capítulo 1

PARA MAYORES DE 18

HOLA QUERIDAS LECTORAS ESTA NOVELA TIENE TANTO ACONTECIMIENTOS VERÍDICOS COMO ALGUNOS DE PURA FICCIÓN O FANTASÍA, ADEMÁS QUE ES MI PRIMERA HISTORIA ESPERO LES AGRADE, PROBABLEMENTE HABRÁ VIOLACIONES, GOLPES Y MALTRATO A LA MUJER ASÍ QUE NO LO TOMEN A MAL, FORMA PARTE DE LA HISTORIA, NO APOYO ESTOS ACTOS SIMPLEMENTE ES FICCIÓN.

MÉXICO 1892

Me encontraba trabajando en el huerto del convento de las Carmelitas, con la finalidad de seguir aprendiendo con la madre Teresa de Dios.

Estaba yo sacando las zanahorias del huerto, cuando se escucharon unos disparos y gritos de las monjas por todo él, sabía que no era normal, así que me escondí detrás de una de las tantas imágenes que hay cerca del huerto, se escucharon algunos paso y no solo eso, también se escuchaba los llantos de una mujer, puse más atención para ver que decía.

-Por favor déjenme, pueden llevarse lo que deseen, esto es la casa de Dios, no hay nada más, masque imágenes.

Ya sé, es la voz de la madre Teresa.

-Cállate ( se escuchó una bofetada), ahora sabrás lo que es ser una mujer, y ustedes que esperan, traigan a las demás mujeres, que no tenemos todo el día.

Se escucharon más hombres y llantos de las demás hermanas.

-Aquí están Jefe…. Dijo un hombre.

-Levántale los hábitos y las enaguas después, acuéstenlas en el suelo, así podré revisarlas para ver sí, siguen siendo vír....es así nos darán más dinero cuando las vendamos.

-Pero jefe, necesitamos algunas para pasar el rato en el barco, usted lo prometió, dijo otro hombre.

-Sí, sí, está bien, yo les diré quienes serán esas mujeres para que pasen un buen rato en el viaje.( Malditos, pero les llegará su hora), dijo aquel hombre.

Yo seguía oculta detrás de la imagen, no debía hacer ningún ruido, porque podrían atraparme a mí también, mientras los hombres seguían con las hermanas, yo había buscado alguna salida, -ajá me dije-, pude ver la puerta trasera del convento que daba directo a mi jacal con mi abuela, tenía que ser paciente, pues cualquier mal movimiento y no podía contarla, (me decía a mí misma) .

Veamos, comenzó a decir aquel hombre, y mientras hablaba también es rubia en una libreta, virgen, virgen, virgen, y así se fue con todas.

Cuando termino de contar, dijo que 10 eran vírgenes y otras 5 que no eran vírgenes.

-Estás cinco las disfrutarán ustedes en lo que llegamos a Francia, sáciense lo que más puedan al fin de cuentas, ellas ya saben lo que es darle gusto al cuerpo con sexo salvaje Dijo aquel hombre.

¿Sexo?, En una ocasión, mi abuela me explico algo sobre eso, pero no fue muy clara, ¡por dios!, que les irán a hacer a las hermanas.

-Ahora esta será mía, dijo el jefe.

-No, no por favor, no, gritaba la madre Teresa.

-Ooo sí, mira nada más que hermoso cuerpo se te ve, recuéstate en el suelo ahora, ya veo eres virgen también, mmm no te preocupes, seré lindo contigo, no te arrepentirás, al contrario, me pedirás más créeme, (me acerque a su oído y le dije perdóname por lo que are ahora, espero no me odies, en algún momento te diré quién soy, ahora te voy a preparar primero para que no te duela).

Entonces aquel hombre abrió las piernas de la madre Teresa y comenzó a estimular aquel punto sensible, paso de arriba abajo su lengua para llegar a su clí...is y comenzar a dar círculos con ella, para después meter y sacar su lengua hasta que sintió como se derramó aquella mujer lista para comenzar la pe....cion.

