capítulo 4

EN INGLATERRA ABRIL DE 1892

Tanto Matthew como Charles ya se encontraban viajando en el tren directo a la estación “Great Victoria Street” por el pueblo de Crathie al sureste.

Matt era un chico taciturno o en este caso muy reservado, pero cuando encontraba alguna persona con quién hablar demostraban lo culto e inteligente que era, no solo quería que hablaran temas relacionados con el ejército, al contrario, le encantaba hablar de literatura, de artes, de medicina que era lo que más le apasionaba, además le encanta el campo, la naturaleza, el hablar de historia lo hacía de una manera peculiar porque su rostro hacia unas muecas como si estuviera viviendo o hablando directamente con ese personaje, por lo tanto, a él le encantaría viajar y conocer diferentes países, pero era difícil encontrar con quién hablar de esos temas, por eso no dudó en ser amigo del conde Charles Wyatt aunque era un joven libertino le encantaba la literatura, el arte, historia y siempre tenía un tema de cuál hablar con Matt, por eso se llevaban tan bien.

Cabe mencionar que ellos se encuentran viajando en primera clase, más que todo por su gran amigo Charles que inmediatamente pidió algo para comer, les llevaron unos aperitivos y mientras degustaban platicaban del modernismo que ha traído su abuela a Inglaterra, de lo mucho que han avanzado en la medicina y en la potencia qué se han convertido ahora a comparación de Francia que en siglos anteriores había demostrado cierta superioridad, conforme siguió su plática, escucharon el nombre de la estación donde bajarían así que se prepararon informando al mayordomo de Charles que bajara las maletas, pero como es de costumbre Matt desentonaba con su amigo, porque el mismo cogió sus maletas y las bajo llevándolas al automóvil.

No cambias nada Charles, tanto hablas de la revolución que ha traído mi abuela y aun así quieres que todo te lo hagan, sé un poco más coherente y demuestra esa revolución empezando por ti mismo.

Sabía que no tardarías en echarme en cara mis acciones Matthew, sabes que a Tobías ni solo lo considero mi mayordomo, es como un padre y lo sabes y si te fijas bien solo lleva dos de mis maletas al auto y yo me llevo las otras dos.

Ja, ja, ja solo llevarás dos? Eres increíble Charles, tomaremos un carruaje y es mi última palabra, sube nuestras maletas, por favor y tú no reniegues Tobías es una orden, deja que esté cargue más sé lo que puede.

Así siguieron su camino en carruaje, Matt estaba sorprendido, pues, sólo había visitado aquel lugar en una ocasión y no lo recordaba, pero estaba más enamorado que nunca de lo hermoso que se veía el paisaje, puso ver muchas áreas de color verde con tonalidades amarillas, era maravilloso para su vista, además pudo observar distintos tipos de coníferas y esos caminos marcados por carretas, las mariposas revoloteando, los diferentes colores de las flores silvestres, por dentro tenía ganas de comentar aquella agradable experiencia con alguien, pero como decirle a su amigo que no sabía apreciar esos Detalles tan maravillosos creados por la naturaleza.

Estoy fascinado, esto es a lo que me refiero Charles, cuando puedes contemplar estos paisajes con todo lo maravilloso de sus colores, no tienen comparación.

Qué exagerado eres mi amigo, en la ciudad puedes ver también lo maravilloso de la vida, o quieres que te recuerde la infinidad de damitas paseando por las plazas, y que decir de los bailes, ahí sí que hay un buen de florecitas que escoger (alzando sus cejas hacia arriba y abajo pícaramente).

Tú nunca cambiarás Charles, quiero ver el día que tu libertinaje no te traiga nada bueno, y así puedas de una vez centrar cabeza.

Ja, ja, ja eso no me pasará, créeme.

Con aquella plática tan apasionada no se percataron que llegaron bastante rápido y en la entrada del castillo fueron recibidos por la servidumbre.

Bienvenido duque de Sajonia.

Buenas tardes, Margarita, me informaron que mi abuela estaba aquí.

Así es duque, la verdad que bueno que vino, llego justo a tiempo, la reina sufrió un atentado hoy en la mañana y el médico la está revisando.

Matt ni siquiera espero a que le siguiera diciendo Margarita que pasó, él corrió por el pasillo hasta encontrar la habitación de la reina, aunque casi no convivía con su abuela, él tenía un aprecio sincero hacia ella, por eso no le importó los malditos protocolos, llegó a la puerta, estaban unos guardias que primero hicieron una reverencia para después impedirle el paso.

