
Zen y Lían no se llevan muy bien. Zen encuentra sospechoso a Lían. Él se muestra muy perfecto: responsable y capaz. Y la perfección en este y todos los mundos, es imposible.
Alice y Zen por fin se pusieron en marcha. El viaje fue muy silencioso e incómodo. Por suerte solo duró menos de diez minutos, cuando Zen estacionó el auto y rompió el hielo.
—Bajemos.
—¿Dónde estamos?
—En el Centro.¿ No escuchaste a Lían cuando dijo que te acompañara?
—Si pero creí que era en otro momento.
—¿Cuando? ¿El martes chino?
—¿Cuál martes es ese?
—Serás idiota... por cierto usa esa chaqueta, en la noche hará frío y bueno... estas con esa ropa— dijo Zen señalando a los asientos de atrás del auto. Alice llevaba puesta una pijama con camisa sin mangas y un short, por lo que en la noche iba a sentir demasiado frío.
—Gracias, no creí que fueras considerado.
—Más que considerado es porque no quiero avergonzarme, o sea, voy a acompañar a una loca que va al Centro en Pijama...Aunque por algo soy policía.
—Arruinaste el momento.
El dúo comenzó su recorrido por el Centro. El Centro es una zona comercial. Allí se encuentran las mejores marcas de ropa, electrodomésticos, lencería, mobiliario. Allí hay todo lo que se puede necesitar.
Alice se perdía en cada detalle que veía, todo le era sorprendente. Todo era muy iluminado.
—Oye, no te duermas, vamos a lo que vamos. Mira las tiendas de ropa y elige lo que quieras.
Alice entró primero a las tiendas de lo más importante, ropa interior. Luego las tiendas de ropa de dormir y posteriormente a las de ropa para salir: casual, elegante, y sobretodo, deportiva. Zen se estaba impacientando, pues el siempre compra ropa online y la recibe en la puerta de su casa. Y además, se estaba convirtiendo en el burro de carga de Alice.
—¿Terminaste?
—Por supuesto que no. Y no quiero quejas de tu parte, porque tu mismo me trajiste.
Zen tuvo que tragarse sus palabras y obedecer como borreguito. En cuanto a Alice, continuó con sus compras: unos cuantos pares de zapatos, maquillaje básico y por supuesto, productos de aseo personal e higiene como shampoo, acondicionador, jabón, desodorante, crema corporal, perfumes, cepillo para el cabello y para los dientes, crema e hilo dental, enjuague y pare de contar.
Eran casi las 8:00 pm cuando apenas intentaban meter todas las bolsas con las compras en la maleta y asientos traseros del carro. Eran tantas que no habia manera de hacerlas entrar.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 100 Episodes
Comments