capítulo 3

MIENTRAS EN EL BARCO

No podía creer lo que me había contado mi abuela con respecto a mi descendencia, entonces si yo quiero podría ir a reclamar mi lugar, porque bueno ahora soy una princesa.

Tendré 14 años, pero mi abuela siempre me ha hablado con la verdad, aunque vivimos en una época en donde las mujeres deben de ser sumisas, y bajar la cabeza cuando el hombre habla me ha enseñado mi abuela que eso no va con nosotras, que siempre debo hacer escuchar mi voz, claro siempre con cautela y respeto.

Vivíamos lejos de la ciudad porque así mi abuela pasa desapercibida, porque digo esto, porque en algún momento la consideraron una bruja, a mi tatarabuela la mataron los españoles, porque no quiso convertirse a lo que hora conocemos como el cristianismo y sus creencias, primero la encarcelaron para después considerarla una hereje.

Dice que soy única, por eso mi nombre es IZEL, porque eso es lo significa, también me comento que mi descendencia marcará una diferencia a donde quiera que vaya, un día le pregunté por qué siempre me dice eso, incluso siempre la escucho hablar sola, lo que me deja pensando si estará mal de la cabeza o algo así, me da miedo preguntarle, pues no quiero quedarme sola, pero ahora que estamos aquí en este barco rumbo a quien sabe dónde y con la incertidumbre de si moriremos o no, le preguntaré cuando estemos en la cama antes de dormir.

No quería ni salir del camarote, pero estamos de acuerdo que esto será muy aburrido; sin embargo, la verdad no me puedo quejar, dentro de lo que cabe nos han tratado bien, siempre tenemos alimento que llevarnos a la boca, y me tienen aislada de los demás hombres, y yo pensando que nos harían algo, pues fue todo lo contrario, ya que llevamos una semana en alta mar y es desesperante porque me mareo demasiado; sin embargo, mi abuela me dio un brebaje que me ha ayudado mucho, así que mis quejas a estas alturas no valen, pues, a decir verdad estamos mucho mejor que las demás hermanas que están encerradas, y que decir de las otras que solo las escucho gritar por las noches y de la hermana Teresa, que al parecer Gastón la tiene en otro camarote, y creo que tanto ella como él se gustan porque lo puedo ver en los ojos de ambos, lo que significa, que la vocación de la hermana Teresa no eran tan pura, pero, por una parte, mejor, en estos días la veo que ríe más lo que a mí me hace feliz.

Comencé a acomodar la ropa del camarote del tal Gastón, pues es lo mínimo que puedo hacer, ya que nos dio lo mejor del barco, me trata muy bien, pero no puedo olvidar lo que le hizo a la hermana Teresa, en ese momento sentí mucho coraje, en eso pude escuchar cuando alguien habré la puerta, por eso pregunté cómo siempre en náhuatl Sijtli (abuela)por fin terminaste.

No soy tu abuelita, respondió Gastón.

Volteo rápido y me alejo como si Gastón tuviera lepra, y le digo Jao ( hola) con voz casi inaudible.

Eso sí, sé que significa, Jao me respondió, tu abuela está sirviendo de comer a los demás, hay alguien que te quiere ver, pero necesito que te acerques para llevarte con ella.

Me quiso tomar de la mano, pero me, alejé de él, y entre más se acercaba, más me alejaba yo, ¡¡noooo!! Grité.

Esto es imposible, tendré que traerla mejor.

Salió del camarote principal, para que después de unos minutos regresara con la madre Teresa.

Teresa le dije corrí hasta ella para abrazarla.

Tranquila, pequeña aquí estoy, mira, estoy bien, (miro a Gastón y le dijo), déjame a solas con ella.

El tipo ese salió y le dije, ese hombre te ha hecho más daño, verdad.

No, no te preocupes por mí, yo estoy bien, más bien que la que debería de preguntar, soy yo, dime tú, ¿te ha tratado bien?

Sí, a decir verdad, creo que algo quiere ese hombre, pero no sé que sea, a lo mejor quiere hacerme lo mismo que con usted madre.

Estoy segura de que no Izel, pero si por alguna razón así lo quisiera créeme que no estarías aquí tan cómodamente, por consiguiente pequeña tú no te preocupes y quédate tranquila de acuerdo, pasando a otro tema tu abuela ya te trajo de comer.