No lo diré dos veces, o me dejan pasar, o el día de hoy saldrán tres guardas con los pies por delante.

Lo siento mucho duque, pero no puede pasar, la reina está siendo atendida.

Eres nuevo o que, sé que la están atendiendo, soy su nieto y éxito que me dejes pasar, pero mientras Matt decía aquellas palabras golpeó a los guardias y escuchó que venían más, inmediatamente abrió las puertas entrando para sellar la puerta.

No le importó nada, él amaba a su abuela y quería ver que pasaba, después de cerrar la puerta giro su rostro para mirar a su abuela tendida en la cama con el médico aun atendiéndola.

Tanto la abuela cómo el médico voltearon, pero él solo pregunto ¿Qué tiene mi abuela doctor?.

El médico hizo una reverencia y contesto, solo fue el susto, su presión se elevó un poco, así que será mejor que descanse y no tenga más impresiones por el momento, le dejo estos medicamentos, es importante que los tome a sus horas.

Así será doctor, de eso, me encargo yo, sabe a dónde dirigirse para que le paguen sus honorarios.

El médico realizó unas reverencias y contesto Gracias duque, su majestad, con su permiso y se retiró de la habitación.

Cuando abrió la puerta, los soldados se dejaron ir contra el duque, pero él era muy hábil con la espada, así que tomo su espada y comenzó a defenderse de los guardias cuando….

¡Basta todos!, los quiero afuera inmediatamente, dijo la reina.

Abuela dijo Matthew que corrió a abrazarla.

Los guardias salieron haciendo una reverencia y en ese momento llegó el jefe de la guardia que mostraba un rostro de enojo.

Su majestad me han informado que hubo un disturbio en su habitación, he venido lo más rápido posible.

La reina contestó no pasa nada, aquí nadie ha causado algún disturbio, es mi querido nieto que vino a verme.

Matt se levantó, para decirle ha encargado de la guardia, llegas demasiado tarde, no crees, y por si no lo sabes o ya se te olvidó, mi nombre es Matthew, duque de Sajonia.

El jefe de la guardia hizo una reverencia de mala manera y después se presentó, mi nombre es Bartolomé Argyll y como se habrá dado cuenta soy nuevo en el puesto.

Sí, me he dado cuenta, no necesitas decírmelo, pero después hablaré con usted, de esta gran falta por ahora puede retirarse.

Su majestad…..duque hizo una reverencia y se fue.

Ahora si abuela que paso.

Matthew, mi pequeño nieto, has cambiado tanto, aún recuerdo cuando te fuiste, ya eres todo un hombre, mira qué guapo, estás, eres mejor de lo que me decían más a informes, pero a qué debo el honor de tu visita.

Abuela…. En qué quedamos, ¿Me has estado vigilando otra vez? Recuerda que hicimos un trato por carta que no me mandarías vigilar, y por lo que veo no la cumpliste, por otra parte, querida abuela, lamento no haberte visitado antes, pero con los deberes del ejército y los escolares me fue imposible, pero ya estoy aquí.

Sí, recuerdo el acuerdo mi querido nieto, pero quiero que me entiendas, lo hago porque me preocupo por ti, aunque ante los demás me muestro fría e indiferente contigo, no quiero repetir los errores que cometí con mis hijos, por otro lado, no te preocupes sé que pertenecer al ejército y estudiar no es fácil, pero has hecho un excelente trabajo.

Que te puedo decir abuela, mi padre siempre hablo mal de ti en cuanto a la muestra de afecto que nunca le diste a él y mis tíos; sin embargo, a mí me has mostrado un afecto genuino desde mi infancia así que no puedo decir que eres una mala abuela, cabe mencionar que como me lo has hecho llegar por carta todo triunfó merece un esfuerzo y eso he hecho, así que no pasa nada, pasando a otros asuntos querida abuela, me puedes decir lo que pasó, me dijeron en la entrada que fue un atentado, y por los rumores sé que ya es el tercero.

¡Y dices que yo soy la que te vigilo!!

Ja, ja, ja también me preocupo por ti abuela, pero además no compares, yo soy hombre y tú ya estás grande para andar sola.

Soy tu reina querido nieto, así que aunque seas hombre yo soy la que te mando.

Muy bien,( levantando sus brazos ) su majestad, como veo que se encuentra usted mejor, entonces me retiro.

Basta! (con tono triste) no te vayas mi niño, sabes, te pareces tanto a tu abuelo, desde su muerte mi vida no ha sido igual, cada día me siento más sola, pero me tocó ser reina, así que tengo que aguantar, espero te quedes más tiempo Matthew.

