Reinicio

Cuando Alice se hubo calmado, Jason, el hombre tenebroso se le acercó.

—Escucha con mucha atención, si de verdad quieres regresar a tu mundo solo existe una solución. Y tú verás si aceptas o no. Únete a los Agentes de Protección Civil.

—¡¿Qué?!— dijeron a la vez Alice y Zen.

—¿Estás demente? ella ni siquiera tiene habilidades. y mírala es tan frágil.

—Oye imbécil, no me subestimes. No estoy de humor para seguir aguantando tu arrogancia— contestó mirando al muchacho y luego se volvió a donde estaba Jason—¿Qué debo hacer? ¿Salir volando como cierta cabeza hueca?

Zen guardó silencio al instante. Estaba algo enojado. No le gusta que lo regañen como un niño y menos que lo traten como imbécil. Jason, por otro lado, realmente se sorprendió por la forma en la que actuaba la chica, pues hacía un rato se mostraba amigable y gentil. Aclaró su voz y continuó diciendo.

—Bueno, verás. Nosotros nos dedicamos a apresar criminales de alto calibre. Sin embargo, el escuadrón Omega tiene como única misión el exterminio de la Bruja Clarz, quien ha estado trayendo caos a la nación en este último año. Basado en lo que estás diciendo y en reportes de otras personas que dicen haber pasado por lo mismo, me hace pensar que esa desgraciada es la causante de todo, ya que esas personas dieron testimonio no hace más de seis meses. Pero esas son suposiciones mías. Además, si ese fuese el caso, no sabría explicar la relación que tiene ella con tu mundo.

—Entiendo. entonces la razón por la cual podría unirme al Escuadrón es para encontrar la forma de regresar. Y si la forma es derrotando a la Bruja, estando en el escuadrón puedo conseguirlo, ¿no?

—Chica lista— intervino Zen. Alice lo miró de mala manera.

—Voy a unirme— soltó la chica sin pensar.

—De acuerdo. Voy a preparar todo el papeleo para que acepten tu admisión. Lían, encárgate de buscarle una habitación en la base, ropa y comida para surtir su despensa. Zen, tu serás quien la entrene.

—¿Qué la qué? Ah no, no, no. No quiero tener nada que ver con ella.

—Es una Orden de tu Superior.

—¿Te vas a poner en esas Jason?— Jason se acercó rápidamente al ojos verdes y le propinó un golpe en el abdomen.

—Creo que no te crié bien— contestó el hombre tenebroso mientras acomodaba su compostura.

—Solo intentas impresionar, bastardo— reprochó Zen.

—Y tu solo intentas dar vergüenza ajena, tarado.

—Este... disculpen... Mientras tanto...¿Dónde dormiré?—comentó la chica de ojos color almendra.

—Buena pregunta, nena. Déjame pensar...verás...Yo, no puedo llevarte a mi casa porque hace unas semanas mi suegra vino de visita con sus seis perros y la tiene congestionada. Además, comúnmente en la casa la habitamos mi esposa, mis dos hijos y yo, por lo que el espacio es reducido.

Lían vive muy lejos de la base. A pesar de eso, él no tiene problemas porque es Especialista en Sistema y trabaja desde su casa. Pero tu eres recluta y no llegarás a tiempo a los entrenamientos.

Así que para concluir, deberás estar al menos una semana con el pequeño Zeny, quien hace poco compró un humilde penhouse.

—¡No me digas Zeny! ¿Y por qué debo compartir mi casa con una extraña?

—Zeny, no pedí tu opinión. Lo vas a hacer y ya.

Alice tampoco estaba muy de acuerdo con tener que dormir bajo el mismo techo con un desconocido muy inmaduro. Pero si de verdad quería regresar a su mundo, sólo debía hacer caso omiso y cooperar.