Capítulo 11

En la tarde luego de que Olivia recogiera a los niños y volviera en autobús, se encontró a Alex apoyado sobre

su flamante carro, tenía unas gafas oscuras puestas, se veía imponente y atractivo.

Olivia se frenó con los niños delante de el— ¿Qué haces aquí?

—Vine para que salgamos en familia.

Olivia abrió la boca en grande.

Alex se agacho delante de Jane—Eres hermosa como tu mama, tengo una sorpresa para

ambos.

—¿Quién es este señor? —Le pregunto Theo a su madre.

—Veras hijo…

—Su novio—Respondió Alex.

Alex revolvió el cabello de Theo—Para ti también tengo una sorpresa, vengan.

Alex  camino hacia el baúl y palmeo la puerta—Todo lo que está dentro les pertenece.

Jane y Theo se observaron.

Alex abrió el baúl y  observo los niños

—¡Waooooo! ¡Una consola! ¡Mira mama, nos regaló una consola! —Exclamo Theo.

—Te la regalo, pero solo si me invitas a jugar.

—Claro, cuando quieras—Respondió Theo.

Alex lo observo acariciar la caja.

—¿Y para mí?

Alex cargo  a Jane en sus brazos—Una muñeca gigante ¿Te gusta?

Jane asintió emocionada.

Olivia sonrió.

—¿Me das un beso?

Jane lo beso en la mejilla.

Olivia estaba con la boca abierta—Bueno, chicos… no sé si deban aceptarlo.

—¿Bromeas? ¡Es una consola mama! —Exclamo Theo— ¡Tu novio es increíble! —Vocifero

entusiasmado.

—¿Bromeas Olivia? —Inquirió Alex con cierta mofa.

—Alex.

—Mama tenemos una consola.

—Sí y compre varios juegos además, ojo si no estudias mama te la quitara—Le

advirtió Alex.

—Es verdad, mientras tengas buenas calificaciones la usaras, de lo contrario no.

—Lo prometo—Theo levanto la mano.

Alex también la levanto y choco los cinco como el pequeño.

Oliviatenía ganas de asesinarlo y borrarle del rostro esa sonrisa pícara y astuta que lo caracterizaba.

Alex le sonrió—Bueno pero la usaran a la vuelta, ahora iremos de paseo.

—Mama, se me rompieron los zapatos ¿Puedo ir a cambiarme?

—Nada de eso, mi amigo no camina por ahí pasando vergüenza como pobre, sube al coche, iremos por unos nuevos.

Theo abrió la boca en grande—Mama, este sujeto es genial.

—Su billetera es genial, parece que no tiene fin.

La sonrisa de Alex se enancho—Ujum… como la vez…

—Cínico.

—Como te quedo el ojo, ja.

Los niños subieron al coche y Olivia también lo hizo.

¿Sabían que a su madre la amo? prometo respetarla siempre.

—Mama no nos dijo nada—Respondió Theo.

Alex beso en la mejilla a Olivia—Ustedes pueden verme como un padre, estaré para lo que necesiten, excepto cuando estoy trabajando, pero generalmente me hago una escapada.

¿De verdad? —Le pregunto Jane.

Alex se quitó las gafas y le guiño el ojo.

Fueron al centro comercial y le compro un par de zapatos a cada uno, Alex le tomo la mano a Olivia y la beso—Mi amor ¿Qué deseas?

Olivia estaba estupefacta—Te pasas, aparecer de esa forma y sin avisar.

—Pero te gusto mi repentina aparición, te lleno de presentes ¿Sabes cuantas quisieran

estar en tu lugar?

Ella rodo los ojos.

Alex trono los dedos varias veces— ¿Dónde está la empleada?

La misma vino corriendo desde adentro con las cajas envueltas como regalo.

Alex le dio una mirada a Olivia y luego observo a la empleada del local—Escucha, quiero las botas más lindas y costosas que tengas.

—Sí señor.

La empleada tomo a Olivia y se la llevo a un sector, para que observara las

distintas opciones.

—Oye—Le llamo Theo.

— ¿Si?

— ¿Eres millonario?

—Yeah.

—Waooo

—¿Conoces el mundo entero?

—No todo, pero he viajado a muchos países.

—Increíble…

—¿Te gustaría viajar?

—¡Claro!

—Un día lo haremos.

Theo y Jane se miraron emocionados.

—Que lindos zapatos, están bien Top—Le guiño un ojo a la pequeña.

—Gracias.

Alex se acercó a Olivia— ¿Te gusta mi obsequio?

—Son bonitas.