-Ooo por dios! ¡Que bien se siente ahhhh!! Escuche al hombre ese, después escuchaba unos jadeos de parte de él y por parte de la madre Teresa, no lo pude evitar, tenía curiosidad, así que se me ocurrió asomar un poco mi cabeza, ¡por dios que es eso!, La está lastimando, nunca se me olvidará esa imagen de la madre desnuda abierta de piernas y ese hombre en medio de sus piernas.

-Agárrenla, grito aquel hombre separándose de la madre y pude ver su pe..e erecto lleno de sangre, me dio tanto coraje que no pude evitar mirarlo con ojos de quererlo matar, pero por desgracia me atraparon.

Pero mira nada más que mujer tan hermosa, déjame verte mmm ( con sus dedos tocando su barbilla), déjame te quito esto ( la desnudo), tienes 14 o 15 años y para ser tan pequeña estás muy desarrollada, lo más seguro si no me equivoco es que ya tengas tu periodo, valdrás más dinero de lo que pensé, vamos a ver si sigues siendo virgen.

Que me iba a hacer ese hombre, no podía hacerme lo mismo que a la madre, así que tenía que defenderme como me enseñó mi abuela, daba de patadas como podía, y manotazos también, comencé a gritarles makaua ( sueltenme) makaua nimitztlatlauhtia ( por favor).

-Sigues siendo virgen, excelente, lo malo de ti es que no hablas español, tú ( dirigiéndose a la madre Teresa ) dile que se vista y tú también, después terminaremos lo que empezamos.

La madre Teresa me comenzó a hablar en mi idioma, me dijo que no me preocupara por ellas, que saliera corriendo en cuanto los distrajera, Yo le contesté que no, que saldríamos juntas, cuando se escuchó un fuerte golpe que le propicio aquel hombre.

-Que tanto le dices estúpida, llévenla a la carroza.

-En ese momento que se distrajeron le di un golpe en la pierna al que me tenía agarrada y salí corriendo por la puerta, le puse la tranca y salí como alama que lleva el diablo, bueno, perdón dios por decir diablo.

Llegué con mi abuela y le expliqué rápidamente.

-Toma mi niña, llévate, este colgante te ayudará en tu camino a donde quiera que vayas y a demás no te aran daño, créeme, me dijo mi abuela, entonces salimos de nuestro jacal directo a la Ciudad de México, cuando pensé que ya había terminado todo, no, nos agarraron y nos llevaron ahora por otro rumbo.

Golpearon a mi abuelita y después a mí, de plano, ya no pude defenderme o escapar porque me ataron de mis manos y pies, aparte de que me había desmayado por el golpe.

Aquí está jefe.

-Pero si serán imbéciles, miren nada más como le dejaron la cara, así no podré venderla al mejor precio, ¿quién le hizo esto?, dijo el mercenario.

-Es que se quiso escapar, señor y mire, me rompió la nariz ( pum) el sonido de un disparo.

-Esto les pasará, si golpean a otra de las mujeres me escucharon, deben de estar impecables para que nos toque de a más dinero.

-Poco a poco abrí mis ojos, me dolía mucho mi cara, lance un pequeño quejido cuando mi abuela me habló en náhuatl, peguntándome si estaba bien, pues me vi mi golpe en mi cara.

-Sijtli ( abuela ) estás bien tú.

-Si kokone ( hijos, hija) respondió ella tomando mi rostro con su delicada y suave mano, pero ese tipo rompió el encanto cuando pregunto.

-Sabes hablar español, anciana.

-Si señor, por favor deje a mi niña se lo suplico.

-Lo siento anciana, no puedo, negocios son negocios, tú servirás para la cocina más vale que te despidas de ella y le digas que coopere o para la próxima no solo será su cara, quedó claro.

-Si señor contesto la abuelita.

-Mira mi niña, te he enseñado todo lo que sabes para qué no te engañen, estos hombres deben de ser mercenarios que se dedican a robar, saquear puertos y casas, ahora le tocó al convento, venderán a las vírgenes como tú vete a saber a quién, en cuanto yo sepa que hemos llegado a tierra saltaras del barco, no te preocupes por mí después te buscaré, tú me reconocerás, utiliza todo lo que te he enseñado no te dejes y lucha siempre que puedas, “Ni mitz tlazohtla” ( te amo).

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