CAPÍTULO. 12 LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ.

*Ricardo ya basta, como puedes seguir amándome, ya han pasado muchos años cada quien tiene su vida* dijo Anabel jugando con sus dedos por los nervios que tenía encima.

*Si, es cierto que pasaron los años, pero mi amor por ti sigue intacto, te busque como un demente, todos estos dieciocho años te he buscado, como no pude dar contigo, dime Anabel acaso tienes ah alguien más en tu vida, me engañaste?, Que paso con el bebé que estábamos esperando?, Dime toda la verdad por favor* dijo Ricardo con lágrimas en sus ojos

*Ricardo ya basta, crees que yo he dejado de amarte, realmente crees que pude estar con otro hombre, si el único que está aquí (señalando su corazón) clavado eres tu, pero lo que sucedió me hizo desaparecer de tu vida* dijo Anabel ahogada en su llanto.

*Amor, dime qué fue lo que pasó, yo investigue algunas cosas, pero no pude dar con mucho, necesito saber la verdad pero de tus labios* dice Ricardo tomando las manos de Anabel.

*Está bien, te contaré, (tomando un poco de aire)  Lo que realmente sucedió ese día, yo estaba dormida en la que era nuestra habitación, me sentía muy perezosa para levantarme, hasta que sentí que alguien estaba encima de mi, era tu madre Janny me estaba asfixiando, me decía que yo no era mujer para ti * Anabel hizo una pausa y miro fijamente a Ricardo

*Yo trate de forcejear con ella, pero luego sentí un dolor indescriptible, me enterró un cuchillo, una navaja ya ni recuerdo bien, pero lo hizo en mi abdomen, en ese momento pensé en mi bebé, en qué lo perdería, te juro Ricardo grite y pedí ayuda, pero nadie hacia nada, esa maldita vieja me tomo por los cabellos y me lanzó por la escalera, luego solo recuerdo que estaba en un hospital, mamá me contó que tú chófer me dejó tirada en la puerta de la casa, mi mamá salió conmigo un taxista la ayudo y ella se quedó conmigo por muchos meses hasta que Nació Renata, y si Ricardo nuestra hija es un milagro, mi Renata se aferró tanto a la vida que hoy en día es una niña hermosa, que cada vez que la veo se parece tanto a ti* le explico Anabel a Ricardo sintiendo un gran dolor en su corazón por revivir esos momentos tan trágicos para ella.

*Mi amor, perdón, perdóname mi amor, debí cuidarte, debí llevarte a otro lugar, me arrepiento mil veces de no haberte podido defender* dijo Ricardo acariciando el rostro de Anabel y a la misma vez limpiando sus lágrimas

*Tu no tienes la culpa de nada, aquí la única culpable es tu mamá, por tanta maldad que lleva en su corazón* dijo Anabel dando un suspiro

*Amor arreglaré todo te lo prometo, yo tengo algo que contarte, pero no lo tomes a mal por favor* dice Ricardo preocupado.

*Ricardo el que aún te ame no significa que vamos a estar juntos nuevamente, ni mucho menos de que estemos como si nada hubiese pasado, solo estamos aclarando como sucedieron realmente las cosas, eso es todo, así que no te hagas falsas ilusiones conmigo* dijo Anabel acostándose nuevamente en la camilla pues aún se sentía mareada.

*Allí si estás equivocada, por qué yo seguiré luchando por ti y por tu amor, y ahora más que nunca que se que tengo una hermosa hija, y si tengo que destruir a mi propia madre para que eso suceda, creeme Anabel no me temblará el pulso en hacerlo, tu y mi hija en estos momentos son lo más importante* dijo Ricardo con una voz dominante

*No empieces Ricardo, más bien creo que debo ir hablar con el doctor, necesito saber de mi mamá* dijo Anabel buscando la manera de esquivar el tema.

*Anabel Lobo no me esquives, te conozco a la perfección, mírame muy bien a los ojos mi sol, debo contarte algo pero no quiero que te enojes si* dice Ricardo mirando ah Anabel fijamente.

*Ahhh, que más siempre has Sido tan terco, está bien dime qué es lo que me quieres decir* dijo Anabel expectante.

*Me case con Oriana* soltó Ricardo esperando una reacción de Anabel.

*Que quieres que te felicite (soltándose del agarre de Ricardo) vete por favor no quiero sufrir y mucho menos que mi hija vaya a tener problemas, bastante tiempo me escondí, la escondí a ella y no voy a permitir que tu madre le haga daño, si intento matarme a mí no dudo que lo quiera hacer con mi hija, óyelo bien Ricardo MI HIJA!. * Dijo Anabel alterada.

*Mi amor realmente crees que yo soy culpable?, Realmente crees que yo puedo hacerle daño a nuestra hija, escucha bien a nuestra hija,  por qué es tanto tuya como mía, no te niego mi madre es una escoria pero yo  Anabel? Es en serio? Realmente crees que yo soy el maldito culpable, cuando he sufrido, he llorado? Me case con Oriana? Si claro que sí, pero no por amor, me case por quela vida de ella y la mía estaban igual o peores de dañadas y ella estaba en peligro además de que mi madre me tenía asfixiado con que me casará con ella, pero eso es una historia que no te puedo contar aún….. tengo que resolver todo esto, solo quiero que sepas que  te amo y que voy a luchar por ti, por qué nuestro destino es estar juntos* dijo Ricardo para darse la vuelta y marcharse.

Antes de que Ricardo abrirla la puerta, está se abrió por si sola, los ojos de el hombre enrojecidos vieron a una linda jovencita, Renata, su hija.

*Discúlpeme señor Ricardo no sabía que estaba aquí, solo vine a ver cómo estaba mi mamá y decirle que ya está todo preparado para el traslado de mi abuela* dijo Renata muy serena.

*Cómo que traslado? Que está sucediendo con mamá? Que está pasando?* Pregunto Anabel nerviosa.

*Tranquila, es solo para que reciba la mejor atención y el mejor tratamiento, me preocupa tu familia Anabel y sabes que es así* dijo Ricardo para salir de la habitación.

*Mama de dónde conoces al papá de Aron?* Dijo Renata de brazos cruzados.

*Jovencita quien es Aron, y como conoces a Ricardo?, El es un viejo amigo!* Dice Anabel preocupada

Renata no había caído en cuenta de que cometió un error en el e Aron, ahora tendrá que mentir para que su madre no tenga más preocupaciones.

*Mama, Aron es mi jefe bueno es de mi edad y por eso le digo así, pero bueno eso no es de importancia ahorita, vamos que ya hay que ir con la abuela* dijo Renata enredando un poco las palabras por lo nerviosa que estaba.

*No te creo mucho Renata, recuerda soy tu madre y te conozco bien, pero vamos luego hablaremos* dijo Anabel para levantarse de la camilla y salir de la pequeña habitación

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