—Te convertiré en una reina—Susurro a su oído

—Eres un cretino, te quieres ganar a mis hijos con regalos y de paso a mí también—Meneo la cabeza.

—Yo te ganare, no solo con regalos, sino también con mi encanto.

Ella se giró  hacia él y él le planto un beso en los labios y se apartó.

—Señorita, tome mi tarjeta, cóbrese.

Olivia se tocó los labios y bajo la vista, se colocó sus zapatos viejos y coloco la bota en su caja.

Jane se le acercó y le abrazo la pierna, Olivia la levanto en sus brazos.

—¿Tienes hambre? —Le pregunto Alex.

La niña asintió.

Alex sonrió—Los llevare a comer.

—No hace falta.

—Claro que sí.

****

Luego de volver del restaurant Alex ingreso con  Joan al departamento de Olivia.

—Bueno veras, aquí vivo, seguro dirás que es un nido de ratas o como lo llaman los riquillos como tú, una madriguera.

—Yo lo llamaría, acogedora—Observo el lugar.

—Joan, conéctale la consola.

—Señor la televisión… es vieja.

—Lánzala por la ventana, ve por un televisor como la gente.

—Pero están cerrados los locales ahora.

—Ve a casa y toma uno de las habitaciones de huéspedes.

—Sí señor.

—¡Oye! —Exclamo Olivia.

Joan no le hizo caso y la lanzo fuera hacia el callejón.

Olivia se acercó a la ventana — ¡Mi tele!  ¿Sabes cuánto me duro? Tiene quince años.

—Ya traen otra deja de llorar por ese vejestorio que seguro le dabas bofetadas para que de la imagen—Alex se sentó sobre el sillón y apoyo sus manos sobre el respaldo.

—Vamos, ve por café, atiende a tu futuro esposo.

Theo lo observo con gracia—Rompiste la televisión…

—Ahora traerán una grandota con una calidad mucho mejor, veras los juegos alucinantes.

Olivia bufo y fue a la cocina se paró en el marco de la puerta y lo observo.

—¿Cómo le gusta el café al príncipe?

—Dos de azúcar.

Jane corría con la muñeca de un lado a otro.

Al cabo de una hora, regreso Joan con la televisión y conecto la consola, Theo y Jane estaban emocionados y entretenidos.

Alex fue a la cocina, Olivia estaba lavando los platos.

Alex la giro y la obligo a verlo—Peque—La subió sobre la mesada tomándola de la cadera como si pesara un kilo de patatas.

—Oye…

Alex le dio un beso en la mejilla y coloco sus brazos en la cintura de ella—Me gusto pasar la tarde contigo y tus hijos… fue algo…interesante y poco usual para mí.

Olivia se acomodó el cabello—Gracias… por las cosas.

—No tienes que agradecer, lo mío es tuyo y lo tuyo un día será mío…

Alex se acercó para besarla pero ella coloco su mano sobre su pecho—No.

Él sonrió—Déjame abrazarte.

Olivia bajo su brazo y el la envolvió con los suyos—Hare que te olvides de tu marido, tu amor será mío.

Olivia lo observo anonadada y también lo abrazo.

Alex sonrió y se apartó, se apoyó en la mesada a su lado—Eres sexy.

—Gracias, me halagas a pesar de que  tenga dos hijos.

—Oli…

—¿Si?

Alex saco un estuche con un precioso diamante, lo retiro y lo coloco en el dedo anular de Olivia— ¿Te gusta?

Olivia sonrió—Hasta anillo, no pierdes el tiempo, me gusta.

—Mi chica lo mejor, creo que me iré, se está haciendo tarde y creo que necesitas descansar.

Alex se acercó a saludarla y le encajo un nuevo beso a la fuerza, esta vez  la beso con ganas y la atrajo hacia él, el beso fue posesivo, aumento la intensidad del beso haciéndole abrir la boca  y ahí coló lentamente su lengua, Olivia gimió pero no pudo hacer nada más que sucumbir a la deliciosa sensación que experimentaba, era la primera vez que probaba unos labios que no eran los de su marido y esa sensación la encendía.

Alex se separó—Nos vemos—La bajo de la mesada y sonrió antes de irse.

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Comments

Mirian Mendoza Gutierrez

Mirian Mendoza Gutierrez

excelente me encanta

2024-08-25

0

Rosy Urbina

Rosy Urbina

woooow de novela

2024-06-30

0

Nataliaraquelduarte1@gmail.com Duarte

Nataliaraquelduarte1@gmail.com Duarte

quiero un Alex en mi casa!! necesito algunas cosas nuevas ja ja

2024-05-05

0

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