Mmm no te aseguro que me quedaré mucho abuela, quiero viajar y conocer otros países, pero por ahora me quedaré mientras investigo lo de tus atentados, podré hacerte compañía, además eres la única mujer que desafía mi intelecto, y dudo que me parezca a mi abuelo más bien me parezco a mi abuela de guapa, inteligente, perspicaz, (los dos comenzaron a reírse), pasando a otro asunto más importante abuela, ya no estás en edad de salir como lo haces frecuentemente, ahora corres más riesgos, cuéntame atraparon a la persona que atento contra tu vida.

Mi deber como reina es salir y saludar a mi pueblo Matthew y No, no lo atraparon, pero antes de decirte lo que te voy a decir, sal y fíjate que no allá nadie en las puertas necesito contarte algo, pero espero que no actúes como tu tío Eduardo.

Matthew caminó a la entrada solo vio a dos guardias, que con voz autoritaria pidió que se fueran, después atranco la puerta por dentro para acercarse nuevamente a la cama con su abuela, ahora si ya no hay nadie abuela, debe de ser algo importante para que me susurre la reina, cuéntame por qué dices que no actúe como mi tío.

Mi abuela comenzó a explicarme y Yo escuchaba, atentó lo que me decía mi abuela, comentó que mi tío le dijo que ni se le ocurriera comentar lo que vio, por qué la tacharían de loca, aunque sea reina soberana de Inglaterra.

Explícate mejor abuela.

Promete que no saldrá nada de estas cuatro paredes Matthew de Sajonia.

Lo juro abuela.

Cuando iba en el carruaje un hombre se acercó, pensé que me saludaría, pero no fue así, el saco una aguja y cuando vi que se dirija para atacarme me incline hacia la izquierda de la puerta, y cuando ya estaba enfrente de mí, pude ver de cerca que sus ojos estaban completamente en blanco, después me dijo que matándome a mí y mi descendencia no llegaría la hechicera de fuego, me quedé sorprendida porque cuando gritaron él se esfumó rápidamente.

No sé qué decirte abuela, lo más importante aquí es que se te tendrá que proteger mejor, hay que mandar cartas a los diferentes regimientos para que estén al pendiente, además que buscaré a ese hombre, no te preocupes.

¿No crees lo mismo que Eduardo, tu tío?.

No abuela, te creo, como alguna vez creíste en mí.

Tocaron la puerta y Matthew se dirijo a abrirla.

Pasa Margarita, desde hoy, solo tú tocarás los alimentos de mi abuela, además que solo tú estarás con ella aparte de los guardias quedó claro,y.. Abuela con tu autorización te pido que me permitas asesorarte en la seguridad del castillo de Balmoral y a donde quiera que vayas, así damos tiempo a encontrar a ese hombre.

Confío plenamente en ti, Matthew, tiene mi autorización para lo que necesites, manda hacer una reunión en la cámara de los lores, es momento que tomes el lugar de tu padre como te corresponde.

Gracias abuela, tendré que hablar con el jefe de tus guardias, están muy mal entrenados, los derrote muy fácil, y no pudieron tirar la puerta, eso no me agrada, deberían ser más hábiles y estar más al pendiente, se ve que no estás a al tanto de esos detalles abuela y son de suma importancia si queremos que nuestra reina dure más años.

Porque confíe en tu tío Eduardo perro en estos momentos, estarás a cargo de los jefes de la guardia, el general de las tropas Victorianas y la guardia real, mientras estés aquí, te parece.

Gracias su majestad dijo Matt, ahora mismo, are las cartas y las enviaré con tu sello real, Margarita como te comenté estarás al pendiente de mi abuela y de nadie más, bucare a alguien más que haga tus deberes por el momento, dale su medicamento por favor.

Así será duque.

Matt… Dijo la abuela.

Dime, abuela.

Tenemos mucho que platicar, así que no quiero ejercer el poder de reina, para que me hagas caso.

Claro abuela, no necesitamos más tiempo, dime ahora de qué quieres hablar, te escucho.

Cuando buscaras una esposa, ya es necesario que cortejes a una dama, no te parece.

No creo que eso suceda pronto abuela, por el momento eres más importante tú y recuerda que quiero recorrer lo más que pueda del mundo y con una esposa no lo creo.

Matthew salió de la habitación sin esperar que su abuela pudiera decir algo, tomo camino y se dirigió al despacho de la reina, tomo una hoja, la pluma y la tierra nota para apresurarse a realizar las cartas y enviarlas a los diferentes lores de la cámara.

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