Eda era una mujer que a pesar de su humildad, y sus valores inculcado por sus padres se dejó llevar por un hombre apuesto, que lo que hizo fue jugar con su mente y corazon, pues es lo que ella piensa.
El día que tomo la iniciativa de presentárselo a sus padres el joven la cito a una cafetería, llegó pero para tan descaradamente a terminar con ella, aún retumban en su mente aquellas crueles palabras.
*Eda perdón, pero no puedo seguir con este jueguito, no te amo y solo quise saber hasta donde podías llegar, eres tan solo una niñita mojigata*
Nunca se le olvidaría ese día, pues fue cuando conoció la decepción del amor, sus padres quedaron muy molestos y decepcionados del supuesto novio que nunca llegó y todo lo contrario le propusieron que se casará con su vecino Aníbal, si bien no era tan guapo pero tenía algunos negocios y los padres de Eda se dejaron deslumbrar, no les importo lo que la joven sentía, solo querían salir un poco de la pobreza y ese era su pase.
Con la petición de sus padres, Eda se casó sin tener marcha atrás, Aníbal al a pesar de todo era un hombre cariñoso sin importar de que fue quince años mayor que ella, fue atento y sobre todo la respetaba, Eda poco a poco se fue entregando ah Aníbal hasta que un día se sorprendió con la noticia de que estaba embarazada.
Aníbal era muy feliz, siempre quiso tener un hijo, el cuidaba de su Eda que no le faltará nada, un día saliendo de su negocio de comida rápidas ya muy tarde se disponía a ir a casa, cómo siempre llevándole una tajada de pastel de chocolate a su mujer, el cual cinco años después de casados por fin le daba un hijo, cuando de repente de uno de los callejones salieron varios hombres para robarlo dejándolo así sin vida.
Eda sufrió mucho pues aunque ella no se entregó en alma ah Aníbal, este fue un buen hombre y desde allí ella no busco a más nadie, sentía que no estaba destinada para el amor.
*Mama, despierta, mamá* decía Anabell ya preocupada.
*Ya hija, ya me siento mejor* dijo Eda con sus ojos llorosos.
*Señora Eda, quiero que me explique por qué no me puedo casar con su hija, acaso hay algo malo en eso?* Dijo Ricardo
*Muchacho no tengo nada en contra tuya, solo se cómo son la gente de tu clase y no quiero que hagan sufrir a mi niña* dijo Eda con su mirada perdida ocultando la verdad
*Mama no digas eso, el amor lo puede todo* dijo Anabell.
*TONTERIASS! (grito Eda) El amor no lo puede todo, crees que sus padres te van aceptar, una niña humilde como tú delante de ellos que se creen Dios todo poderoso* dijo Eda molesta.
*Mama por qué eres así, acaso quieres que sea como tú y este sola? Te digo que no lo lograrás, ahora mismo me iré con Ricardo* dijo Anabell molesta y llorando.
*Hija, si es tu decisión ahí tienes la puerta, solo te voy a decir esto y recuérdalo muy bien, cuando la mamá de este niño te maltrate, y quiera intentar asesinarte, vuelve a casa pero eso sí llámame antes para poder irnos de aquí.* Dijo Eda dándole la espalda a los jóvenes para luego irse a su habitación.
Los jóvenes quedaron en la sala petrificados con las palabras de Eda, luego de unos minutos pensándolo bien, Anabell subió a su habitación busco algo de ropa y se fue con Ricardo a la mansión.
No sabía lo que les esperaba, pues el infierno era hermoso comparado con lo que les tocaba vivir en los próximos días.
Cuando Janny se enteró de que Anabell estaba viviendo en la mansión su furia fue desatada, espero que su esposo y su hijo se fueran a trabajar, y decidió ir a la habitación donde aún dormía Anabell.
Entrando muy silenciosamente, cerro la puerta con seguro y saco una navaja, se monto encima de la joven tapándole la boca, cuando Anabell reaccionó, su cara era llena de terror.
*Maldita mugrienta, te dije, te advertí que no te acercaras a mi hijo, ahora me las pagarás* dijo Janny con una sonrisa macabra.
*Mmm mmmm mmmm* era lo único que se escuchaba de Anabell
*Nadie te a va escuchar mugrienta y esto es solo una advertencia, escúchame bien (pasando la navaja por la cara de Anabell como si la fuera a cortar) te vas a ir ya mismo de esta casa y desapareceras donde nadie te pueda encontrar, y más te vale que sea así por qué para la próxima no quedarás viva* dijo Janny para así enterrarle la navaja en el abdomen ah Anabell.
Janny tomo por los cabellos a la chica y la tiró escaleras abajo, todo el personal que laboraba en la mansión se escondió para que no fueran inculpados o amenazados.
Anabell se encontraba desmayada cuando Janny le pidió a su chófer de confianza que la llevará y la dejara en la puerta de su casa, es lo último que hacia por aquella mugrienta.
Así lo hizo el chófer, cuando tocaron la puerta de Eda, está salió apresurada a ver quién era, su mundo se le vino encima cuando vio a su hija casi muerta.
*Dios mío, nooo, por qué, hija te lo dije, vamos mi amor, mamá te llevará a un hospital, mi vida tu no me puedes dejar tu no* decía Eda llena de dolor
*Señor porfavor lleveme. A un hospital urgente* dijo Eda parando un taxi.
El taxista vio la situación tan desgarradora y ayudo a Esa a subir a la joven, llevándola a gran velocidad a un hospital.
*Ayúdenme por favor, se me muere mi hija, ayúdenme* es todo lo que gritaba Eda
*Señora cálmense, llevaremos a su hija a quirófano, espere aquí* decía una enfermera ayudando a empujar la camilla donde era trasladada Anabell.
*Señor te pido, ayuda a mi hija, se lo dije, esa mujer es mala, pero mi niña no tiene la culpa, dale una oportunidad* decía Eda en sollozo agachada en el piso frío del hospital.
*Mi niña, no me dejes no me abandones, no tengo a más nadie solo a ti, tu eres mi vida, mi motor, sin ti me muero, no me la quites Dios mío noooo por favorrr*
Mientras tanto en la mansión Ricardo y Roberto llegaban muy contento pues la noticia de ser padre y abuelo era el mejor regalo, cuando Ricardo subió a la habitación y no vio a Anabell, empezó a preocuparse hasta que bajo las escaleras y se encontró de frente con Janny.
*Dónde está mi mujer* le pregunto Ricardo furioso.
*Tu mujerzuela se fue, dijo que esto era mucho para ella, que no la buscarás* dijo Janny
*Es mentira, es mentira, que le hiciste, que les hiciste* gritaba Ricardo
Esa noche Ricardo se volvió loco buscando a su amada Anabell sin tener resultado alguno, así fueron pasando los días, Oriana estuvo ahí para el consolandolo por todo el dolor el cual estaba atravesando, los días se volvieron semanas, las semana se convirtieron en meses y así pasaron los años.
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Comments
JZulay
sí, se ve que buscó muy bien 🤨
2025-02-24
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Olga Lidia Torres
Me encantó, aunque se repite la misma historia de la madre 🙊
2024-07-18
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Adriana Sanchez
No son hermanos, yo me invente toda una película en mi cabeza, pero que triste historia no me gusta para nada que se repita la de su madre, sin siquiera ser felices ninguno, Ricardo sin conocer a su bebé que coraje deberás 😔😥😡
2024-07-14
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