Todavía no, mi abuela les está dando de comer, mejor dicho de cenar a esos hombres o eso es lo que creo yo y después sube con la comida para nosotros para quedarse todo el tiempo que queda conmigo, Teresa mmm, las hermanas están encerradas y las otras mmm las tienes siempre acostadas para poseerlas a cada rato, ¿verdad?.

No sé pequeña, eso no le he preguntado a Gastón, pero no quiero que te salgas de aquí sin la compañía de tu Yocautl, no quiero que te vayan a lastimar, me quedaré aquí por un buen rato, mientras tanto, déjame te peino y así esperamos a tu abuela, porque también necesito hablar con ella.

Sabes tengo miedo, ¿Crees que me aran lo mismo que a ellas Teresa?.

Si te quedas aquí, no tienen por qué hacerlo, por eso prométeme que dejaras la curiosidad a un lado, porque ya te conozco y sé que no estará tranquila hasta saciar esa curiosidad, así que por favor me obedecerás y te quedarás aquí.

Está bien (Izel hizo una mueca con su boca y sus ojos los puso en blanco).

Te quedarás a cenar con nosotras verdad.

Claro que si, por cierto, si él se va podremos platicar mejor, pero si no, pues solo escucha la plática ok.

Está bien Teresa.

A otra cosa, recuerda que estoy aquí para lo que necesites, tú sabes a lo que me refiero.

Se refiere a si ya me bajo la luna, verdad.

No sé por qué le dices así cuando ya te he enseñado que se le dice periodo o menstruación.

Lo sé Tere, pero no me puedo acostumbras a llamarla así.

Bueno, entonces quiero que me digas ahora que tenemos tiempo porque le llamas así.

Perfecto, se dice que Quetzalcóatl se estaba bañando y mientras lo hacía, él tocó su pene y el semen que brotó de él cayó sobre una roca, de esta nació un murciélago, ya sabes un animal que en un impulso voló hasta Xochiquetzal, la deidad del amor y la sexualidad que se encontraba durmiendo, bueno se dice que el murciélago de la muerte, llamado Zotz o Camazotz, mordió en la vulva a la deidad femenina, ocasionándole una herida que por lógica sangró, y esto siguió ocurriendo cada ciclo lunar.

Con esto demostraron que el sangrado era el origen de la fertilidad y, por tanto, del nacimiento, y muestras otras mujeres lo ven como algo bochornos, asqueroso o denigrante, para mí fue lo contrarió al ser el mejor momento de mi vida porque mi abuela me dijo que ya tenía el don de dar vida y no algo malo, como lo ven muchas de las hermanas.

Bueno si lo vemos desde ese punto de vista tienes razón, jamás me imaginé que existiera una historia que te haga ver un proceso natural de la mujer como un don, sabes me encanto tu historia, ahora entiendes por qué me encanta platicar contigo.

Gracias Tere, también me gusta platicar contigo, mmm sabes te considero como mi mamá, desde que te conozco siempre has estado ahí para darme consejos y cuidándome, te quiero mucho Teresita.

Yo también te quiero mi pequeña.

En ese momento en el que las dos se estaban abrazando, entró su abuela con la comida para las tres, ya que Gastón le dijo que Teresa estaba con Izel y no podía faltar de tras de ella, venía Gastón ayudando con las demás cosas para comer.

Gastón y puso el guisado en la mesa, después Les dijo a todas que se sentarán.

Iré por la jarra de agua, dijo Gastón.

En cuanto salió Gastón del camarote, mi abuela rápidamente me estiro su mano para darme a guardar algo.

Toma, esta llave, sé la quite al borracho de Julián, quiero que las escondas me dijo mi abuela.

Mmm, unos segundos después de recibir las llaves le dije a mi abuela.

Son las llaves para abrir la celda donde están las hermanas verdad.

Así es pequeña, y cuando sea el momento las ayudarás y escaparemos todas.

Aplaudí efusivamente sonriente.

Qué bonita te vez sonriendo dijo Gastón, e inmediatamente mi risa se esfumó, la verdad ese hombre me daba miedo solo de recordar aquella escena en el convento, sí, sí, sé que debo de pasar de eso, pero entiendan, es difícil de procesar esa imagen, cierre mis ojos, realice una respiración profunda y seguí sirviendo los platos.

Dile que no le are nada, Yocautl, al contrario, me encantó verla reír, coméntale que cuando sonríe se ve más hermosa.

Mi abuela me dijo en náhuatl, que no me preocupara, que siguiera fingiendo como hasta ahora, no hacía falta que me dijera más, pues, había entendido a la perfección, nos sentamos a comer y le dije mi abuela en náhuatl que preguntará cuando llegaríamos a nuestro destino.

Por lo que dijo el Gastón ese, es a Francia y faltan tres días más para llegar, por eso mi abuela se comienza a preparar cada noche, la escucho hablar en otro idioma que no entiendo, pero me siento tan cansada de la limpieza del barco que me quede dormida.

A la mañana siguiente, desperté abrazando a mi abuela.

Tenía mucho tiempo que no me abrazabas, mi niña me dijo con una voz tierna y serena a lo que yo le respondí.

Te amo abuela.

Lo sé mi niña, pero te conozco a esa mentecita tan curiosa, así que mejor dime la verdad y que es lo que estás tramando.

Ja, ja, ja hay Abuela, no cabe duda que no te puedo mentir, lo que pasa es que me gustaría saber en qué idioma hablabas ayer en la noche y no me mientas abuelita porque te vi y te escuché.

Ja, ja, ja y tú, que también me conoces bien, ayer le hablaba a nuestros ancestros.

En serio, qué emoción yo también quiero aprender a hacerlo abuelita me enseñas.

Dudo mucho que pueda ayudarte ahora y aunque llevas mi sangre, todavía no sé si podrás hablar con ellos o serás mejor que yo, pero deja te cuento algo interesante, cuando nuestros antepasados vivían cómo nómadas, hablaban varias lenguas, recuerda que estábamos por grupos pequeños para que la comida durará más, antes los primeros pobladores que se les conocieron como se les llamaba antes apaches decidieron inmigrar a las partes bajas, de México, con la finalidad de encontrar más comida y así fue como comenzó el sedentarismo.

Si eso me lo leí en los libros que me dio Teresa, abuela, pero sigue con tu historia.

Cómo en todo se fueron adaptando y comenzaron a tratarse con los que ya habitaban aquellas zonas, dando como resultado la mezcla de razas y culturas, en aquellas tribus había chamanes, que tenían el poder de ver el futuro de las personas o de lo que pasaría en el mundo, y con nosotros ha pasado de generación en generación y ayer estaba hablando con ellos para pedirles guía para salvarte.

En serio abuelita, hablabas con los sioux? ¿Tienes poderes abuelita? Y yo también lo tengo?, ¿Por qué dices que seré mejor que tú?.

Hay Izel, son tantas preguntas que no puedo contestarte porque eso lo descubrirás por ti misma, solo te puedo decir que tenemos el don de ver más allá cuando se nos permita y ahora estás en peligro de que las generaciones se terminen aquí, los dioses de tu tataratataraabuelo también me hablan y se perderá su descendencia contigo si no te salvo y que decir de nuestros dioses aztecas mi niña, así que mi deber es protegerte ellos en algún momento se comunicaran contigo y sabrás qué hacer solo nunca olvides que eres una indígena azteca aunque tengas muchas sangres recorriendo tus venas.

La verdad no te entiendo completamente abuela, siempre me dejas con más dudas, pero como siempre me has dicho la paciencia es una virtud, así que seré paciente, sabes algo abuela, no quiero estar sola, no me importa el futuro, solo si estamos las dos juntas podrá interesarme, prométeme que no me dejaras sola abuelita por favor, (llorando).

Es mi destino dar mi vida por ti mi niña, si así lo amerita el destino, lo más importante es que, si yo no estoy con vida, no te dejaré sola porque estaré en espíritu y aquí (señalando su corazón) por eso desde ahora te digo mi niña, eres una princesa guerrera, sé que serás muy poderosa y tu descendencia tendrá incluso más que tú, por eso siempre has las preguntas correctas a las personas correctas, no te dejes dominar por el enojo, medita cuando tengas tiempo en lugares en donde estés en contacto con la naturaleza, se vendrán cambios importantes para la humanidad y probablemente no los verás o tal vez sí, vive lo que tengas que vivir, no te detengas, vive lo más que puedas el presente y sé feliz.

Con esas palabras más me, aferre a ella, no la quería soltar, lloraba amargamente, saber que perdería a mi amiga, a mi madre, a mi abuela, a mi confidente, la mujer que me cuido desde que mamá murió, me daba pavor, sé que puedo ser fuerte, pero ella es un pilar para mí, y si ella no está conmigo que será de mí, así estuve con ella mucho tiempo y de tanto llorar me quedé dormida abrazada fuertemente a mi abuela.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***